Mojada-Jenlisa (+18) (Adaptación) (TERMINADA)

Córtame las alas

He sabido de ella desde muy pequeña, en un principio solo la escuchaba en sueños, si me encontraba en medio de una pesadilla ella me tranquilizaba explicándome que solo era una pesadilla y que debía despertar. En otras ocasiones simplemente ella me hablaba tan dulce, tan protectora además también me daba consejos y me explicaba cómo ser una buena chica y de cómo prevenirme de los peligros y males de vida.

Su presencia fue recurrente durante casi toda mi niñez, mientras fui creciendo ella comenzó a mostrar en mis sueños ya no solo era su voz, ahora también podía verla, después me sorprendió mas al verla un día sentada en mi cama observándome cuando yo me encontraba dibujando, después de esa aparición ella estuvo a mi lado todos los días acompañándome y cuidándome. En una ocasión mi madre nos pillo platicando, me pregunto con quien estaba hablando a lo que solo respondí.

-Con ojitos.-Como si fuera algo obvio, mamá comenzó a hacerme una serie de preguntas como si ella no estuviera allí.

-¡Mamá! Puedes preguntárselo a ella, está justo a tu lado. Ojitos dile a mamá cómo te llamas. Oh entendido, uhm, si se lo diré...Mami, su nombre es Jennie, es mi amiga y ella dice que siempre está cuidando de mí, dice que no debes preocuparte.

-Cariño no sabía que tenías una amiga imaginaria, de acuerdo mi pequeña sólo no hagas travesuras, ¿Entendido?-Yo sólo asentí y continué en lo mío.

Yo estaba por cumplir 9 años, ya había dejado de hablar de Jennie con mi madre pues creyó que ya era lo suficientemente grande como para seguir teniendo amigos imaginarios. Jennie continuó visitándome hasta que cumplí 11 años, cuándo unos chicos me vieron hablando sola y comenzaron a burlarse de mí enfrente de todo, ellos se reían y gritaban que yo era rara y que estaba loca, entonces recordé lo que mi madre solía decirme sobre Jennie, que ella no existía, que era producto de mi imaginación...Me sentí avergonzada de mi misma que en ese momento salí corriendo lejos de todos y me refugie en un pequeño árbol que se encontraba cerca del colegio. Me senté a llorar casi inconsolablemente abrazando mis piernas debajo de un árbol, por la humillación de mis compañeros pero sobre todo por la tristeza y frustración porque ella no fuera real, lloré deseando que Jennie de verdad existiera. 

-Lisa...-Yo ignoré su llamado.-Mi pequeña mariposa, por favor mírame. 

Aún con la cabeza entre mis rodillas hablé. 

-¿Por qué no puedes ser real Jennie? ¿Por que solo existes en mi cabeza? ¿Por qué? Hay algo malo conmigo ¿Cierto? Es verdad lo que dicen ellos, soy rara, y ahora nadie querrá ser mi amiga.-Yo volví a soltarme a llorar como en un principio. Ella volvió a llamarme e intentó acercarse a mí, pero yo no se lo permití alejándome de su tacto. 

-Jennie...-Distinguí el dolor en su voz, esto  también me estaba doliendo mucho a mí, sentía algo en mi pecho estrujarse y se me hizo un nudo en la garganta, mis lágrimas no paraban de salir. 

-¡No! Tú no existes, no existes, desaparece de mi mente, Basta...Vete, aléjate de mi por favor...Por favor.-Cerré los ojos con fuerza. 

-Siempre estaré contigo mariposita, siempre cuidaré de ti aún cuándo no puedas verme. Recuerda siempre serás mi niña favorita. Te quiero, adiós.- Sentí como besó la coronilla de mi cabeza seguida de una ligera brisa. 

-También te quiero, nunca dejaré de hacerlo.-Susurré, abrí los ojos y ella ya no estaba allí. Más lágrimas, más dolor en mi pecho, mas tristeza. Después de un rato volví a la escuela cuándo escuché el timbre de la salida, mamá ya debía de estar esperándome. Ella al ver mi estado se preocupo enseguida, me preguntó que había sucedido yo solo negué con la cabeza respondiéndole muy despacio que Jennie se había marchado, ella únicamente me abrazó unos minutos para consolarme y nos dirigimos a cas. Desde ese día ninguna de las dos tocó el tema sobre mi ojito aunque en el colegio no fue tan fácil, casi tuvo que pasar un año para que lo olvidaran por completo y dejaran de molestarme. Durante mucho tiempo espere volver a ver a Jennie, pero ella jamás apareció, al final terminé por convencerme de que definitivamente todo había sido cosa mía, me había aferrado a un ser imaginario, recientemente descubrí que yo a pesar de mi corta edad, me había enamorado inconscientemente de ella, mi primer amor había sido únicamente una bella fantasía. Irónicamente a mis casa 20 años seguía enamorada de ella, he intentado de todo para hacerlo y sin embargo ella se mantiene presente en mi corazón y en mis pensamientos.