𝐋𝐈𝐍𝐃𝐎 𝐎𝐌𝐄𝐆𝐀 ⎯⎯⎯⎯⎯⎯ TARTAGLIA X MALE READER

O8

—Hey, ___________.

—¡Tenemos correspondencia para tí!

—¿Tartaglia? Pero se acaba de ir. -Miro confundido como las chicas se acercaban a él sosteniendo una carta que le fue entregada.

—Es de Inazuma. Nos la entregó una señora para tí.

—¿Inazuma? ¿Y la captura de visiones?

—Ya no hay. La nación se volvió libre otra vez. -Le informó Lumine mientras que veía como Paimon se acercaba a él para ver el contenido de la carta.

De igual manera la curiosidad le ganó acercándose a ellos para leer.

—... Por casualidad, ¿Ustedes iran a Inazuma de regreso?

—S-Si... Tenemos asuntos urgentes. -

........

Miro una última vez el puerto de Liyue vacío a esas horas de la noche.

No había casi nadie. Solo algunos guardianes de la geoarmada, unos cuantos trabajadores y la tripulación de aquel barco de la alfa.

Por alguna razón que no lograba comprender se quedó ahí parado esperando por alrededor de 30 minutos, bajo el frío del puerto y la oscuridad casi completa de la noche.

No fue hasta que Beidou le dijo que ya iban a partir que regreso a la realidad mirando por última vez el puerto para subir al barco rumbo a Inazuma.

........

—¡¿Cómo que tampoco está en la ciudad?! -Preguntaba ya preocupado y desesperado el alfa mientras que veía como sus soldados a cargo temblaban pensando en su enojo.

—N-No hay ningún rastro de él señor.

—¡No pudo desaparecer de la nada! ¡Hagan bien su trabajo y busquen por todo Liyue, las montañas, los bosques, Mondstadt! ¡Tienen que encontrarlo, si no lo encuentran mejor dense por muertos!

-¡S-Si, señor! ¡Con permiso! -Respondieron al unísono antes de salir hechando prisa de la habitación dejándolo solo nuevamente.

En la habitación solo se sentía la furia y el aroma asfixiante del alfa quien aún no podía creer que el amor de su vida haya desaparecido de la nada.

Esa mañana cuando fue a la casa del omega. No lo encontró en su habitación al igual que la mayoría de sus pertenencias, cuando fue a preguntarle a la vecina esta le dijo que no había visto en todo el día a su amado y para colmo, no veía a Lumine y Paimon por ningún lado.

No pasó mucho tiempo hasta que él mismo salió de aquel lugar para empezar a buscar por su cuenta.

........

No había nada. Ningún rastro o señal.

Lo único que le quedaba por hacer era preguntarle a Zhongli y eso es lo que estaba por hacer. Se estaba encaminando a la casa de Té a la cual este frecuentaba. Fue como un rayo de esperanza haberlo visto ahí sentado en una mesa frente al escenario.

—¡Zhongli! -Le grito llamando su atención empezando a correr hacia él subiendo las escaleras de un saltó.

—...¿Sucede algo? -Pregunto al ver como casi se desplomaba ante él el Fatui.

—¡No encuentro a __________ por ningún lado! ¿Crees que le haya pasado algo? ¡¿Y si alguien lo secuestro?! ¡¿Deberia de empezar a pegar carteles e informar a la gente sobre una recompensa por encontrarlo?!

—¡Calmate! -Le grito enojado haciendo que como perrito regañado el alfa le obedezca rápidamente. Se acomodo su traje antes de pensar detenidamente en la situación. —Creo que escuche que se iba a ir a Inazuma por asuntos familiares.

—¿Qué? ¿Y-Y eso a que hora fue? ¿Por que yo no sabía nada?

—Lumine y Paimon me preguntaron ayer por _________, cuando les pregunte el porque dijeron que tenían una carta para él y hoy acabo de escuchar que el barco de Beidou zarpó en la madrugada junto a __________ y ellas se fueron rumbo a Inazuma. Deberías de quedarte aquí a beber té seguido, los chismes salen más rápido que el pan caliente.

—¡Señor! ¡Le acaba de llegar una carta! -Tan rápido como lo escucho agarro la carta con esperanza.

Su sonrisa se fue desvaneciendo hasta otra vez aparecer al finalizar de leerla.

—¡Él y yo estamos destinados a estar juntos, Zhongli! ¡No puede ser simplemente una casualidad!

—¿Buenas noticias?

—Exelentes noticias. ¡Me voy para Inazuma! -Grito con entusiasmo mientras que confirmaba una vez más lo que él mismo había dicho.

Estaban destinados a ser alfa y omega.