𝐋𝐈𝐍𝐃𝐎 𝐎𝐌𝐄𝐆𝐀 ⎯⎯⎯⎯⎯⎯ TARTAGLIA X MALE READER

18

—Bien, este es el plan. Tú distraes a Zhongli y yo entro por la ventana.

—... ¿Seguro de eso? 

—¿No tienes valor? -

Fruncio el ceño al escuchar la tonta provocación infantil. —Ya, ya, esta bien. Pero si algo sale mal será tú culpa por el plan tan patético que propones. -Advirtió empezando a caminar hacia la puerta dándole leves golpes hasta que de esta salió el alfa.

Señal que hizo que Tartaglia saliera de los arbustos sin hacer ruido para irse hasta el jardín de la casa y empezar a subir el árbol que había en este al ver que la pared era tan liza que no dejaba ninguna manera de escalarla. Al llegar al tope de propuso a empezar a gatear por la rama que daba cerca a la ventana. De un salto y haciendo equilibrio llegó al balcón mirando la ventana cerrada al igual que la cortina blanca. Intento ver a través de esta antes de empezar a forsegear la ventana en un intento de que esta se abriera.

Cosa que hasta a él le sorprendió que sucediera ingreso a la habitación levantando levemente la cortina para ingresar.

Puedo sentir el sabor amargo del aire mientras que caminaba por la habitación pisando con sorpresa los pedazos de espejo rotos hasta que escucho un leve sollozo proveniente del baño. Con temor y pasó lento de acerco a este notando la puerta entre abierta asomo su rostro ahogando un chillido.

—¡_____________! -Tan rápido como lo vio corrió hacia este viendo como se giró a él levanto su cara húmeda del llanto para verlo. —¡¿Quien te hizo eso?! -Pregunto corriendo a este al ver cómo una cicatriz en su mejilla derecha. —¡¿Qué te paso?! -Pregunto nuevamente preocupado al ver los puños rojos del Omega quien se dejaba tocar y examinar con la mirada por él alfa.

—¿Qué haces en mi casa?... Perdón, no me siento bien, ¿Si? -Hablo en voz baja y temblorosa intentando ocultar con sus manos si cicatriz del alfa con temor.

—¿Sucedio algo en tu trabajo? ¿Acaso te hicieron algo? ¿Porque tu cuarto esta así? ¿Por que tienes esa cicatriz en tu cara? -

Con duda miro al alfa pelirrojo, sabía que este no se iría de ahí sin obtener las respuestas que quería. Aunque algo dentro suyo le decía que no dijera nada porque sangre recorrerán las calles de Liyue.

¿Quizas era porque el alfa frente suyo era un Fatui? Podría ser.

—S-solo fue un accidente, ¿Si?... Estaba peleando con unos tipos y-... Y yo por accidente sali herido. -Mintió intentando suavizar el verdadero asunto. —Esta horroroso, ¿No?

—Oh, no, no, no. No esta feo. -Negó rápidamente con preocupación mirando a su Omega con amor ante el miedo de este olvidando por un momento su propio mal. —Esta hermoso, mi vida. Todo lo que este sobre tí, es hermoso ante mis ojos. ¿Cómo podría ser horrible algo así? ¿Cómo podrías ser feo para mí si yo te amo en esencia? ¿Cómo podrias atreverte a utilizar la palabra "horroroso" cuando estamos hablando de tí? -Pregunto dando una leve sonrisa acariciando con su pulgar la cicatriz antes de llenarla de besos sin descanso hasta que escucho la risa de su amado que provocó su propia risa sin dejar de tomarlo de las mejillas juntando su frente con la ajena. —Te amo y lo sabes, ¿Por qué una simple cicatriz me haría verte horrible? Mi amor por tí no se trata de lo físico, va más haya de eso. Te amo por lo que eres, por la sensación de tranquilidad que me das, lo fácil que es amarte al instante, la forma en cómo me haces sentir, tu forma de ser, el cómo me haces querer ser mejor por tí, la alegría que me das, que no te dejes conquistar fácilmente, que quieras seguir trabajando apesar de que yo te puedo mantener. Amor, si tuviera que decirte todas las cosas que pienso de tí, estaríamos aquí parados durante varios milenios. -Confeso con una risita mientras que miraba a los ojos de su amado, aún rojos del llanto que lo atormentaba. —Créeme, esto no cambia nada. Solo me hace amarte aún más por lo fuerte que eres.

—Ya basta... Me vas a hacer llorar otra vez. -Pidió sonriendo levemente aunque sus ojos volvían a llenarse de lágrimas que amenazaban con derramarse una vez más por culpa de las palabras del fatui.

Una suave risa consiguió en respuesta junto a pequeños besos que secaban sus lágrimas y con eso sus labios encontraron su camino. Al lugar donde pertenecían en un suave beso que habían esperado desde hace semanas para calmar sus temores.