Misión

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- ¡Tonta! -me golpeó en la espalda con su bastón sin parar de gritar- ¿como te atreves a desobedecerme?

Mi máscara escondía mi sufrimiento. Y lo agradecía. Pero mi cuerpo es autónomo y no pude evitar soltar gemidos de dolor mientras sus pies se impactaban contra mi estómago. Tirada en el suelo, en el que alguna vez me arrodillé ante él, jurando mi lealtad y con la esperanza de obtener respuestas.  Ahora me retorcía de dolor en el.

- ¡Que sea la última vez que me desobedeces mocosa! La próxima vez no tendré piedad.

Él jamás había sido tan duro conmigo, siempre fui fría, calculadora y obediente. Sabia que me había estado descarriando últimamente y me arrepentía de ello, pero me preguntaba en mi interior si era lo correcto porque a pesar de ello, me estaba divirtiendo con mis amigos, mis compañeros y con Sai. Sai, perdóname.

Danzo abandonó la sala de castigo y cerró con un gran portazo detrás de él. Intenté recobrar la compostura, pero me fue imposible, me quedé por un tiempo acostada, pensando en si era peor seguir aquí o retractarme de todas mis promesas del pasado.
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- Irán a la aldea de la arena, necesito que traigan los pergaminos dorados -ordenó la hokage-

Sai, Naruto, Sakura y el equipo de Gai sensei escuchábamos atentamente sus indicaciones. Intenté mantener mi costado derecho firme, pero el dolor era recurrente.

- Lady Tsunade -le llamó la pelirrosa- ¿porque irá con nosotros?

Claro, yo no soy de sus equipos.

- ¿Que importa eso? -habló esta vez Neji-

- Solo me preocupo como cualquier ninja por su misión, necesitamos personas competentes -respondió de golpe-

- _____ conoce los caminos de noche y es buena manejando situaciones de espionaje -aclaró la hokage mirando a la chica- Retírense, partirán al anochecer.

Todos salimos de la oficina, y cada uno se dirigió a su respectivo equipo, pero TenTen se acercó a mi lado intentando socializar.
Noté la mirada de Sai quien se encontraba al lado de Naruto. Sus ojos lucían igual de prolijos que siempre, pero esta vez me miraba distinto. Y parecía querer acercarse, pero tomé a TenTen del brazo y me dirigí corriendo hacia la salida con ella, eso bastará para evitarlo por ahora.
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- ¿Podrías guardar mi equipo en tu mochila por favor? -me pidió de forma amable Neji-

- Claro

En mi maleta se encontraba mi traje especial para las misiones de ANBU y mi máscara. Había olvidado sacarlo por la prisa que tenía cuando salí de mi departamento.

- Dámelo -le pedí mientras trataba de ocultar mi nerviosismo-

Me miró confundido, pero se limitó a entregarme sus vendas y equipo de defensa. Cerré de inmediato mi mochila y me adelanté a todos para poder guiarlos por un camino más rápido.

- Bien, como saben, esta misión es para ir por los pergaminos a Suna. Gaara estará en la entrada esperando para recogerlos. -hablaba mientras acomodaba mi banda ninja- Pero debemos estar atentos al camino, suele haber muchos maleantes por el atajo al que nos aproximamos.

Todos asintieron sin cuestionar mi liderazgo en la misión porque a pesar de contar con menos experiencia que el resto, mi cualidad para manejar asuntos de forma discreta era la mejor y eso solo lo sabía Lady Tsunade.

- Creo que sería mejor que nos dividamos, así evitábamos hacer mucho ruido -propuso TenTen-

- Me parece buena idea -dijo Sakura-

- Somos impar, vayamos en parejas y el resto continúe con su equipo -hablé esta vez yo-

Les tracé un mapa a cada uno para que pudieran avanzar sin problemas entre las cascadas del bosque, atajo más rápido para llegar a dicha aldea.

- Bien, vamos TenTen, Lee -dijo Neji mientras guardaba sus kunais en sus bolsillos para armas-

- Oye Lee, el último que llegué pagará el ramen de mañana -le retó Naruto plantándose frente a él con una sonrisa, seguro de sí mismo-

- ¡Aceptó el reto! -su sonrisa se ensanchó aún más y yo no pude evitar soltar una pequeña risa ante sus juegos-

Sakura sería mi pareja por ahora, lo que pareció no convencerla mucho de los emparejamientos. Pero era la mejor opción para que pudiera conservar su equipo médico en buen estado dentro de mis mochilas equipadas.
Cuando volteé para dirigirme a mis maletines, Neji me miraba sorprendido desde el suelo en cuclillas.
Y yo le dirigí la misma mirada.

- ¡Neji! Es hora de irnos, no quiero perder ante Naruto -le gritó Lee mientras se alejaba saltando y haciendo pasos extraños, mismos que desesperaban a la chica de moñitos-

El hyūga sacó sus debidas pertenencias de mi maleta y se fue, no sin antes dirigirme una mirada de confusión. Yo solo me limité a seguirlo con la mirada.  Preocupada

Me había descubierto.

- Es hora de irnos -me dijo la chica de cabello rosado mientras se me adelantaba-

- Espera

Corrí hacia mi mochila y la cerré bien para evitar otro error más. Naruto y Sai se habían marchado ya.

Ya habíamos caminado unos cuantos minutos.

- Bien, debemos dirigirnos hacia el río, desembocará en las cascadas y será más fácil llegar -apunté hacia el agua que corría a unos metros frente a nosotras-

Mi compañera se limitó a asentir. El camino estaba siendo un poco incómodo.

- Oye Sakura -rompí el silencio-

Volteó a verme esperando a que siguiera hablando.

- Mira, sé que estás molesta conmigo, pero quisiera hacer las pases contigo, al menos por el equipo. No quiero incomodarlos -suspiré y rasqué ligeramente mi cuello en la parte de atrás-

Escuché que suspiró y se sentó en una roca que se atravesaba por nuestro camino. No habló por unos minutos y eso me preocupo.

- Hey, ¿estás bien? -traté de acercarme a ella-

- La que debe disculparse soy yo -habló en un tono bajo mientras desviaba la mirada, lo que hizo que me detuviera- He sido muy injusta contigo

Mi vista se quedó congelada en su rostro, sin esperar esa respuesta de su parte.

- Lo lamentó -dijo-

- Sabes, Sasuke fue un gran amigo y lo seguirá siendo -le comenté de forma sincera mientras le sonreía-

- Lo sé -sonrió débilmente- y si fuera más que eso no debería molestarme. Es solo que -sus brazos se dejaron caer a sus costados mientras recargaba su peso en la gigantesca piedra y bajaba la cabeza, pensando en que decir- Sasuke es muy importante para mi, yo lo quiero. Y pensé que quizás tú habrías  sido alguna de las causas por las que decidió irse. Pero me equivoqué. Después de todo él siempre fue muy solitario.

- Lo conoces bien -le respondí-

Me dirigí hacia el árbol que se encontraba enseguida de ella y me tomé la molestia de recargarme sobre el. Reflexionando y analizando sus palabras.

Continuó.

- Creo que lo que más me enfurecía era su cercanía contigo en aquel entonces y me molesté conmigo misma por no poder lograr lo mismo que tú con él. En realidad me he portado fatal contigo y lo lamento. De verdad. -se encogió sobre si misma-

- Sakura, debo decirte que me lastimaste con tus palabras, sí. -sus hombros se alzaron avergonzada, tratando de ocultar su rostro con la ayuda de su cabello- Pero, supongo que lo entiendo. De verdad espero que pronto podamos encontrar a Sasuke y ayudarlo, es todo lo que me interesa. -tomé su hombro y volteó a mirarme, estuvimos así unos segundos más hasta que ella suspiró y tras esto sonrió sin despegar sus labios-

- Ahora entiendo porque Sasuke hablaba tanto de ti -me dijo sin quitar la sonrisa de su rostro-

Su comentario me había hecho sorprender, pero inmediatamente sonreí al saber que ya todo se encontraba bien entre nosotras.

Mi arte - SaiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora