Capitulo nueve: la vida está hecha de luces y sombras.

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A varios kilómetros de la mansión Wang se oían gritos desgarradores, lamentos profundos, suplicantes voces que salían del interior de una cabaña internada en un profundo bosque, Xue Yang y Meg Yao, usaban su bien aprendido método para extraer la verdad de las personas inflinjiendo castigos corporales y sicológicos a los pobres infelices que han tratado de lastimar a Wang Zhan desde que llegó a la mansión Wang en los brazos de su alfa.

Hasta ahora habían impedido ya 20 ataques hacia la seguridad del Omega pero hoy algo fallo, los muy tenaces burlaron la seguridad para colarse en uno de los automóviles que iban en caravana vigilando el viaje del chico embarazado al hospital, se estamparon con dicho vehículo detrás de la camioneta del Omega los otros dos vehículos se interpusieron cuando trataban de dar el golpe final del lado donde iba Zhan para terminar con el trabajo, cosa que desestabilizó su auto, los frontales llegaron a cerrarles el paso, trataron de  suicidarse con pastillas de cianuro, pero solo dos lo lograron quedan cuatro personas más a disposición de los jefes de seguridad de la familia Wang.

Su jefe estaba furioso seguramente,les esperaba un severo castigo por permitir a esos estúpidos acercarse tanto,  mandando al pobre niño a permanecer en reposo absoluto, si definitivo en cuanto regresarán con el informe, tendrían que afrontar las consecuencias de su terrible descuido.

Por ahora solo tenían que seguir presionando las partes del cuerpo que tenían a medio terminar para que los otros que miraban con horror, casi perdiendo la cordura soltaran lo que necesitaban, que era el quien y por qué estaban atacando al omega,luego de dos desmayos, cuatro convulsiones,un sin fin de veces de vomitar, debido a la terrible escena que estaba presenciando, se quebró el beta que quedaba de los cuatro, que habían capturado se rompió en llanto, súplicas diciendo que diría todo solo pedía una muerte rápida y sin dolor.

No quería nada más, sabía que si no lo acaban ellos, seguramente el que los contrato para llevar a cabo el atentado si lo haría, en circunstancias normales el pediría un trato pero después de ver la frialdad, la saña con la que trataron a sus compañeros no le quedaba duda que esos dos no eran humanos, eran diablos expulsados del mismo infierno.

Xue Yang un niño alfa huérfano de padre y madre que el padre de Yibo y Zhuo Cheng rescató de las calles y Meg Yao un chico nacido y vendido como prostituto debido a su condición omega rescatado, educado para ser el jefe de seguridad de los hijos del jefe Wang. 

Aqui Xue Yang:

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Aqui Meg Yao:

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Wang Zhan, El Omega Del Señor Wang Donde viven las historias. Descúbrelo ahora