𝟏𝟒

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—¿En serio aún tienes interés en él? —Ni-ki jugueteaba con algunas pulseras que había dejado en la mesa del salón.

Habían pasado algunos días desde que habían hablado con Chan y comenzamos a mensajearnos. Había quedado con él para ir al cine.

—Bueno, tú lo sabes. Siempre....me ha gustado.— Ni-ki comenzó a bufar. Sabía que nunca le había gustado Chan. Lo había intentado todo por llevarse bien con él pero nada. Al menos, no se metía con él, simplemente pasaba.

—Lo sé, lo sé. Por desgracia.—miré a Ni-ki con una mezcla de  humor y maldad—¿A que hora vendrás?

—Me dijo que mañana tenía que hacer unas cosas temprano. Supongo antes de las 11. Por algo hemos quedado tan pronto.

—Te guardaré pizza por si acaso.

Abracé a Ni-ki antes de irme y salí por la puerta. Había quedado con Chan en un parque cercano a la universidad.

Caminaba algo nerviosa, pero no era nada en comparación a los nervios que tenía cada vez que iba a ver a Jake. No había mariposas. Trataba de preguntarme e intentar responderme a mi misma el porqué de aquello.

Sabía perfectamente que el chico que me gustaba era Chan, pero por alguna extraña razón, Jake me hacía sentir diferentes cosas. Cosas que no había sentido antes, como curiosidad, ansias de algo, nervios constantes, comodidad...

Y no le encontraba sentido ninguno.

Lo peor, es que esas sensaciones no vinieron a mi a raíz del beso, sino a raíz de conocerlo. 

Quedé tan sumergida en mis pensamientos que por poco me paso el parque. No había nadie excepto dos ancianas y sus respectivos nietos.

Miré hacia todos lados por si veía a Chan, pero no había rastro. Supongo que me tocaba esperar.

Pasados algunos minutos, Chan apareció con la respiración algo agitada. Parecía que habían venido corriendo.

—Siento el que tuvieras que esperar. Tuve algunos problemas que debía solucionar.

Le dije que no pasaba nada y Chan me dio dos besos como forma de saludo. Para ser sincera, no me esperaba aquello, pero me gustó.

Durante el camino hacia el cine, no parabamos de conversar sobre múltiples cosas. Lo estaba pasando realmente bien, Chan era todo un caballero y encantador si se lo proponía.

Me gustó aquella sensación que tenía, sentía que me confirmaba a mí misma que quién me gustaba era Chan, no Jake.

Y eso de una forma u otra era algo extraño, si se supone que ya lo sabía yo misma, no necesitaba tener que decirmelo a mí misma otra vez. No me comprendía.

Salimos de los cines y fuimos a tomar algo al centro comercial. Me lo pasaba realmente bien con él y me reía mucho.

—Tengo.....algunas cosas que solucionar y no puedo estar más tiempo aquí—  Chan miraba hacia todos lados como si lo estuvieran observando u ocultara algo— así que no puedo invitarte a cenar. ¿Nos vemos otro día?

—Claro.—  sonreí y Chan se acercó a mí. Dejó un ligero beso en mi mejilla y se marchó.

Por una vez en días, mis pensamientos eran sobre lo que ocurriría a Chan, y no sobre Jake.

Me dirigía a casa pensando en lo bien que había ido la tarde. Pero debía de ser honesta conmigo misma, y es que, no tenía el mismo sentimiento que imaginaba que tendría si algunas vez quedaban con Chan. Estaba contenta y alegre, sí. También tenía sentimientos por él, sí. Pero era como si cada día que pasara, esos sentimientos se iban reduciendo o cambiaran. Y no me gustaba o no quería entender que estaba sucediendo.

Sin saber cómo, aparecí por el parque de las canchas y pude divisar a Jake.

Mis mariposas parecieron despertar de una especie de siesta al asimilarlo y yo sonreí como una tonta mientras me acercaba a él. Ni siquiera era consciente o pensaba lo que estaba haciendo, supongo que me dejaba llevar por lo que sentía o quería hacer en ese momento.

—¿Siempre vas con sudadera? —pregunté riendo y Jake se giró para esbozarme una amplia sonrisa que en mi opinión, era preciosa. Un escalofrío— no sé si debido al frío o a la sonrisa de Jake— recorrió todo mi cuerpo e hizo que guardara mis manos en el bolsillo de mi abrigo y Jake pareció darse cuenta.

—¿Y tú siempre tienes frío?— Jake parecía desafiante, pero con esa sonrisa pícara característica suya.

—Imbécil.

—Ya, ya, pero este imbécil te regala sudaderas preciosas.—  Y no podía negarle aquello— ¿A dónde vas tan coqueta

—Ehm.—cogí una buena bocanada de aire, no quería decirle a Jake que había quedado con Chan, pero tampoco podía mentirle— Bueno, quedé......con Chan....esta tarde, ahora iba para casa.

Jake asintió y miró hacia abajo, su mirada parecía perdida. Cogió su balón y comenzó a tirar canasta. Me sentí realmente mal y no sabía exactamente el porqué. Se giró y sin esperar aquello sonrió.

—¿Y no te acompaña a casa? vaya caballero.

No entendía ese cambio, pero me gustó. Sonreí y Jake recogío sus cosas y se propuso acompañarme, y mis mariposas comenzaron a saltar.

Durante el camino, Jake y yo bromeabamos sobre cualquier cosa o nos picabamos, y eso me hacía sentir exageradamente bien.

— Y.....¿Qué tal la cita?— Jake parecía tímido al formular la pregunta.

—¿Cita?—yo misma me sorprendí, ¿aquello era una cita? se suponía que sí, pero yo no lo consideraba así.—Simplemente quedamos. Fue... divertido.

—Ya, me alegro.— Jake contestó bastante serio y recibí aquello como celos. Y no debería, pero esos celos me hicieron sentir algo dentro. Algo, ¿Bueno?

Llegamos a la puerta de mi edificio y nos quedamos allí parados.

—Espero que tu día haya sido bueno con.....Chan.

Jake se despidió y dio medio vuelta para irse. Iba botando su balón.

—Jake—  él se giró y me miró algo despistado. Me acerqué a él sin pensarlo y le di un beso en la mejilla. Volví a la puerta y él parecía algo perdido ante lo que acababa de hacer—  Gracias.

 Subí a mi departamento y me apoye en el ascensor como una tonta medio arrepentida de lo que había hecho hace escasos segundos.

Pero lo que Jake no sabía, era que mi día había sido completo, gracias a que lo había visto a él.




˗ˏˋ𝐇𝐨𝐨𝐝𝐢𝐞;; 𝐒.𝐉↬💌Donde viven las historias. Descúbrelo ahora