—Ni-ki, me quiero amputar los pies. ¿Me puedes decir a dónde vamos?
— Ya llegamos, aguanta un poco más exagerada.
No, nada de exagerada. Llevávamos como una hora y media andando por el medio del campo. Sin contar el hecho de que llevábamos equipaje para todo el fin de semana.
Ni-ki me había comentado que tenía una sorpresa para el finde, pero no había llegado a decirme ni el qué, ni dónde. Aun que, viendo por el sitio por el que me llevaba, lo podía imaginar.
A lo lejos se podía ver como había una cabaña y deseé que fuera ese lugar al que íbamos, primeramente porque no podía aguantar más el dolor de pies, y segundo, se veía bastante bonita.
En el porsche de aquella cabaña, podía distinguir a dos personas sentadas; Heeseung y Jake.
Ya tardaban en aparecer aquellas mariposas. Aunque, eran mariposas, con una mezcla de culpa y arrepentimiento por algo.
Nos acercamos y ellos seguían sentados. Estaban observándonos y reían por la escena de Ni-ki sonriendo, sacándome como 10 metros de diferencia y yo con mi cara de cansada.
—¿Han venido andando desde casa?— Heeseung parecía que iba a echarse a reír en milésimas de segundos.
—Exacto.— respondí incorporándome.
—¿No hubiera sido más fácil venir con nosotros en coche o taxi?— Jake me miró con una media sonrisa a la cuando no pude resistirme, y casi como un acto involuntario, sonreí.
—Quería que Soori andara un poco.— Ni-ki me miro y yo lo quise golpear con todo lo que pudiera, pero me contuve.
Ni-ki sacó de uno de los bolsillos de su mochila unas llaves y abrió la cabaña.
—Mis tíos tienen una línea de cabañas repartidas y me han prestado esta para el finde.
Sonrió satisfecho y abrió la puerta. Por dentro era muy espaciosa y bonita. Era acogedora y tenía calefacción. Gracias Jesús.
Faltaba Sunoo, que llegaría algo tarde puesto que tenía turno de tarde en la cafetería.
—¿Cuántas habitaciones tiene?— preguntó Jake mientras buscaba la cocina.
— Uhm, me suena que tres.
—¿Tres? Ni-ki, somos cinco personas.— Ni-ki me miró e hizo un gesto que no supe decifrar.
—Calma calma.— Ni-ki sacó su movil y buscó algo— Hay una habitación con cama de matrimonio; otra con dos camas; y otras con otras dos camas. Tú puedes dormir con Jake.
Noté como mi rostro cambiaba a otro mucha más colorado. También noté como Jake oyó aquello y vi su reacción; negó con la cabeza mientras reía. Sus ojos estaban cerrados y me pareció la cosa más adorable del día.
Al final, yo me apropie de la cama de matrimovio mientras que Ni-ki y Sunoo compartirían habitación al igual que Jake y Heeseung.
Sunoo nos llamó a eso de las ocho y cuarenta y cinco de la tarde. Mientras que él estaba de camino, nosotros decidíamos el menú de la noche.
—Yo quiero papas frita. Lo que sea, pero con papas fritas.— Heeseung saltó del sofá para rogarme.
—Yo.....un filete de carne.
—¡Sí! ¡Filete con papas fritas!— Heeseung sonreía y sus ojos brillaban. ¿Cuánto hacía que no le daban de comer a este chico?
—¿Y tenemos todo eso?
—Obvio— respondió Ni-ki orgulloso— está en aquella despensa— señaló una puerta que habían justamente al lado de la cocina.
— Bien, pues además de eso haré ensalada, banda de obesos.— me dirigí a lavarme las manos para comenzar a hacer la cena cuando escuché el suspiro de Ni-ki que daba a entender que se había ofendido.
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˗ˏˋ𝐇𝐨𝐨𝐝𝐢𝐞;; 𝐒.𝐉↬💌
Fanfiction"𝙎𝙚 𝙫𝙖 𝙖 𝙝𝙖𝙘𝙚𝙧 𝙘𝙤𝙨𝙩𝙪𝙢𝙗𝙧𝙚 𝙚𝙨𝙤 𝙙𝙚 𝙙𝙚𝙟𝙖𝙧𝙩𝙚 𝙨𝙪𝙙𝙖𝙙𝙚𝙧𝙖𝙨" ➳ Adaptación. ➳ Historia original de @woogis