Su... Su capitán (Takemichi x Male Reader)

Capítulo 04

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Un bulto se reflejaba bajo las sábanas de aquella habitación, aquel dichoso bulto comenzó a moverse cual cachorro, una cabellera rubia se asomó por aquellas sábanas dejando ver a un oji azul, aquel chico de nombre Takemichi se encontraba un poco aturdido pues se acababa de despertar de su agradable sueño. Después de haber abierto sus ojos y frotarlos, se paró de la cama sentándose en la orilla de esta misma buscando sus chanclas (guaraches, sandalias, zapatillas. Como le digan en su país) al no ver rastro de estas se tuvo que parar descalzo tocando aquel frío pisó. ¿Por qué mierda siempre desaparecen mis chanclas si nadie vive conmigo? ¿Será que hay un fantasma? Creó que tendré que hacer una limpia en mi casa, tal vez si le digo a Akkun me ayude... Pensó aquel chico rubio caminando hacía fuera de la habitación visualizando sus dos sandalias fuera de la habitación. Si, definitivamente, hay un fantasma en mi casa. Se dijo así mismo comenzando a caminar hacía la sala, una vez ahí, el rubio tomó un plato acercándose al refrigerador para después abrir la puerta de este y sacar la leche, este fue ah la mesa de la sala tomando el cereal que se encontraba en la esta, puso aquel cereal en su plato para luego vertir la leche sobre este, una vez esto preparado, tomó una cuchara comenzando a comer, era sábado así que no se preocupó en apurarse para alistarse e ir a la escuela.

Una vez éste había terminado de desayunar, tomó su celular y vio la hora 8:09 después de haber revisado la hora y comprobado que era temprano, fue hacía el baño quitándose la ropa y metiéndose a la regadera, ahí dentro dejó que el agua cayera en su cuerpo sintiendo como el agua recorría desde su cabeza hasta sus pies, después de que su cabello estuviera lo suficientemente mojado, tomó el shampoo vertiendo un poco de este en su mano para luego ponerlo en sus cabellos rubios rascando su cabeza para limpiar cualquier suciedad que hubiera en esta, aunque no creyera que tuviera algo en la cabeza pues había despertado apenas.

El peli rubio ya estaba cambiado y perfectamente alistado para pasar una tarde agradable junto a sus amigos, derrepente, a su cabeza se le vino aquella pelea de ayer, ¡claro! Hoy tengo emmm... Una ¿cita? Con ____-kun, lo había olvidado. El rubio estaba viendo la ventana de su sala pensando en aquel peli-blanco, de alguna forma se le hacía atractivo, sus ojos ámbar eran lindos, no, son lindos, el rubio dejó aquellos confusos pensamientos para después ir a su cuarto a ver un poco de televisión aun pensando en aquel peli-blanco.
    
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Mientras el rubio había tenido una mañana linda, el peli-blanco había despertado de la peor manera.
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Un peli-blanco se encontraba dormido plácidamente, aquel chico se removió pues la posición en la que estaba no le agradaba mucho, su pierna estaba fuera de la cama y su cabeza en la orilla de esta misma, se "acomodó" ahora estando en la orilla de aquella suave cama, la alarma sonó haciendo que el oji ámbar diera un brinco, cómo este se encontraba en la orilla cayó de boca no sin antes darse un golpe en la nariz con el mueble que había al lado de su cama, su nariz había empezando a sangrar haciendo que este se asustara un poco, se paró de aquel frío y liso pisó poniéndose unas pantuflas Con pequeñas orejas de gato en estas, camino con los ojos entre cerrados hacia la puerta, abrió esta comenzando a caminar hacia el baño, una vez ahí tomó el papel de baño y comenzó a limpiar su nariz, una vez la sangre dejó de salir salió de aquel baño en dirección ah la sala haciéndose de desayunar lo mismo de ayer, pero cuando este iba a vertir la leche está se resbaló de su mano y cayó a la mesa. ¡Mierda! ¿Qué acaso la vida está empeñada en hacerme la vida imposible?. Se preguntó viendo aquella leche cayendo al pisó, rápidamente seco con un trapo la mesa seguida de esta el pisó.
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