Las... ¿citas?

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Capítulo corto, 600 o 700 palabras.

Un peli-blanco y un rubio se encontraban parados viéndose fijamente, hace no más de unos 13 o 15 minutos acaban de llegar al parque en donde habían quedado de verse, aunque los dos llegaron temprano, demasiado de hecho. El rubio comenzaba a ponerse un poco incómodo por aquel silencio que los dos querían cortar pero no se atrevían, el chico peli-blanco fue el primero en hablar.

-Este, bueno Takemichi, ¿te puedo decir Michi?- Preguntó el oji ámbar, a este no le gustaba decir por un apodo sin antes preguntar si este lo podía llamar así, muy cortés de su parte, pensó el rubio dando un ligero asentimiento.

-Claro que si ____-kun, puedes llamarme como gustes.- El rubio dio una de esas grandes sonrisas que lo caracterizaban. Demasiado lindo. Pensó el albino dándole una sonrisa ante las palabras que dijo.

-Perfecto, te parece si vamos a una cafetería o ¿donde quieres ir? Ya que llegamos temprano el sol está muy fuerte.- Dijo el peli-blanco haciendo que en el contrario ya que era cierto, este había llegado a las 3:30 de la tarde siendo que quedaron a las 5:40. Sin embargo, el rubio se sorprendió al ver que el albino también estaba ahí.

-Esta bien, la cafetería suena bien, cerca de aquí hay una, esta para alla- Apuntó con su dedo índice al otro lado del parque.- Del otro lado hay una cafetería, aquí benemos siempre que Mikey-kun quiere Dorayaikis.- Una pequeña sonrisa adorno sus finos labios.

El peli-blanco asintió para luego caminar.- Esta lejos Michi... Ya me cansé.- Al rubio se le enblanquecieron los ojos al escuchar aquellas palabras.

-Ehhh pero si apenas has dado como tres pasos ____-kun.- Soltó el rubio dando un pequeño suspiro.

El peli-blanco resoplo haciendo un pequeño puchero.- Bueno, eso no tiene nada que ver con que ya me allá cansado.- Su mirada ahora se había puesto en el rubio, una gran sonrisa se implantó en el rostro del chico, el rubio sólo lo miro unos segundos para después desviar la mirada y comenzar a caminar.

Después de haber caminado tanto tiempo al fin habían llegado a la dichosa cafetería, el albino abrió la puerta haciéndose a un lado para que el rubio pasará.

-Gracias.- Agradeció en un susurro entrando al local.

-No es nada.- Dijo entrando detrás de él, una vez dentro de fueron a sentar a una pqueña mesa que estaba alejada de las demás personas. Una muchacha peli rubia se acercó a los chicos dando una pequeña sonrisa.

-Hola mucho gusto, ¿Ya saben lo que van a ordenar? O ¿les dejo la carta?- La muchacha preguntó a lo cual los dos optaron por la segunda opción, la muchacha se las dio para luego retirarse.

-¿Ya sabes lo que vas a pedir?- Preguntó el peli-blanco viendo al menor, este negó.

-No tengo idea de que pedir... ¿y tú?.

-Un Frape y amm...

_-¡Una crepa!- dijeron los dos al mismo tiempo a lo cual rieron. La muchacha había sido llamada por los dos chicos, esta se acercó tomado sus pedidos. Una vez estos tomados la muchacha se despidió y se retiró.

Los chicos estaban tomando sus bebidas mientras contaban cosas de ellos, el peli-blanco le contó un poco más sobre él al igual que el rubio. Una risa conocida por el oji azul hizo que los dos chcos voltearan a ver de donde provenía está, el peli-blanco soltó un suspiro viendo ahí a su amigo sentado con el rubio de baja estatura, el oji azul volteó a ver al contrario para seguido seguir tomando su bebida rezando para que aquellos chicos no los mirarán, el oji ámbar estaba contándole al rubio sobre la vez que estafó a su amigo y la dio una bolsa de papitas con puro aire a cambio de 40 pesos (pasos mexicanos) el rubio soltó una pequeña carcajada ante aquella historia, era divertido pasar tiempo en compañía de los dos, el rubio ya había terminado su bebida así que ya se podían retirar del lugar, el oji ámbar llamó a la chica que los había atendido pidiendo la cuenta, sólo fueron dos minutos, la chica ya estaba ahí al lado con la cuenta en la mano, el peli-blanco la tomó para después sacar dinero.

Su... Su capitán (Takemichi x Male Reader)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora