17

653 89 22
                                    

EL DESTINO Y NOSOTROS

—Veo que fuiste abandonado por Soobin.

La fémina voz resonó dentro del laboratorio. Su tono fue ligeramente burlesco. Taehyun, quien tranquilamente observaba una muestra, se sobresaltó y volteó a verla con una mueca de desagrado en el rostro, tanto por haberlo interrumpido como por hacer mención de Soobin.

—Veo que tienes mucho tiempo libre —le dijo con parsimonia y se retiró los anteojos del rostro para dejarlos descansar sobre el escritorio. La ahora pelinegra se cruzó de brazos y sonrió con apatía.

—No veo por qué te interesaría —respondió a la defensiva. Taehyun se puso de pie e imitó el gesto de la mujer, cruzándose de brazos mientras le clavaba una mirada de pocos amigos.

El parecido que tenía con Soobin era sorprendente, pero los hermanos Choi no podían ser más diferente. Yoojin era retraída, severa y brusca, mientras que Soobin personificaba la amabilidad, tranquilidad y sensatez.

—Es curioso que lo menciones, Yoojin, porque fuiste tú quien se entrometió en mis asuntos primero. Solo te estaba regresando el favor —soltó con facilidad y con la misma parsimonia de siempre. La alfa frunció el ceño y giró los ojos con una sonrisa engreída en su boca.

—Dejémonos de juegos, ¿sí? ¿Donde está Soobin y por qué no regresó contigo? —Taehyun se encogió de hombros haciéndose el desentendido.

—¿Me tomas por su niñera? Si de verdad quieres saberlo deberías preguntarle a él —Yoojin negó lentamente y se acercó a él con pasos tranquilos.

—Eres todo un bromista, Kang Taehyun. ¿Acaso omitiste la parte donde te pedí que nos dejáramos de juegos? ¿Hm?

—Oh, pero si yo nunca estuve jugando —respondió con falsa inocencia y su satisfacción fue grande al ver la expresión molesta de la alfa.

—Soobin no contesta mis mensajes ni mis llamadas —comentó entre dientes, intentando obviar el hecho de que necesitaba la ayuda de Taehyun. Pero era una desgracia que el rubio no estuviese dispuesto a revelarle ni la hora.

—Que lástima —suspiró— pero no veo cómo eso sería problema mío —le sonrió con falsedad y Yoojin profundizó su ceño fruncido.

—Creen que son muy listos, él y tú, pero no tienen idea de lo infantiles que se comportan. Han sido de esa manera desde que eran unos simples estudiantes de secundaria —Taehyun afianzó su mirada pero no respondió, no tenía caso— Si hablas con Soobin dile que papá necesita platicar con él —finalizó y dio media vuelta para retirarse. Pero antes de que se marchara Taehyun alcanzó a notar el gesto ansioso que hizo tras mencionar a su padre y la pareció curioso, incluso preocupante.

Muy en el fondo sentía lástima por ella. Desde que recuerda la había visto esforzarse por no convertiste en la sombra de Soobin, para impresionar a Kyungsoo.

No sabía si sus motivaciones seguían siendo las mismas que las de años atrás, pero a juzgar por lo desesperada que se mostraba cada vez que mencionaba a su padre y a Soobin en una misma sentencia, podía deducir que no habían cambiado mucho.

Yoojin era muy ingenua al creer que le mencionaría la plática que tuvieron a Soobin. Él mismo había dejado en claro que no quería saber nada de su padre y todo lo relacionado a él.

Se rascó el puente de la nariz y suspiró. De repente el pensamiento de un Soobin paseando por las calles de Daegu reemplazó todo presente y se le escabulló una sonrisa. Se preguntaba qué había sido de él durante los últimos días y si las cosas habían mejorado.

[...]

—Gracias, vuelva pronto —dijo el peli negro con una pequeña sonrisa. La mujer frente a él le sonrió y caminó hacia la salida donde la esperaba su acompañante. Ambos dejaron el restaurante con los brazos entrelazados. Yeonjun los observó alejarse con una extraña sensación de melancolía, la cual se esfumó casi de inmediato cuando su atención fue robada por el hombre que entró por aquella misma puerta.

𝗠𝗬 𝗧𝗥𝗨𝗟𝗬 𝗔𝗖𝗛𝗘Donde viven las historias. Descúbrelo ahora