Todo parecía algo calmado. Adam se había quedado dormido mientras las chicas estaban pasando el rato con sus amigas. Tenían mucho de que hablar, desde chismes hasta alguna opinión de algo que les pasaro en toda la semana.
Todo estaba muy tranquilo. Sin embargo algo pasó.
Adam empezó a escuchar un fuerte ruido afuera. Algo se estaba aproximando a la habitación.
Adam: ¿Ya es un poco más tarde?... Bostezo* cielos... Creo que aún puedo estar aquí otro rato... Me gusta estar aquí...
???: Por aquí están... No los guardo porque los uso para ....
Adam: ???
Adam no reconocía muy bien la voz, pero sabía que estaba buscando algo.
Adam: Otra vez es alguna de ellas... ¿Por qué no solo se relajan y ya?
Todo estaba normal hasta que escuchó.
???: Allí están.
Adam sintió como el fuerte estruendo se acercaba más donde el se encontraba.
Adam: ??? Que está pasando?!
Trato de asomarse pero de la nada su tenis se acomodo de la manera correcta, como si alguien lo fuera a usar.
???: Bien, uno... Y el otro... Esta por aquí...
Adam: Oh no!
La chica estaba poniéndose los tenis. Adam trato de correr hacia el exterior, pero nada más vio como el pie de la chica se estaba acomodando para entrar.
No sabía de quién eran. Entonces rápidamente dio media vuelta para poder correr a una zona segura.
Miró atras y vio como se acercaba el pie de la chica. Se estaba atorado un poco para entrar, pero entonces la chica empezó a usar sus manos para intentar meter su pie descalzo al tenis. Eso le dio tiempo a Adam para correr más, pero por otro lado, era una advertencia el hecho de que el pie casi no pudiera entrar.
???: Vamos... Tú puedes... Casi siempre los uso... Un empujón más..
Adam corrió hasta la punta, mientras todo en el tenis temblaba. El pie comenzó a entrar casi por la fuerza. Lentamente se acercaba a Adam.
Adam: Oh no! No habrá margen entre el pie y yo? Esto no puede ser! Donde me pondré? Piensa!
No tenía tanto tiempo, poco a poco entre más a fondo el pie de la chica. Adam quedó aplastado por sus dedos del pie de la chica. El tenis era muy justo y casi no se podía mover. Los dedos del pie estaban sobre su cuerpo, aplastandolo con una pequeña presión. Era algo doloroso, pero era el comienzo de algo que iba a pasar.
La chica se acomodo mejor los tenis pisando y caminando de un lugar a otro.
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Una Pequeña Aventura
Historical FictionEncogerse en las historias suena fácil, pero no lo es. Todo sale en mi propia casa y algunas chicas con las que no contaba...