1. Bromas

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—¡Estás loca! —medio grita-susurra Austin y yo río, corremos hasta detrás de las gradas. El entrenador toca su silbato y todos se sientan, justo donde quería, halo el cordón que tengo en mano. Lo siguiente que se es que Austin y yo estallamos en risas al ver a los jugadores de basketball bañados en mostaza. Tardamos al menos dos horas en poner allí esa bolsa.

—¡Gray! —grita Will y yo le cubro la boca a Austin para que se calle —¡esta me la pagas! ¿Me oyes?

El entrenador está molesto murmurando improperios por lo bajo, se marcha de la cancha haciendo grandes gestos con los brazos y maldiciendo a quién sabrá qué.

No aguanto más y estallo nuevamente en risas, salgo de allí a darle cara a Will aún riendo.

—Te dije que no subieras ese video de mi cantando .—Me río, se ve tan gracioso lleno de mostaza. Los otros jugadores me fulminan con la mirada.

—¡Sólo dijiste Bob Esponja!

—Como sea —. Me encogí de hombros. Nadie se mete conmigo.

—¡Will deja de fastidiar a tu hermana! A nosotros siempre nos va mal —uno de ellos bufa a lo que yo río y me encamino hacia mi clase— ¡y tú deja de meternos al medio, que no tenemos nada que ver!

Austin y yo vamos al salónde clases y cuando terminan las clases salimos de ese horrendo lugar.

—¿Viste la cara de Will?

Los dos reímos.

Veo un cartel en uno de los murales del instituto que pone que Human Diary dará un concierto el viernes.

Miro maliciosamente a Austin y él al percatarse de mis intenciones niega frenéticamente.

—¡Por favor! ¡Por favor! —. Comienzo a insistir emocionada.

—No.

Y por eso toda mi tarde se fue convenciendo a mi mejor amigo de que asistamos pero valió la pena porque al final lo logré.

Sonrío victoriosa y salto emocionada por toda la casa cuando Austin, harto de mi y ya sin paciencia murmura un bajo "está bien" entre dientes.

El concierto es en dos días, debemos hacer nuestro plan.

Bajo al primer piso en busca de algunas botanas y subo a la habitación con papitas y refrescos para ambos, hacemos chistes un rato y luego nos ponemos manos a la obra, nos quedamos haciendo nuestra movida hasta que Austin se marcha.

No puedo esperar al Viernes.

Me acuesto aún emocionada y pensando en todo lo que podría pasar hasta que me quedo dormida.

Cuando despierto el aroma del desayuno invade mis fosas nasales, con un gran humor me levanto, tomo una ducha y ya cambiada con mi chaqueta favorita decido salir de la habitación, pero antes de abrir la puerta escucho como se mueve algo encima de esta, buen intento Will.

Salgo tranquilamente por la ventana, me sostengo de la columna y fácilmente bajo, por si no queda claro, obviamente no es la primera vez que lo hago.

Sin que mi madre se percate subo a la habitación de mi hermano, busco su álbum de la niñez, lo escondo dentro de su cajón de ropa interior y salgo de allí.

Sonrío radiante.

El tarado tiene la costumbre de ver el álbum todas las mañanas.

Entro a la cocina y mi madre me mira horrorizada por mi gran sonrisa.

—¿Qué hiciste?

—Él empezó —me encojo de hombros.

Siempre me levanto primero que Will así que se debió despertar temprano, poner la trampa y volver a dormir, cuando se de cuenta de que su álbum no está en su lugar irá directo a mi habitación, olvidando que me tendió una trampa, sonrío victoriosa.

Disaster, Miss Rebel [Editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora