¿Quién dice que el dinero te convierte en una mala persona? Esa es la lección que Seungmin está a punto de aprender mientras se adentra en el mundo de los negocios junto a su nueva socia, Minha. Pero ella es mucho más que una niña caprichosa con una...
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Capítulo 29 Por favor, Minha.
Detuve mis pasos frente a mi padre, quien acababa de llegar de su restaurante, parecía tener una expresión de tranquilidad y pacificación en su rostro. Sin embargo, eso únicamente significaba una cosa: estaba tramando algo. Entonces, el terror se apoderó de mi cuerpo. Todavía estoy parada en el último escalón de la gran escalera de la casa donde aún vivía con mis padres y hermanos.
—¿Cuál es tu plan, niña?—preguntó, cruzándose de brazos y mirándome con una ceja levantada. ¿Plan? No tenía idea de lo que ha sucedido en el restaurante donde trabajaba mi falso novio, lo que me aterraba un poco.
—No sé de qué hablas, papá.
—Con Seungmin.
—¿P-plan...?
—Él me lo confesó.
—¿Qué dices...? No, eso es imposible.—respondí rápidamente.
Estaba segura de que Kim Seungmin no sería capaz de hacer algo así. Estaba muy segura, él también estaba implicado en todo mi plan malévolo, no se expondría tan fácilmente. Así que ahora estoy confundida. No quería tener un momento como el que tuve con Bang Chan en los pasillos de la universidad.
—¿Todo para qué, Myeong Minha? ¿Eh? ¿Para qué yo te deje salir con él?
—¿Qué?
Arrugue mi cara.
—Eunji me llamó para decirme que fue su culpa que hayas recaído. Después apareció Seungmin a decirme la misma cosa.
Observé el suelo de inmediato, porque estas personas están ayudándome, aun cuando, yo no estaba de acuerdo con que estén juntos por la sencilla razón de que Seungmin me gustaba.
—Papá...
—No estás castigada, pero, Minha.
—¿Si?
—Mírame.—ordenó. Tardé unos segundos, pero al cabo le hice caso.—Eres mi niña, te quiero cuidar, no quiero que seas un caso fallido, ¿de acuerdo? Necesito que seas mi mejor creación y no... te vuelvas como tu madre.
Fruncí mi cara.
No entendía lo que estaba tratando de decir con eso, pero en algo estábamos de acuerdo, yo tampoco quería ser igual que mi mamá. Sin embargo, parecía que todo lo que estoy haciendo ahora, controlando a Seungmin con el pago de la universidad, el trabajo de él y de su hermana, parecía que los estaba controlando y por eso me parecía a mi mamá, era algo que no quería seguir. De todos modos, ¿cómo me saco el amor que le tengo a él sin tener que fingir que todo está bien con la relación que tiene con mi hermana?
—Sí, papá.
—¿Me lo prometes?
—Te lo prometo.
—Ven aquí.—ordenó, acercándose a mí para unirnos en un abrazo de padre e hija.
El abrazo me daban ganas de ponerme a llorar, como siempre lo hacía cada vez que estábamos así. Nunca podía charlar sobre mis problemas y sabía que papá sabía lo que me pasaba, simplemente no sabía qué decirme y lo único que hacía era abrazarme.
De verdad, eso era lo único que importaba.
—¿Interrumpo el momento?
Una voz detrás de papá se hizo oír, entonces, vimos a Jooheon acercándose lentamente a nosotros. No venía solo, detrás de él está Wanhee, vestida formalmente y con una sonrisa de felicidad. Quizás porque había visto ese momento con papá.
—Pensé que ya te habías mudado, muchacho.
—Veo que me extrañaste mucho, papá.
—Aún parece que sigues viviendo bajo mi techo, niño. Siempre estás aquí.
—A veces pienso que no me quieres, de verdad.—frunció el ceño Jooheon.
—Deja de quejarte.
—Tú ni hables, eres la mayor y sigues viviendo aquí. ¿No te has podido casar aún? ¿Eh?
—Jódete.
—¿Me dicen qué hacen aquí?
—Honey seguramente viene a molestar, porque otra cosa no tiene que hacer al parecer. Pero yo vengo a buscar a Minha.—informó Wanhee.
