El hospital es relativamente tranquilo, la visión idílica de un centro de atención ordinaria. A menos, por supuesto, que uno sea el Jefe de Seguridad, el Enlace HPSC, cierto Detective o Aizawa Shouta, en cuyo caso uno merece un aumento y una buena taza de espresso triple porque Midoriya Izuku escapó.
Una enfermera había entrado en una cama vacía, manchas de sangre manchando sábanas blancas arrugadas donde se había soltado una vía intravenosa, esposas aún cerradas colgando de las barandillas de la cama.
La ventana estaba abierta.
Una vez que se contactó a seguridad, se emitió una alerta porque seguramente alguien podría encontrar a un adolescente delirante deambulando con una bata de hospital, pero hasta ahora no se ha encontrado nada. Solo ha pasado una hora, pero Shouta ya está desplomado en la mesa de la sala de descanso del hospital, con la cabeza entre las manos.
"Lo subestimé", gime.
"Lo encontraremos, Eraserhead," asegura Tsukauchi, con los ojos fijos en su teléfono. Tengo unidades por toda la ciudad. No puede haber ido muy lejos.
"Oh, no subestimes a Midoriya", se queja Shouta, pellizcándose el puente de la nariz. "Delirio, probablemente habría comenzado a dirigirse al lugar más seguro que se le ocurrió, y si quisiera llegar a donde sea que eso sea lo suficientemente malo, le aseguro que llegará allí".
"¿Donde sea eso?" Tsukauchi pregunta, animándose. "¿Algunas ideas?"
"Ni idea. Nada en lo que pueda pensar fuera de mi cabeza. Tal vez UA, o su apartamento. No sé. ¿Han comprobado las estaciones de tren más cercanas?
"El sistema habría marcado su identificación y nos habría hecho saber si se había subido a un tren. Habiendo estado confinado a una cama durante las últimas dos semanas, con el cuerpo ya débil, me estoy preparando para encontrarlo boca abajo en una zanja a un par de millas de aquí.
"Pero salió por la ventana del tercer piso", señaló Shouta, algo le hacía cosquillas en el cerebro.
"Adrenalina, lo más probable. Si tenemos suerte, estará cojeando con un tobillo roto y no podrá correr". Shouta cubrió a Tsukauchi con una mirada aguda ante ese comentario, y el detective suspiró. "Mira, Eraserhead. Sé que no te gusta esto. Pero los oficiales que tenemos por ahí no serán amables con él si trata de huir, así que es mejor para todos nosotros si viene en silencio".
Shouta rechinó los dientes, haciendo todo lo posible para evitar activar su Quirk por instinto. "¿Los malditos tabloides ya difundieron las noticias, entonces?"
"Han pasado dos semanas, Eraserhead", responde Tsukauchi. "Y Kamino fue nada menos que un desastre nacional. Ser declarado criminalmente loco no ha hecho nada bueno para la tenue reputación de Midoriya, ni para la de UA".
"Temporalmente loco", corrige Shouta con un suspiro, pero reconoce el punto. "...Espere."
Tsukauchi tarareó, levantando la vista de su teléfono con ojos interrogantes.
"¿A qué distancia está la mansión de Endeavor de aquí?"
Izuku guarda silencio, aunque su cabeza es un lío de contradicciones. Yamikumo había terminado su pequeño gesto táctil y se había hundido hacia atrás para que Izuku estuviera al frente, a pesar de que ambos podían navegar por la red de imágenes de CCTV tan bien como el otro.
Todoroki- Shouto? ¿Debería llamarlo Shouto? Simplemente se sentía bastante oficial y como si se estuviera cruzando un cierto límite, pero supuso que se había acomodado contra los cojines y dejó que sus ojos se cerraran a medias, el lento subir y bajar de su pecho movió a Izuku muy ligeramente de su lugar. envuelto sobre el cuerpo del otro adolescente, la computadora portátil apoyada en el brazo del sofá detrás de la cabeza de Todoroki, sus brazos entrelazados flojamente alrededor de sus hombros con su barbilla puntiaguda clavándose en la carne del hombro de Todoroki.
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Bébelo hasta el final amargo ( Terminando)
FanfictionShouta Aizawa piensa que hay algo raro en Midoriya Izuku. Ha estado pensando en eso desde que vio al niño en su salón de clases, encorvado sobre un asiento, haciéndose lo más pequeño posible. Codos apretados, nudillos callosos y ojos penetrantes. Un...