12. Sin él

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Narra Max

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Narra Max

No he podido dormir, tan solo de pensar que Evans está bajo este mismo techo me pone alerta; la mano de mi compañera de cama está en mi pecho, su cabeza en mi brazo verla dormir plácidamente me da paz, veo el reloj casi las 3am. Mañana moriré si no logro conciliar el sueño; Andy se remueve, cierto los ojos para que no sepa que no he dormido, siento el movimiento de como se para de la cama, a través de la oscuridad veo cómo sale de la habitación, mentiré si digo que no me da curiosidad. Dos minutos después de que salió, salgo.

-Se siente familiar este momento- reconozco la voz- Las mismas galletas con leche, madrugada...

-Cambia mucho para que sea familiar; no esta Dodger, no es tu casa, mi pareja está arriba durmiendo- Si supiera que la estoy escuchando.

-Lo sé, pero me trae recuerdos que estemos así- Estoy a punto de entrar a la cocina por no escuchar nada por unos momentos- No lo tomes a mal, te observe y no lo amas- ¿ese tipo que sabe de amor?

-No sabes lo que dices.

-Se perfectamente cuando ves con amor, vi esa mirada que decía a gritos "te amo" por 3 años- algo dentro de mi se está rompiendo.

-Se que han pasado sólo unos meses Chris- ¿Chris? hace rato era su peor enemigo y ¿ahora le dice Chris?- He cambiado.

-Lo noté al verte con tu familia, antes no podías estar 20 minutos con ellos sin tratar de hacer una pelea.

-Te puse primero a ti, antes que a ellos- escucho pasos- Ese fue mi error.

-¿Puedo darte tu regalo en forma de un perdón?- ¿que? - Por favor- me escondo cerca de las escaleras para ver. Van tomados de la mano, ese camisón fue el que le regale en Mónaco hace un par de semanas. Los sigo, pegó mi oído a la habitación.

Narra Andrea

No lo pensé al tomar su mano y subir, estando adentro, solos, una cama, mi corazón empezó a palpitar como un caballo que corre por su vida.

-Debo irme, no debo estar aquí- casi al tomar el pomo de la puerta, me detiene.

-Ten- volteó, me extiende una caja color negro con un moño rojo- Tómalo por favor- lo tomo, quito el moño y la tapa; siento como mi boca forma una "o" de sorpresa.

-¿Como es que...?

-Desde que lo perdiste aquella vez en el patio, me di a la tarea de buscar.

-Gracias, esto significa mucho- lo abrazo sin pensarlo, su mano cálida se coloca en mi espalda fría algo descubierta, se me eriza la piel- Será mejor que me vaya.

-Nadie te corre.

-Evans no, esto- levantó la pulsera que estaba en la caja- No cambia nada.

-No lo amas- sonrió negando.

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