14.Te entrego mi vida

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Hay teorías que dicen que existimos por un ser superior, otras de una gran colisión de estrellas; la verdad no me importa el origen

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Hay teorías que dicen que existimos por un ser superior, otras de una gran colisión de estrellas; la verdad no me importa el origen...

Narra Andrea

Decir que nunca había tenido arrebatos salvajes sería mentira, pero lo que estaba pasando ahora mismo en la cocina de esta gran casa era un nivel superior, esto no estaba en el diccionario; las palabras más cercanas serían:
Lujuria, amor, deseo, desesperación, descubrimiento...

Despegó mis labios de los suyos para tomar aire, ahora soy un poco consiente pero no tanto como para saber cómo llegue a estar arriba de la barra con la falda subida, el neerlandés está en medio de mis piernas expuestas, sin playera y con una respiración agitada, también me doy cuenta que su entrepierna se marca en el pants.

-No deberíamos- digo al tiempo que me besa el cuello- Estás lasti...- No puedo terminar porque muerde una zona sensible.

-No puedo esperar más- me mira, puedo ver llamas en sus ojos azules con la pupila deleitada como si hubiera fumado 5 porros seguidos- Te necesito.

-Yo tampoco pero tengo miedo de que te lastimes más- enredó mis piernas en su cadera para sentirlo más cerca.

-Tendré cuidado- se acerca a mi oreja- Lo prometo- el susurro seguido de una mordida en mi lóbulo hacen que sienta que me derretiré en sus manos como chocolate en baño maria.

-Vamos a la cama

-Sabes que no llegaremos- me vuelve a besar, sus manos recorren mi cuerpo por encima de mi ropa- Estoy en desventaja- como león sobre su presa desgarra la blusa vieja que tengo puesta- Mucho mejor- sus manos rápidamente viajan a mis pechos cubiertos por un bra deportivo.

-No pensé que esto pasará hoy, siempre imagine que sería con lencería de encaje- subí lo hombros riendo.

-También es sensual- levanta el bra sin quitármelo y toma mis senos con sus manos calientes, los explora- Fuck! Son hermosos- dice, apretándolos un poco como si fueran plastilina, traga saliva.

Lo separo de mi, trata de entrar en contacto de nuevo conmigo pero lo de tengo con mi pierna extendida hacia él.

-Ven por mi- bajo de la barra y salgo corriendo a todo a mi habitación, en el camino me voy despojando de mi ropa y dejándola en el suelo como migajas de pan.

-No huyas o tendrás castigo- escucho su amenaza y corro más rápido; cuando entra en la habitación estoy sobre la cama solo con una sábana rosa cubriéndome- Nunca huyas de mi nena- da pasos cortos, quitándose el pants, me asecha y eso me prende- Nunca lo hagas de nuevo- me jala de una mis piernas y se pone sobre mi.

-¿No te gusta que te rete?- digo con una voz ronca llena de deseo.

-Haces que quiera portarme mal contigo.

-Eso es lo que quiero- le doy un pequeño mordisco en el cuello seguido de una lamida- Dime Emilian ¿Que me harás?

-Oh cariño, pregunta incorrecta-me besa- La correcta es: ¿Que no te haré?- me suelta una nalgada. Nos besamos mientras aprieta su entrepierna que esta contenida por sus bóxers con la mía que esta al desnudo.

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