🏡|SooBin y YeonJun se someten a la tarea de cuidar a dos pequeños niños. Kai Kamal Huening y un niño serio con suéter de osito Choi BeomGyu. Ellos estaban felices juntos hasta que llegó un nuevo niño a la casa del Yeonbin. Un niño que hizo que el c...
Hace dos meses que BeomGyu y TaeHyun se dieron un beso, un beso del cual TaeHyun no sabe como hablarlo con el mayor. De todas las formas en las que pudo hablar con él, ninguna funcionó.
Hablar con el mayor sobre el peso iba a ser más difícil de lo que pensó.
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Todos estaban en el jardín de la casa. Las flores eran grandes, había un árbol que hacía sombra, el huerto de SooBin había dado muchos frutos y las flores seguian igual de hermosas que nunca.
TaeHyun empujó a HueningKai mientras este estaba subido al columpio. Después de eso, TaeHyun fue a checar las flores, era algo que siempre hacía cada que se sentía frutado o solamente quería desconectarse del mundo para entrar a uno llamado Naturaleza.
Que era mucho más bonito que su vida real a decir verdad.
Vió una mariposa, una mariposa que era como la misma que vio a los siete años. Cuando vio que esta se poso en la rosa sonrió y se acercó aún más para verla.
—Creo que la mariposa se acuerda de ti. —Dijo BeomGyu—.
La voz de BeomGyu lo saco de su mundo y lo miró para mirar de nuevo a la mariposa.
—Todas las mariposas monarcas son iguales, hyung. —Dijo TaeHyun—.
—La mariposa que vimos de niños es igual a esta. —Dijo viéndola—. Está parada en la misma rosa, en el mismo lugar, mismo jardín, misma hora.
TaeHyun no podía creer que BeomGyu se acuerde de cada detalle de ese día. Era realmente impresionante.
—¿Cómo estás tan seguro de eso? —Le pregunto TaeHyun después de un silencio—.
—Porque gracias a eso me dí cuenta de que sentía cosas por ti. —Soltó sin más—. Por eso me acuerdo. También porque la mariposa era muy hermosa posada en esa rosa, y cuando me dijiste que te gustan, empezé a investigar sobre estas. —Sonrió—. Y esta mariposa es igual a la que se plantó ese día. Tal vez sea otra, pero puede que sea hija de la otra.
TaeHyun rió por eso.
—Y por eso... Un día como hoy a las nueve de la mañana, me dí cuenta de que me gustas mucho. —Dijo BeomGyu—. Me gusta desde que éramos unos niños, TaeHyun.
TaeHyun se sonrojo ante esas palabras dichas por el mayor. Miró hacía otros lados, ocultando su sonrojo y después de eso, sintió como una mano pasaba por su cabello. Quitando el mechón que tenía.
—Sobre el beso que te dí el día de mi cumpleaños... Me dió por hacerlo, estaba felíz que no supe como controlar mis impulsos, espero que no te haya incomodado. —Lo miró—.
—No, de hecho... Me gustó. —Dijo TaeHyun de forma tímida—. Sólo que me tomo por sorpresa... Te volviste más fuerte de lo normal.
—Supongo que la pubertad ayudó un poco. —Dijo mirándolo—. Un poco porque ahora tengo que usar lentes.
—Pero te ves atractivo. —Dijo TaeHyun—. Eres guapo con lo que sea que te pongas... No importa sí tienes lentes, aparatos o lo que sea, eres lindo... Al menos para mí, siempre lo eres.
BeomGyu lo miró de nuevo y sonrió para acercarse y dejar un beso en la mejilla de TaeHyun:—Tú también eres demasiado lindo, Tyun.
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