15. Siempre estaremos unidos

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Dos meses habían pasado en un abrir y cerrar de ojos

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Dos meses habían pasado en un abrir y cerrar de ojos. Los hallazgos encontrados en la expedición donde habían localizado la tumba de Gun habían lanzado información importante sobre su familia y sobre el periodo en que el estuvieron con el poder del viejo Egipto. A Gun le hubiese gustado poder ayudar a desvelar tantos misterios sobre la época en la que vivió, pero se arriesgaban mucho al brindar datos y no tener manera alguna de comprobarlo con evidencia física.

Durante ese tiempo, y con la invaluable ayuda de Akhenaten, habían logrado obtener una identificación, un certificado de nacimiento y un pasaporte para Gun que ahora compartía la misma nacionalidad que Off. Resultó que había sido mucho más fácil "convencer" a las autoridades tailandesas que a las egipcias de expedir documentos sin tantas trabas legales, por lo que de faraón del antiguo Egipto llamado Deia Mon I pasó a ser un ciudadano tailandés de veinte años llamado Gun Atthaphan.

A Gun le gustaba su nuevo nombre, y le gustaba su nueva vida, pero eso no significaba que estaba dejando de lado sus orígenes y mucho menos sus creencias. Pero él era progresista, y sabía que debía adaptarse a la nueva sociedad en la que ahora le tocaba vivir.

—¿Por qué decidiste ponerme el nombre de Gun? —preguntó el faraón cuando recibió de manos de su pareja todos los documentos que acreditaban su nueva identidad.

—Durante mi infancia tuve un sueño que fue bastante recurrente en donde yo perseguía a alguien llamado así, nunca pude ver el rostro de la persona y por más que lo llamaba "Gun, Gun", éste no se detenía, seguía corriendo delante de mí —explicó Off— supongo que por aquel chico eras tú pero aún no era tiempo de encontrarnos.

—Cuando nos encontramos tú dijiste que no creías en las almas gemelas, me dijiste que eso no existía —se quejó un poco el menor.

—No era completamente yo —dijo Off sintiéndose apenado— probablemente el espíritu del antepasado de Singto entró en mí desde el momento en que el entré a tu cámara mortuoria haciéndome dudar o incluso olvidar muchas cosas, pero puedes confiar en mí cuando digo que siempre he estado buscándote.

Gun lo sabía. Akhenaten les había contado mucho de lo que sabía respecto al pasado, aunque era evidente que no podría saberlo todo. Sin embargo, las memorias tanto de Off como de Gun les habían ayudado a comprender la situación. Y a estar agradecidos de por fin haber unido sus caminos.

De momento, la pareja residía en Egipto. Habían abandonado la habitación del hotel Ramsés II y Akhenaten les había ayudado a conseguir una pequeña pero acogedora casa en renta muy cerca del asentamiento donde Off seguía trabajando como arqueólogo en jefe.

Agradecía que en ese tiempo no habían tenido noticias de Bas, pero sí de Víktor Perawat y la familia Hoffmann, sin embargo estás eran solo referentes al trabajo y a los hallazgos que habían hecho. Nada de índole personal.

—Amor —Off llamó la atención de su novio que estaba recogiendo los platos de la mesa después de la maravillosa cena que habían degustado gracias a las clases de cocina que Gun había recibido de Singto —ven aquí, deja eso por un momento yo me encargo de limpiar más tarde.

Todo Comenzó en Egipto - H.A #4Donde viven las historias. Descúbrelo ahora