El abrazo duro unos minutos mas hasta que el mas joven limpio su rostro y se separo, desde aquellas palabras del castaño Jungkook solo lloro en su pecho sintiéndose mas tranquilo despues de ello.
-Perdoneme Vicente seguro eso fue incomodo para usted.
-¿Incomodo?, ¿Por que seria incomodo?.
-Por que ver a un hombre llorar no es común.
-A la mierda lo que dice la sociedad acaso no eres tambien un humano con emociones no por ser hombre no tenemos derecho a llorar claro que tenemos derecho a llorar y llora todo lo que quieras saca todo ese peso que llevas dentro que yo no estoy aqui para juzgar estoy aquí para escucharte cualquier cosas que me tengas la confianza de contar.
El pelinegro lo veia con unos ojos llenos de admiración si que ese chico era directo cuando hablaba y le gustaba su forma de pensar era tan decidido, pero habia algo en sus ojos que tambien decia que algo por dentro no estaba bien que tambien tenia miedos y era débil.
-Ven- Extendió sus brazos- ahora me toca a mi cuidarte- tomo al castaño entre sus brazos, acurrucandolo en su pecho- Tranquilo también saca lo que tienes guardado desahogate conmigo.-
El castaño solo pensaba como se dio cuenta que el tambien queria llorar que a pesar de hacerse el fuerte no lo era.- Todos guardamos nuestros sentimientos pero los ojos no mienten y se que tambien tienes miedos e inseguridades igual que yo.
-Dijiste que llegaste a salvarme ¿por que dices eso?.
-Eee y-yo no se solo lo dije como consuelo.- Tartamudeo ya que no penso sus palabras solo las dijo, pero solo lo hizo por que queria demostrarle que todo estaria bien y que estaria alli para él.
-Ummm ya veo, pues yo tambien prometo salvarte.
-Pero ¿De que me vas a salvar?
-No lo se- dijo mientras seguía con el castaño en su pecho tan solo un momento y los papeles habían cambiado ahora Vicente se veia tan frágil antes los ojos de Jungkook solo queria protegerlo y que nadie lo lastimara, continuo brindandole acariciando su cabello hasta que sintio que la respiración de ambos se encontraba mas tranquila.
-Sabes que no puedes dormir aqui, cierto.
-Disculpa solo me senti muy bien que hasta el sueño me llego.
El pelinegro rio viendo como el contrario ya se encontraba mas lejos de el mientras se frotaba los ojos.
-Ve a dormir ya es tarde.
-No, pero nuestra platica no hablamos ni un poco de nosotros.
-En momentos como estos las palabras sobran.- Pauso para despues continuar.- Mañana hablemos todo lo que gustes hoy solo dejame admirarte.
Vicente se sentia como aquellas doncellas que se ponían nerviosas con los piropos que les decian, sentia que ardía por dentro pero sabia que el no se sonrojaba de ser asi seria mas vergonzoso.
-Seguro que no quieres hablar... esque yo queria saber más de ti.
-No es que no quiera hablar, Vicente se que te acabo de conocer y no pienses que por eso no quiero hablar me acabas de demostrar que puedo confiar en ti, pero si hablamos no habra mas pláticas despues y yo quiero seguir viendolo.
-¿Quiere volver a verme?
-¿Tú no?
-Claro que quiero, pero otra cosa no me diga vicente no me gusta mucho.
-¿Y como prefieres que te llame?
-Mi madre de dice V es de cariño para abreviar mi nombre tambien puede llamarme asi.
ESTÁS LEYENDO
"El baile de los 41"
Historical Fiction19 de noviembre de 1901, México. En aquella velada mis ojos cayeron sobre ti llevabas un hermoso vestido que combinada a la perfección con tu piel acanelada, tus faciones tan delicadas hicieron que facilmente te distinguiera hacias que las joyas luc...