19 de noviembre de 1901, México.
En aquella velada mis ojos cayeron sobre ti llevabas un hermoso vestido que combinada a la perfección con tu piel acanelada, tus faciones tan delicadas hicieron que facilmente te distinguiera hacias que las joyas luc...
El coronel le explico a su esposa lo mejor que pudo la situación del pequeño, ella no podia estar completamente feliz al saber que era huérfano de madre y su padre se los dio con el fin de protegerlo de cualquier peligro y darle una buena vida. Estaba feliz no lo negaba pero no del todo, ella queria cumplir su sueño de ser madre pero no de una manera tan cruel sentia que les habia arrebatado al pequeño cuando no fue así.
-Mi amor tranquila, piensa que estamos haciendo lo correcto ese niño si se quedaba y estalla algun conflicto podria haber sufrido mucho. -dijo para tranquilizar a su esposa que empezo a llorar.
-Pero por que su papa no vino con el, es muy cruel de tu parte permitir separarlos.
-Entiende cariño el no podia venir se quedo para ayudar al general Ōshima, pero le prometi que nos volveríamosa ver. Aparte tengo contacto con el general puedo preguntar por el señor Jeon cuando quiera, y a jungkook nunca le negaremos su origen y si la circunstancias nos lo permiten organizamos su reencuentro, es más no pienso cambiarle su nombre ese nombre es el de nuestro pequeño. -"Nuestro pequeño" que bien se oía, su sueño se volvía realidad pero no era del todo feliz es cierto se sentia igual que su esposa, como si hubieran tomado algo que no les pertenecía, ¿pero que podia hacer? Decir que no, ¿y si llegaba la guerra? ¿y a ese pequeño le pasaba algo? el lo lamentaria toda su vida.
-Amor ve el lado bueno de las cosas el pequeño tendra una vida plena en este país y si llegara a pasar algo me los llevaría al fin del mundo por protegerlos. Pero tranquila nada malo pasara y jungkook vera a su papa de nuevo.
-¿Y si su papa regresa? se lo llevara con el por que es su padre y no me negare pero se que dejará un hueco en mi corazón aun no llevo ni un dia con el pero siento que no lo quiero dejar ir, ¿soy egoista verdad?. -pregunto con sus ojos llenos de lagrimas.
El señor Beltrán no lo penso, que pasaria si el señor Jeon regresa y se lo lleva cuando ya se hubieran encariñado con el infante.
-Cariño es una posibilidad y desde que te conte sabes que el pequeño tiene un padre que podria venir por el, pero no crees que en este tiempo podemos hacerlo felíz no importa que no encariñemos recuerda que nada es para siempre y todo llega a su fin, pero tendremos el consuelo de que lo hicimos felíz. - Sus palabras dolían pero eran tan ciertas que su esposa por fin se convenció de que hacian lo correcto mientras ese pequeño fuera feliz ellos lo serian.
-Esta bien amor ya estoy mas tranquila, se que dare todo de mi, para hacerlo felíz.- Abrazo a su esposo sintiendo que la paz volvía a su corazón, se dejaria ser feliz mientras durara, aprovecharía cada instante como si fuera el ultimo.
El coronel habia llevado a jungkook a su cuarto ya que dormiria con ellos, aun era muy pequeño para que lo dejaran solo, se aseguro de que pusieran una cuna a un lado de su cama asi lo tendrian bien vigilado.
El infante quedo profundamente dormido despues de la comida, el viaje fue largo y pesado, a pesar de ser un bebe todo era extraño el no entendia la mayoria de las cosas no sabia cuanto tiempo estaria en ese lugar hasta que su papi viniera por el, no tenia que llorar tenia que ser fuerte se lo prometio a sus padres. Y que pueden esperar este bebe fue criado con todo el amor del mundo es cierto un bebe no tiene malicia alguna, pero Jungkook aunque creció nunca dejo de tener ese corazón tan puro y noble.
El crecio sin olvidar la promesa de su padre y se porto de la mejor manera posible esperando asi no faltar con su palabra.
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