Capítulo 1

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Había una chica en mi habitación.

Miré el numero pintado en la puerta y luego el papel que llevaba en la mano, en el que figuraba el número de la habitación que me habían asignado.

"Edificio A, 128"

Aquella era sin duda la habitación 128, pero tal vez me había confundido de edificio. A lo mejor debería de advertir a Kacchan antes de que subiera con el resto de las cajas.

-Tú debes de ser la nueva, ¿cierto? - me dijo la chica que ahora sonreía y me tendía la mano -

- T/n Aizawa. - le contesté con un nudo en el estómago. No me había dirigido a nadie con mi nuevo apellido, decidí cambiarlo durante las vacaciones de invierno, justo cuando acabó el juicio.

A Shota no le causó ningún problema con ponerme el de él, incluso se alegró y festejó haciendo una deliciosa comida en su casa. Es el único hombre al que veo como figura paterna de verdad.

Hice caso omiso a la mano tendida. De todas formas, tenía las manos ocupadas con una caja. ¿Qué esperaba que hiciera?

Por suerte mi habitación no es compartida. Caminé con la caja en manos hasta depositarla en el colchón desnudo.

-¿Tienes más equipaje abajo? - preguntó ella - Yo ya he acabado. Me parece que iré por una hamburguesa de doble queso. ¿Quieres una? ¿Ya visitaste el restaurante junto a la residencia? Preparan unas hamburguesas del tamaño de tu puño - Me toma el brazo y me exalto un poco - Cierra el puño - ordenó la chica.

Yo hice caso haciendo lo que me dijo.

-Más grandes que tu puño - rectifico ella. Hice que soltara mi puño jalándolo hacia mí y recogí la mochila que había tirado al suelo. - ¿Has traído más cajas? Seguro que has traído más. ¿Tienes hambre?

Era alta, delgada y tenía la piel tan pálida como la de un vampiro. Tenía el pelo corto, revuelto y de puntas. Devolví la vista a mis cosas y me puse de cuclillas para acomodar algunas.

-¡Johnny! - dijo la chica con voz animada - Mira, ha llegado tu nueva vecina.

Un chico se quedó parado en el marco de la puerta viéndome con desinterés. Tenía el cabello quebrado y rubio; llevaba consigo un batido que parecía ser de fresa. La chica se lo arrebató y bebió el contenido.

-Johnny, T/n, T/n, Johnny.

Él asintió y arrebató el batido de las manos de la muchacha acabándose lo que había en el vaso.

-No suelo ayudar a nadie y hago mucho ruido en ocasiones - dijo y tiró su basura en el cesto que tenía en la pared - Es un placer conocerte, chica nueva - volteó a mirar a la chica - ¿Vamos?

Esta se dirigió a mí.

-¿Vienes?

Yo negué con la cabeza.

Cuando la puerta se cerró tras de ellos, me senté en el colchón desnudo apoyando la cabeza contra la pared de hormigón.

Extrañaba a Dabi, me hacía demasiada falta. Solo fue hace unos días que me despedí de él, pero solíamos hacer todo juntos. Tenemos una historia como si nos conociéramos de toda la vida.

"+Trata de ser fuerte por mí. Este es tu sueño, sé que lo lograrás. Solo son unos meses."

Sólo necesitaba tranquilizarme.

Tomar toda esa ansiedad que me emborronaba la visión y empujarla a mi estómago, donde debía de estar; donde, como mínimo podía amarrarla con fuerza y fingir que no está.

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