Capítulo 3

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El mar estaba tranquilo y desde el amanecer los chicos de la isla habían estado zambullendo y buceando desde las rocas al banco de coral... parecían unos niños jugando en la orilla, pero estaban en temporada alta de pesca y para Pete era una forma de ayudar a su abuela.

- ¡PeeeeTeee!!!! – Los chicos gritaron desde abajo... Pete estaba sobre la roca, llevaba su viejo snorkel, pantaloncillos muy cortos y la cintura amarrada un bolsa de malla, había subido ya esta seria la quinta vez para dejar los especímenes que había atrapado, iba por su sexta vez cuando vio llegar la gran camioneta estacionar.

- ¿Qué vez Pete?

- Son los jóvenes amos... - dijo haciendo sombra sobre sus ojos para ver mejor... ya sabía quién era quien, se dedico a llevar comida desde el bar de su tío Long toda la semana a la escuela donde estaban trabajando.

Un chico moreno y alegre le paso el brazo por los hombros a Pete, y le hablo de manera baja, para que los demás no lo oyeran.

- Dicen que todos son gays... ninguna chica de la isla a logrado robarle ni un beso a esos... - el chico miro a Pete como si quisiera lograr alguna respuesta de ello.

- Yo que sé... - Pete miro nervioso al grupo que bajaba quitasoles, mesas y todo tipo de comodidades.

- ¿Por qué te preocupa tanto?

- M... creo que no me enojaría besarme con el amo Kinn...

- ¡Oyeee!

Pete lo empujo de manera que el chico en broma salto al agua, luego Pete para apagar las sensaciones que le venían a la cabeza cada vez que recordaba la desafortunada noche donde un borracho le dio su primer beso. Lo peor era que quien se lo dio ni siquiera lo recordaba.

- ¡Voy!!!!!!!!!! – grito fuerte, salto al agua y se sumergió, así no pensaría mas tonterías, el solo era un chico pobre y feo... nadie como uno de ellos podría fijarse en él.

Desde ese día Pete sintió que había crecido más que en el último año, de día buscaba todo tipo de excusas o trabajos que lo llevaran a la escuela, caminaba lentamente para ver al joven amo Vegas, el era de naturaleza amable, pero tímido. Pero lo peor eran las noches... llevaba los últimos días pensando en él y no contento con eso su mente le hizo soñar un par de veces con cosas perturbadoras. Llego a despertar con un deseo extraño de ser abrazado por el joven amo.

- ¡Chicos! - Grito uno tipo de pelo corto.

- Nos retan a juego de pelota... - Pete llevaba un balde lleno de erizos, ostras pequeñas y un par de caballa blancas, pero la tentación de ver de cerca a quien le quitaba la tranquilidad pudo más...- El no era un gran jugador así que quedo en la reserva. Pero sus ojos estaban clavados en Vegas.

Este no quiso jugar, solo miraba desde su tumbona, pero no por eso no seguía a la acción del partido, además... solo tenia ojos para Pete...

Kinn les invito a comer de la parrilla que sus guardaespaldas habían preparado, ellos también interactuaban con ellos, Pete en su mente pensó que seria genial trabajar para la primera familia, ellas trataban muy bien a sus subalternos. Miraba a cada lado... pero su mente y cuerpo seguían consciente del joven Vegas, era como si tuviera un imán que lo hacia escuchar y verlo sin perder un minuto.

Ya eran casi las diez y la reunión aun continuaba, Pete de mala gana se despidió y tomo sus cosas, seguro la abuela lo regañaría por llegar a esas horas. Cuando se estaba por marchar le hecho una ultima mirada al objeto de sus pensamientos. Estaba ya borracho, con la mirada baja, llevaba una camisa blanca abierta y uno pantalones de lino que lo hacían demasiado hermoso e inalcanzable para un chico de dieciséis.

I Refuse... Vegas & Pete (KinnPorsche The Series) Parte IDonde viven las historias. Descúbrelo ahora