capitulo 2

183 11 25
                                        


A

l salir del baño puso la mirada en sus guitarras una eléctrica regalo de Aioria por su 18º cumpleaños y otra española regalo de Shura por 20º cumpleaños.

Pensamiento de Milo:

"Mph... tal vez tendría que volver a tocar y a escribir canciones"

Ya vestido salió de su habitación y se dirigió a la salita donde se encontraban todos los caballeros a excepción de Kiki el cual no quería hacer sufrir a Milo pues era muy parecido físicamente a Mü salvo el color de pelo y el adolescente fue testigo de lo que sufrió Milo por eso decidió permanecer en el primer templo y obviamente Shaka tampoco estaba, Milo se asombró pues solo recordaba al Viejo Maestro, sus dos hermanos, a Shura, a Aioros y a Athena pero no que el resto estuvieran allí.

- Milo - Em, esto ¿qué hacéis todos aquí?

- Aldebarán - Verás Milo, nosotros venimos a pedirte perdón.

- Milo - ¿Perdón? ¿a mí? ¿por qué?

- Saga - Si a ti Milo.

- Kanon - Pues por todo...

- Milo - ¿por todo? ¿qué todo?

- DeathMask - En primer lugar, por dejarte de hablar.

- Aioria - Incluso en las misiones...

- Aioros - Por dejarte preso en esa relación tan tóxica.

- Shura - y no ayudarte cuando pedías, suplicabas ayuda con la mirada...

- Camus - Ninguno imaginamos que Mü fuera así y mucho menos que ...

- Afrodita - Nos tuviera amenazados, bueno a la mayoría...

- Milo - Pero chicos ¿A qué viene esto?

- Dohko - Viene a que todos nos sentimos mal por no plantar cara a un caballero que se pasó de la raya, nos come el alma ver cómo te matas cada día, con tanto alcohol y ni hablar de todas esas mujeres y hombres con los que te acuestas y al día siguiente ni te acuerdas... Nos duele ver cómo te sigues hundiendo por culpa de ese malcriado de Mü.

- Milo - Yo...Viejo Maestro...

- Shura - Milo... ¿esto que es? - Shura se acercó al mueble-bar y vio un par de bolsitas blancas con otro par vacías y un poco de polvo blanco esparcido en la mesilla junto a una tarjeta de crédito y un billete enrollado - ¡MILO! - Shura grito furioso, Milo no contestó - Milo dime que eso es de alguno de tus ligues - Entonces Milo levantó la mirada, sus hermosos ojos azul turquesa estaban rojos rebosando lágrimas.

- Milo - Shu... Shura - Milo estaba convencido de que lanzaría Excalibur contra él, pero lo que hizo no se lo esperaba.

- Shura - Maldito idiota - Si, Shura abrazó al bicho - juro que encontraré al hijo de puta que te vendió esta mierda y lo enterraré con mis propias manos.

- Milo - ¡Espera Shura! - Milo se puso de pie - ese tío no tiene culpa, soy yo el que fui a buscar esa mierda para...para... olvidar - Giró su cabeza no se atrevía a mirar a nadie - pero... no sirvió de nada...

- Aioros - Milo, no te preocupes, ya estamos aquí y esta vez no te vamos a fallar.

- Milo - Aioros no lo entiendes - esta vez lo miró a los ojos, dolía ver esos hermosos ojos hinchados, rojos y llorando - tomé durante varios meses esa mierda para olvidar todo lo que sufrí con Mü y no sirvió de nada, todos los malditos recuerdos siguen ahí y duelen como el primer día, llevo meses con esa mierda y ni siquiera mis hermanos se dieron cuenta - se volvió a sentar mientras Camus y Afrodita se sentaron a su lado muy apenados por la confesión de su hermano - Chicos, Viejo Maestro, Señorita Athena, soy una deshonra como caballero, merezco el peor de los castigos.

Lazos irrompiblesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora