confesiones

"Sin Dios"

Quiero traer una frase de San Pablo en una de sus epístolas donde – dice: – Porque no hago el bien que quiero, sino el mal que no quiero, eso hago. Rom 7,19.
lo importante es reconocer que la debilidad me llevo a tales actos que ahora me hacen sentir un poco incómodo, quizás no es culpa mía y tal vez por las cosas que pasan en la sociedad, tampoco quiero culpar a nadie debo de aceptar mi error y esos errores que cometí me traen desgracias hasta el día de hoy. porque hay muchos como yo desesperado por encontrar algo mejor y sentirse satisfecho, porque la verdad en la sociedad encontramos de todo, y no los culpo están poseídos por sus pecados y segados y sufren de todo tipo de cosas, quizás hacen cosas que no les gusta, pero ya están acostumbrados y para ellos es normal, pero debemos de reconocer que somos nosotros mismo los que aceptamos y si estoy sufriendo es por mí y yo decidí hacerlo, pero ya no hay nadie que me condena, el que me condenaba día y noche ya es vencido, Dios quiere perdonarme debo perdonarme a mí mismo. Para no seguir sufriendo, en él, encuentro la paz.
 --Dios me dice --: yo estoy aquí para amarte con tus defectos aceptarte si la sociedad hoy te desprecia, ven samaritano hasta mi mesa. Ni castigarte es mi fin, si no mostrar mi gloria en ti. Yo estoy aquí para amarte y tus heridas curarte hambriento pobre, preso y sin abrigo quien te desprecia a ti lo hace conmigo. Y no solo los presos, pobres sino en la actualidad todos tenemos los mismos derechos, pero si tú te desprecian no te preocupes Dios mismo es el que desprecian porque nosotros somos templos de Dios y como templos debemos cuidar de nuestras vidas, nuestros cuerpos. Y si por alguna razón hemos descuidado estos templos, empecemos a reconstruirlos, para que vean que Dios habita en nosotros y no tengamos miedo, Dios quiere lo mejor de mí, y sabe lo que he sufrido por eso me llama y me dice estoy aquí te quiero amar solo déjate amar.
Hay una fuerza de dentro que me empuja hacer lo malo, pero no quiero excusarme de mis malas acciones porque la verdad, yo he decidido hacer lo malo, con mi consentimiento, y eso es lo que me llevo a la ruina, los malos, los a partas de tu vista lo dices, muy seguro mi Dios, pero en lo más íntimo me guardas; porque sabes que me amas y yo en mi también hay amor hacia ti.
Pero aun así sé que no debo excusarme, lo hecho este hecho, y como dice san pablo, hay algo que me hace pecar, un que tengo buena voluntad, pero siempre termino haciendo lo que no me agrada, y tal vez si volveré hacerlo, pero si lo hago inconsciente mente es pecado y lo sé, pero eso se puede mejorar siempre y cuando tenga las ganas de reconocer y trabajar es esos pequeños detalles.
Y una vez que mi paga fue el pecado Rm 6,23.  Lo dice pablo, estar sin Dios, muerto, si luz, sin nada, siendo nada.
Pero como pretendo ser alguien si al que debo todo lo que soy, le he fallado, no puedo ni si quiera verlo, porque está fuera de mi alcance, de mi vista, y sin querer o por mi rebeldía, deje que las cosas se terminaran de esta manera, y ahora me encuentro solo sin ti mi Dios. Y siento tanta soledad, y mucha tristeza, que no puedo explicar estoy sin ganas de vivir, porque el centro de mi vida que eres tú, no estás, lo perdí, por no hacer lo que tenía que hacer.
Lo único que tenía que hacer era sencillo obedecerte y creer en ti; fiel mente, sin importar nada, y a cambio de eso tendría todo lo mejor que quería, pero no era fácil. Para mí se me complicaba, era tan complicado esa orden que se medió, y no maldecir a nadie, cumplir tus leyes, tus promesas sin decir nada, todo lo que era obediencia absoluta; es lo que querías, sin importar los malos ratos, nunca cuestionar tus decisiones por qué; si confió en ti nada me podrá pasar, eso es lo que yo tenía que hacer, pero como humano no lo entendía porque estaba segado, por ser alguien importante, por ser yo, y que se hiciera lo que tenía que hacer.
¿Quién podría comprender tus pensamientos? si eres infinito, y más grande que todas las cosas que creaste, ¿cómo saber qué piensas? ¿cómo es tu sabiduría? y ¿de dónde proviene? nosotros quienes somos, para cuestionarte: más que humanos, simples mortales, que nada comprenden y todo lo hacen mal. Queriendo desafearte, y nuestra soberbia nos gana y queremos ser como tú, igualarnos a tu semejanza, pero sí de verdad comprendiéramos la semejanza entre tú y yo Señor, seriamos iguales, y nada nos costaría obedecerte, pero como no somos iguales, aún desconocemos todo lo primordial de la semejanza, y si entendiéramos esa semejanza, ya viviríamos conforme a tu voluntad, pero no sabemos el significado de la caridad, cuando eso suceda todo estará más que descubierto, y seremos igual que tú. Pero solo si entendemos cual es la semejanza entre tú y nosotros, lo más bellos es lo que tenemos que hacer. Y todo se reduce solo a la caridad. Caridad que tenemos que realizar.
Mas sin embargo tu no me soltaste y no apartaste tu mirada, siempre me tenías presente y tú, sabia hasta cuando iba a cambiar y sabias muy bien hasta cuando volvería a ver tu santo templo; derrotado sin ganas de nada, hasta cuando hubiera tocado fondo, de ante mano lo tenías planeado, todo está como lo quieres señor, tú lo manejas de acuerdo a tu voluntad porque todo lo que fue creado era para ti y yo soy parte de tu creación, aun cuando sea rebelde, y cometa todo tipo de maldad yo tu creación y me amas tanto, pero como saberlo, si lo que quería era ser mejor que tú.
Todo fue creado para ti y eres digo señor de tomar el libro y abrir su sello, porque fuiste degollado, eres digno señor de recibir el honor, el poder y la gloria por siempre señor. Ap 4,11; 5, 9.13.
Quien soy yo señor para cuestionarte, si de ante mano todo lo sabes, yo simple mortal, queriendo me compararme a ti, el que eres y que eras, porque has empezado a reinar. Desde siempre, en lugar de agradecer porque tengo un Dios bueno de amor, y misericordia, mi agradecimiento es mi maldad hacia ti, y todo lo hago mal. Porque estaba sin ti, y sin ti las cosas me salen mal, porque no hago lo que tengo que hacer porque no sé cómo le voy hacer, y me desespero si tú no estás conmigo, y ahora estar sin ti, me desespera como en una oscuridad, sin luz que me guie por el camino de la rectitud.
Si aun así en la oscuridad de mi vida, no te reconocía como pretendía esta mejor sin ti, si ni siquiera sabía que eras tú, no sabía la intensidad de tu amor, desconocía de ti, caria de la verdad, pero como saber si no hay nadie que me diga de ti, estar sin ti y después no encontrar a nadie que hable de ti, solo y sin ilusiones, roto en mil pedazos, porque decidí vivir sin ti, esa fue mi elección, y quienes podía ayudarme si todos lo que conocía nadie vive conforme a la verdad, siempre hacemos lo que queremos, nadie tiende ayudarte sin recibir nada a cambio, fui abuzado del que pensé que me estaba ayudando, y en lugar de agradecerme solo me utilizo, ¿cómo poder seguir tus caminos? si me dicen que estas aquí, y luego me dicen que estas haya, ¿Dónde encontrarte mi Dios? Si todos estamos mal, ¿quién podrá ir recto a tu presencia?