Prólogo

28 3 0
                                    

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


-Ya no quiero seguir así -mi voz salía suplicante, pero para el eso no era suficiente -debes parar

-Sabes que no cambiare lo que soy

-¿Tan difícil es intentarlo? Has lastimado a muchos inocentes... incluyéndome

El sonrió burlescamente, se paro frente a mi y me tomo del cuello ejerciendo un poco de presión, se acerco a mi y mordió mi labio haciéndolo sangrar.

-Lexy, yo soy diferente, si esperas a que cambie y me vuelva el príncipe azul que deseas, estas equivocada, lo único que yo se hacer es lastimar.

-¿Sabés que es lo que más odio en este momento? -mi voz salía con furia, pero a la vez salía débil, titubeante

-Dilo -mi pecho se comprimía, o al menos eso era lo que yo sentía, mi corazón bombeaba con fuerza y de mis ojos las lágrimas salían con mucha furia mientras el seguía con su maldita sonrisa perfecta, de ganador -quiero escucharte decirlo Lexy, porque se que te encanta... vamos ¡DILOO!

-No es divertido

-Para mi lo és, para mi es placentero, para mi es exitante, necesito que lo digas

Mi pecho subía y bajaba y podía notar su mirada bajando desde mis labios hasta mis pechos, ¡dios! incluso en estos momentos sabía como calentarme el muy maldito.

-Dilo Lexy

-que volvería a follar de nuevo contigo, aquí, ahora, solo que...

-Solo que... ¿qué?

-No se si esto sea lo correcto, yo soy...

Y sin poder terminar mi frase, el se abrió paso rápidamente hacia mi y empezó a devorar con pasión mis labios, su lengua jugaba en mi paladar, mientras su manos se iban desasiendo a tirones de mi ropa, dejándome solo con las bragas que traía puestas.

-Si lo que quieres es que te folle Lexy, lo haré tan duro que no volveras a desear a otro hombre en tú miserable vida, solo yo lograre darte ese placer

Dicho eso, me giro sobre mis pies y apoyo mi pecho sobre el escritorio de aquella oficina, sus piernas separaron las mías, sus dedos empezaron a marcar un recorrido desde mi cuello, bajando por mi clavícula, apretando mis pechos expuestos, llegando a mi vientre y por último deteniéndose encima de mi braga, donde se podía sentir lo mojada que estaba por su simple contacto.

Sus perfectos dedos masajearon aquella parte sencible por encima de la tela delgada de las bragas, mojandome aún más.

-¡Demonios! Te voy hacer gemir tan alto que en todos los salones te escucharan pedir más

Acerque mi tracero hasta su entrepierna y empece a frotarme como una maldita zorra, podía sentir su dureza contra mi trasero, entonces el se deshizo de su cinturón y bajo sus pantalón junto a su boxer, dejando expuesta su gran erección.

-Mira como me pones Lexy -tomó una de mis manos y la llevo hasta su erecto pene, allí empece a masturbarlo aún de espaldas y pude sentir el liquido preseminal salir de su glande, dios necesitaba tenerlo dentro -Te haré mía de todas las malditas formas que se me ocurran, aquí y ahora

Y dicho eso, dio un apretón a mis nalgas, tomo su miembro y lo introdujo dentro de mi, provocando un gran gemido de placer en mi.

¡Holaa! Gracias por tomarte el tiempo de leer, quiero aclarar que esta historia es +18, es la primera que hago y espero que les gusten lo que leerán y agradecería mucho si me regalaran su voto⭐... que tengan una buena lectura

Peligrosa tentación [En curso]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora