Capítulo 9

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Despierta —escuchaba una voz muy a lo lejos, una voz algo distorsionada, quizá la misma voz que decía ser mía, no lo sé —Lexy, vamos nena, despierta

Poco a poco mis ojos se iba abriendo con gran pesadez, era como si hubiera despertado de un sueño profundo, de años inconsciente, cuando en verdad pasaron ¿minutos? No lo sé.

—Eso es nena, abre los ojos

Con esfuerzo pude abrir mis ojos un poco y ante mi, o mejor dicho arriba de mi había un par de ojos grises, era un chico quizá unos años mayor que yo, un chico que jamás había visto en el pueblo y mucho menos en mi vida, sus ojos eran hipnotizantes, con una mirada lujuriosa y llena de maldad.

—Ahh —el me miro, sonrió rápidamente mientras blanqueaba sus ojos —creí que seguirías así un par de horas más

Horas y no minutos, era lo que llevaba inconsciente, me dolía la cabeza y mis ojos querían cerrarse de nuevo, pero eso no importaba ahora, lo que en verdad importaba es saber ¿quién es este chico?  

—¿Quién eres? Siento que ya te eh visto antes, lo cual no tiene sentido

—A la luz del día eres más hermosa que viéndote en la oscuridad… linda diosa

Mi corazón empezó a latir con mucha más fuerza, sentí cada musculo de mi cuerpo entumecerse, no podía moverme y mucho menos hablar fuerte, era como si hubiera entrado en una especie de parálisis.

—¿Tú eres…?

—Dilo, se que lo sabes

—Tú...

—Sabes quien soy… dilo

—¿Qué quieres de mi? —mi voz empezó a quebrantarse, estaba entrando en pánico y lo peor era que nadie me escucharía —por favor, no me hagas daño

—Shhh —llevó su dedo índice a mis labios, apretando un poco y deslizándolo entre los mismo —si recibiste mi nota, te darás cuenta que no quiero hacerte daño, no ahora, es más, a mi no es a quien tienes que temer mi diosa, de echo esa nota solo fue un juego

—¡LEXY! —la voz de Scott se oía a lo lejos, me estaba buscando —¡LEXY!

—Creo que el chico Reynolds viene por ti —sonrió viendo hacía las gradas —que lastima, en verdad me daba curiosidad conocerte, espere todo un siglo para verte mi diosa, esta belleza es mortal para cualquier hombre

—No me lastimes

—Ya te dije que no pienso hacerlo, tú eres vida, no podría hacerlo aunque lo quisiera

—¿Qué quieres de mi? ¿Por qué querías asesinarme?

—No mi diosa, yo te salve esa madrugada, ya te dije que no es a mi a quien debes temerle, cuídate Lexy, yo no podre seguir tus pasos siempre

Su sonrisa se ensancho dejando ver esos blancos y perfectos dientes, sus ojos buscaron mis labios y aprovechando mi inmovilidad, se acercó a mi y junto sus labios con los míos, sus labios eran suaves y su beso era intenso, pero no era lo que yo quería, no quería sentir a aquel chico que no conocía besándome.

—Cuídate de el, no permitas que siga entrando en tú mente, solo quiere debilitarte, enloquecerte... nos vemos muy pronto mi diosa

—¡LEXY!

—¡Scott! —mi voz aún no era audible, el temor y el dolor me limitaban a hablar más fuerte —Scott

—No te escuchará, tú linda personalidad te dejo débil, pero descuida, la controlaras

—Aquí estas ¿qué te paso?

Scott llegó a mi lado y mi cuerpo se pudo mover por fin, y aquel chico ya no estaba, como si el viento se lo hubiera llevado, desapareció de repente, dejándome más confundida que antes ¿de quién diablos debía cuidarme? ¿Cuál de los dos Reynolds? ¿Qué demonios es eso de mi otra personalidad? Y mejor aún ¿Si el fue quién me salvo del degollador, quién es el asesino?.

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⏰ Última actualización: Apr 13, 2023 ⏰

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