Capitulo 3:

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A la mañana siguiente en la parada del autobús, decidí que iba a tratar de abrir una grieta en este tipo, Christopher Vélez. Se puso de pie en su lugar normal y se apoyó en su lado de la señal de stop. Parecía increíble, aún me cautivaba. No podía quitar mis ojos de él mientras cruzaba la calle, admirando la forma en que él sólo podía estar allí y verse tan impresionante.

Me acerqué a él y me dio una pequeña inclinación de cabeza, reconociendo mi presencia. Tomé una respiración nerviosa, preparándome mentalmente para lo que estaba a punto de hacer.

— Muy bien, Vélez. Tengo un par de preguntas para ti. – Dejé caer mi mochila a mis pies, ya que era demasiado pesada como para tenerla sobre mi espalda mientras esperaba.

— Ah, así que finalmente descubriste mi nombre, te tomó bastante tiempo – Christopher rió.

— Realmente no me importaba hasta hace poco. – dije, tratando de encubrir lo estúpido que fue de mi parte no haberle preguntado a alguien antes. Cogí el borde de encaje de mi blusa, con la esperanza de que Christopher no hiciera ninguna pregunta.

— Así que, ¿cuáles son esas preguntas que tienes para mí? – Chris empujó su cabello fuera de su frente, los mechones lacios enredándose entre sus dedos.

— ¿Dónde vives? literalmente nunca te había visto antes. – le pregunté. Yo estaba parada delante de él en mis puntas de pie, tratando de acercarme lo más que podía. Sentí que tal vez si yo estaba más cerca pondría más presión sobre él, obligándole a contestar con la verdad.

— Por la misma calle que tú, en esa pequeña casa de la esquina. – respondió, con los ojos todavía escondidos detrás de las gafas de sol.

— ¿Cómo sabes quién soy? – Cuestioné. Christopher dio un paso atrás, claramente un poco incómodo con lo cerca y lo lentamente que yo estaba avanzando hacia él.

— Todo el mundo lo hace. Eres una de las chicas más populares en la escuela. – Él se encogió de hombros. Sacó otro cigarrillo del bolsillo y llevó las manos alrededor del palito largo de color blanco para encenderlo, tomando una larga calada de este antes de que exhalar más humo, esta vez tuvo la decencia de hacerlo lejos de mí.

Saqué mi teléfono como él lo hizo; 07:15. El autobús estaba tarde, una vez más.

— ¿Cómo sabes tanto de mis padres? – Le pregunté.

— La pareja más rica de la ciudad. Es difícil no escuchar a la gente hablando acerca de ellos donde quiera que vaya. – Christopher se encogió de hombros. Sostenía el cigarrillo entre sus dedos y lo agitó alrededor, haciendo que el humo volara alrededor de su cabeza mientras hablaba.

— ¿Por qué te importa? – Me sonrió. Sentí que realmente lo había dejado perplejo con esta, por supuesto que no le gustaría admitir que se preocupaba por algo que tenía que ver conmigo.

Sostenía el cigarrillo, ofreciéndomelo. Él no utilizó ninguna palabra, ni trató de convencerme de ''sólo tratar una vez''. Simplemente me lo ofreció, como si estuviera esperando que yo lo tomara, y lo hice.

Vacilante se lo quité de las manos, sus dedos delicadamente cepillando contra mí. Tomé una bocanada rápida de el y luego lo boté por mis labios, tratando de no toser demasiado. Una vez que llegué más allá de la sensación del cierre de mi garganta me di cuenta de lo que había sentido, era tranquilizador, casi calmante.

— No lo hago, Murphy. – Christopher sacudió su cabeza

— Claramente lo haces, Vélez. De otra manera no sentirías la necesidad de decirme pequeños hechos sobre mi cada vez que tienes la oportunidad. – Le pasé el cigarrillo de vuelta y él lo colocó en su boca de nuevo, aspirando el humo.

7:15  || C.V.&TÚWhere stories live. Discover now