Oso y sus amigos viven una vida común en su pequeño pueblito, sin embargo guardan secretos de su pasado que no quieren que nadie se enteren. ¿Podrán vencer los recuerdos que los atormentan?.
El día estaba soleado, y no había nubes que indicaran que va llover. Linda vio esto y vio una oportunidad de invitar a sus amigos a un día de picnic, con galletas y tacitas de té.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Preparo las cosas necesarias para el picnic, agarro a su hermana Rita de la mano y juntas salieron a buscar a sus amigos para poderlos invitar. Rita se venía quejando todo el camino puesto que no se sentía de humor para salir, pero Linda la convenció. Tocaron a la casa de Margarita pero no obtuvieron respuesta al ver que no salía se fueron a otra casa. Fueron a tocar la puerta a la casa de Oso para ver si les abría.
Linda: Oso abreme la puerta, se que estas ahí adentro.
Rita: No tenemos todo el día, parece que va a llover. Linda se sorprendió de lo que dijo su hermana, porque el día estaba muy soleado, de repente la puerta de la casa de Oso se abrió. Linda sonrió y le comentó que si las quería acompañar a un picnic.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
La puerta se cerró de golpe, Linda y Rita no entendían por que hizo eso, e hiban a proceder a retirarse, cuando Oso salió de su casa junto con Poyo con una canasta de sandwiches. Oso sabía que vendrían por eso había preparado todos esos sandwiches.
Poyo: Ahora vamos por Joy. Juntos caminaron por la calle principal, la cual estaba muy solitaria, pero no les importaba eso, lo único que les importaba era ir a comer galletitas y sandwiches. Joy estaba tirado en el piso de su casa mirando detenidamente el techo hecho de madera mal pintada de verde. Linda al verlo por la ventana pero al no recibir repuesta procedió a azotar la puerta.
Linda: Hola Joy ¿como estas?. Joy seguía sin emitir palabra alguna, Oso al darse cuenta de ello le señaló a Rita que se llevara la canasta de sandwiches y procedió a cargar a Joy para poderse ir de ahí. Rita en todo el camino se quejaba por que tenía que cargar dos canastas muy pesadas, además de que olvidó sus dulces en su cama. Linda le venía diciendo en todo el camino que se hiba a divertir y que intentará olvidar por un día sus dulces.
