Capitulo 3

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Los tacones la estaban lastimando, la falda que Alemania le había obligado a ponerse le quedaba apretada de la cintura y sentía como la marca de la tela se formaba en su piel, la blusa de vestir comenzaba a darle calor a pesar de estar en el país más frío y que afuera estuviese nevando, el peinado ajustado a su nuca comenzaba a soltarse poco a poco y México lo sentía.

- Pst... Ale ¿Me puedo ir? - suplico México al oído de la rubia de pie a su lado, en verdad quería irse a encerrarse a su habitación.

- No, Mex, ya casi llegan, tranquila - le apremio la alemana en voz baja y México gimió haciendo un puchero.

Ganas no le faltaban de salir corriendo.

Justo cuando volvió la vista hacia las escaleras con la ansiedad de subir corriendo antes de que Alemania la alcanzará, su mirada choco con la de Rusia, el albino de ojos violetas bajaba las escaleras despacio y sosteniéndose de la barandilla pero con paso firme, una mini sonrisa cruzó los labios del eslavo al ver a México ahí de pie, esperándolo, con un traje diplomático que la hacia ver cómo una princesa.

La castaña se sonrojo un poco y devolvió la sonrisa al euroasiatico antes de volver la vista al frente, deseando cachetearse ahí mismo por imprudente "su novio no tarda en llegar y tú bobeando mandándole sonrisitas" se regaño a si misma mientras enterraba sus uñas en sus palmas a modo de castigo "pero esque ¿Quien le manda vestirse tan guapo? Parece todo un príncipe con su gorrito chistoso y su traje de gala y... ¡México! ¡Que tiene novio!" cerro los ojos con fuerza y bajo el rostro un segundo para tratar de evitar que los demás vieran su sonrojo, ahora con mayor razon quería correr a esconderse a su habitación.

- Buenas tardes, Alemania - la voz de OMS llamo la atención de México, por fin había vuelto de su reunión con los políticos del eslavo - se ven muy bien, pareces una dama, México.

La castaña alzó el rostro para dirigirle una mirada envenenada tornando sus ojos a amarillo brillante y OMS aparto la mirada, nerviosa mientras carraspeaba y miraba a Rusia quien la veía con el rostro serio de costumbre.

- Veo que tienen todo listo ¿Están preparados para la bienvenida? - le dijo al eslavo directamente y el asintió sin pronunciar palabra - excelente, vamos a entrar entonces.

México apretó sus puños, nerviosa y Alemania le tomo la mano para calmarla, con la mirada al frente y colocando sobre su rostro aquella mascara de seriedad y elegancia que siempre usaba en prescencia de los políticos. La latina agradeció el apoyo y apretó la mano de Alemania contra la suya para calmar sus nervios, de reojo observo como Rusia la miraba fijamente, sonriendo un poco para hacerla sentir tranquila, cosa que la castaña agradeció internamente.

OMS abrió las puertas del gran salón y se volvió hacia los countrys para que estos la siguieran. Rusia caminó despacio detrás de la organización de la salud, siendo flaqueado por los costados por México y Alemania para evitar que cayera si se mareaba, llegaron a un enorme salón donde gente vestida con elegancia charlaba en voz baja, haciendo un barullo pequeño entre ellos y la música clásica que se escuchaba desde las bocinas.

"Fiesta de amargados con cara de huele kk, mi preferida" ironizo México en su mente con amargura mientras tomaba una gran bocanada del último respiro de aire fresco que había en el salón lleno a la mezcla de colonias caras que todos ahí desprendían.

- Bienvenido, Rusia, te ves evidentemente mejor - saludo un hombre al country, estrechando su mano con alegría y el ruso correspondio el saludo - me alegro mucho, es evidente tu mejoría.

- Todo gracias a México - soltó el eslavo haciendo una señal con su cabeza hacia la mexicana que ya buscaba con la mirada la mesa de comida para ir a esconderse a un rincón por ahí toda la noche, al oír su nombre, alzó la mirada y se sonrojo enseguida al sentir la mirada del representante y el político sobre si misma - ella es quien me está sanando por completo.

Entre sus manos. CountryHumans (RusMexUsa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora