Capitulo 11

129 14 115
                                    

Los sollozos eran lo único que se escuchaba en la habitación, las cortinas cerradas impedían la luz del exterior, logrando que la única luz fuera la de la lámpara de noche.

- Ouch!

- Lo siento - susurro Canadá alejando su mano de golpe un segundo de la piel canela de su amiga que yacia acostada en su cama boca abajo, con la espalda descubierta mientras el castaño trataba de ayudar a limpiar las enormes heridas de su espalda que estaban tardando más en sanar de lo normal - ¿Te lastime?

México negó con la cabeza, con la boca aun hundida a la almohada del canadiense con la que cubria sus sollozos, no quería que la llegasen a oir afuera, en especial USA o Rusia. En cuanto Canadá se dio cuenta que la sangre que emanaba su espalda era demasiada, la llevo a su habitacion para hacer uso del botiquín de primeros auxilios que siempre cargaba y así poder sanar a su amiga que lucía desconsolada, sabía que la latina no aceptaría bajo ningún concepto que la mirarán los doctores, no cuando pidió y casi rogó porque ni Rusia ni USA se enteraran.

- Aún no puedo creer que hayas hecho un trato con ella... Menos que a cambio dieras tus alas - susurro Canadá volviendo a limpiar con un algodón la carne abierta para poder desinfectarla, necesitaria suturas y los muñones de hueso, plumas y cartilago que antes eran las alas de la mexicana, seguían sin regenerarse - ¿Por cuánto tiempo se las diste? - susurro el castaño mirando con dolor la espalda mutilada de su amiga. Un encogimiento de hombros fue lo único que recibió a cambio, haciendo que Canadá suspirara - al menos ¿Sabes ya que es lo que tiene o como tratarlo?

Silencio.

México asintió dudosa con la cabeza, sopesando la idea de si debía hablar o no sobre lo que le dijo la Catrina. Canadá era su mejor amigo, hermano de su novio y buen amigo de Rusia, el se preocupaba por los tres y ella lo sabía, no sería capaz de hacer algo que los perjudicará, sabía que podía confiar en el.

- No puedo confiar en los doctores, Maple - mascullo despacio mientras notaba con dolor como Canadá sacaba hilo y aguja esterilizados de su botiquín - de su enfermedad me debo hacer cargo yo misma.

Silencio.

- Mex ¿Que estás tratando de decirme? - México volvió la vista a un lado, viendo por encima del hombro a su mejor amigo que la miraba seriamente.

- Que no pienso volver a permitir que OMS ni cualquiera de sus lacayos toquen a Rusia - sentencio la latina de último.

- ¿Viste a dónde se fue Mex? - pregunto USA a Alemania que estiraba sus articulaciones en la puerta de la enfermería, URSS y Rusia alzaron la vista hacia el americano que lucía bastante preocupado, la rubia miro a USA y frunció un poco el ceño para después mirar a su alrededor, ella tampoco había notado que México se había ido.

- Tal vez fue con Canadá - comento URSS con su tono de voz sería de costumbre - el tampoco está aquí.

USA frunció el ceño y asintió aceptando la idea, posiblemente su hermano la haya ido a interrogar a algún lugar donde nadie pudiese escucharlos, debían saber cuál fue el trato que México habia hecho con la muerte y cuál había sido el pago o la promesa a cambio. Rusia no se habia sanado asi de buenas a primeras, algo debió haber echo la Catrina para ayudar.

- USA - la voz ronca y entrecortada de Rusia saco de sus pensamientos al americano que alzó la vista del suelo para ver a su novio que aún seguía en la camilla del hospital - ¿Que pasa?

Rusia lo conocía bien, sabía que estaba preocupado, cualquiera podría haberlo atribuido al estado decadente del eslavo, pero este sabía que el estadounidense estaba preocupado por algo más, el tono en el que pregunto por su novia le hacía saber que algo había pasado y no del todo bueno; pero USA no podía decirle simplemente que la latina había hecho un trato con la misma muerte a cambio de algo que posiblemente le costaría demasiado o arriesgaría su vida a favor de sanarlo a el.

Entre sus manos. CountryHumans (RusMexUsa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora