passive ─ beomhyun.

#ㅤseis

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𝟼. Un corazón roto también puede ser cupido.
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Necesitaba tiempo para sí mismo.

Por eso no dudo un solo segundo en cuanto sus padres le dijeron acerca de ese extraño viaje, Sunoo y Sunghoon lo acompañaron mágicamente. Sabía que Beomgyu les había dicho sin embargo, se reservó de todos los comentarios.

── ¡Wow! ──exclamó el menor de los tres mientras pisaban los suelos de la ciudad del amor. Cómo era conocida. París siempre les había parecido muy reluciente, por lo que se alegraban de estar ahí.

Unas chicas pasaron cerca del alto, con sus mejillas teñidas. Hablando y murmurando acerca de lo lindo que Park era, Sunoo frunció su ceño enrollando su brazo en el de su novio de forma posesiva.

── Tranquilo. ──Sunghoon le susurró sin mirarlo mientras le dedicaba una sonrisa a las desconocidas. Kim sintió su ser decaer, como casi siempre sentía cuando estaba con su novio.

Taehyun notó esto, frunció su ceño. Jalando a Sunoo a su lado, despegando lo de Sunghoon, pasó sus brazos por encima de los hombros del menor mientras caminaban a una velocidad más acelerada que antes.

El alto pareció no entender, se encogió de hombros y en menos de lo que esperaba estaba siendo arrastrado por las mismas chicas de antes.

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Se dejó caer sobre la cama con poco cuidado, sin importar si se lastimaba. Sus nudillos estaban lastimados, probablemente si no se hubiera agredido a sí mismo en aquella práctica de boxeo contra el árbol de su jardín, esto no hubiera pasado.

Pero no es como si estuviese arrepentido. Sentía una satisfacción, o mejor dicho, una reducción de su culpa ante esto. Sentía que merecía tener todo su cuerpo lleno de moretones.

Beomgyu se giró un poco quedando con su vista en dirección a la pared, de cierta forma los golpes lo desahogaban pero sabía que estaba mal lo que hacía. Aún así no quería parar.

A este paso sus nudillos quedarían hechos pedazos, sintió alguien entrar a su habitación. Poca importancia le dio hasta que este lo giró y sin mediar palabra alguna se dirigió hasta sus maltratadas manos curando las con tal delicadeza, que sintió unos deseos enormes de llorar.

── Kai.

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Los gritos se escuchaban hasta su habitación. Pensaba que era buena suerte el hecho de que sus padres no estaban, o de lo contrario ya hubiesen echado a la pareja a la calle.

Sunghoon no era la clase de novio mimoso, mucho menos alguien que demostrará sus sentimientos hacia el menor con gran facilidad, su actitud introvertida combinada con ese aura fría y picaresca, era lo que había llamado la atención de Sunoo en él.

── Se acabó. ──pudo escuchar la voz de Sunoo quebrarse.── ¡Terminamos, no soporto más! ¡No te soporto más!

Hubo silencio en la sala por un largo rato. Nada aparte del llanto del menor se escuchaba, pronto la puerta fue azotada, supuso que Sunghoon se había ido. Taehyun salió de su habitación dirigiéndose directamente hacia el menor, envolviendo lo en sus brazos.

── Sunoo. ──susurró acariciando levemente el cabello del menor.

── Ve tras él. ──murmuró.── Seguro te necesita más que yo.

El mayor lo miró unos segundos para luego idear un plan en su mente.

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Arrojó una piedra al agua, la cual rebotó misteriosamente sobre está llegando más lejos de lo que pudo haber pensado, se sentía patético.

── ¿Estas llorando? ──se giró para divisar a Taehyun con una sonrisa en su rostro y dos refrescos en sus manos.

La noche parecía ser larga para ambos chicos mientras observaban la hermosa —pero a la vez triste— vista que el lago les proporcionaba. La torre Eiffel se observaba a lo lejos, siempre tan brillante.

── Sé que no soy un buen novio. ──el meno del lugar tomó la iniciativa para hablar.── De hecho, probablemente soy el peor del mundo. ──se rió de sí mismo mientras el mayor solamente se dedicó a escuchar.── Pero en ningún momento le he sido infiel, nunca en la vida. Si quizás todo lo que hago hace parecer lo contrario, pero nunca le he faltado el respeto a nuestra relación.

── Existen diversas formas de hacerlo, no solo una infidelidad. ──el menor guardó silencio.── ¿Por qué te gusta Sunoo, Honnie?

El alto río un poco ante esto. Guardando silencio unos segundos, tomo una piedra lanzando la al agua nuevamente.

── Fue cuando recién ingresé al instituto. Por ser nuevo, estás en una especie de guerra de la cual desconoces sobre quién debe estrenarte primero. Estaba harto de todo eso, pero él era diferente en cierto modo. Su ser era tan inocente que estando junto a él me sentía cómodo, sentía esa especie de tranquilidad y complemento en mí.

── Y te enamoraste. ──Taehyun sonrió, Sunghoon asintió.

── No supe en que momento, simplemente solo descubrí que me encantaba ese pequeño y adorable chico que llegó a mi vida cuando nadie parecía acercarse a mi con una intención que no fuera encarcelar mi cuerpo contra la pared.

── ¿Por qué no se lo dices? ──el menor negó.

── Perdí mi oportunidad.

── Bueno, alguien desde la torre Eiffel ha estado escuchando todo a través de una llamada. ──el mayor sacó su celular de su bolsillo mostrando la llamada en curso para sorpresa del menor.── Y estoy seguro que querrá escuchar todo lo que acabas de decir en persona.

El menor sonrió, Taehyun le hizo una seña con su cabeza para que se fuera, cosa que Sunghoon no tardó en hacer.

Si bien no era el novio romántico, al menos habían avanzado un poco. El celular de Kang vibró.
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|   Kaisito   |

¡Heridas curadas, capitán!

Gracias...
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