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Mei sentía que se estaba volviendo loca, no había otra explicación

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Mei sentía que se estaba volviendo loca, no había otra explicación. En el camino iba pensando en todo ¿Qué estaba pasando con ella? ¿Por qué actúa así y se sentía de esa forma tan extraña?

Pero llegaron nuevas preguntas a su cabeza ¿Realmente lo que estaba sintiendo no le gustaba? ¿Realmente era malo? Le molestaba no poder descifrarlo pero la sensación no era fea, se sentía cálida, linda, no podía negar que cuando Miriam estaba a su lado, muy cerca como hace rato realmente lo disfrutaba.

Ver sus ojos verdes, tan bellos como siempre habían sido pero con un brillo nuevo la encantaban, eran tan hermosos como ella y cuando caminaban, se sentía simplemente bien, no necesitaba otra forma de explicarlo.

Pero no entendía por qué el acercamiento y su toque de repente eran incluso necesarios, ni porque no podía dejar de verla... así, de esa forma que ni podía explicar.

Llegaron a casa de Miriam después de unos minutos en silencio, parecieron horas y aunque quiso irse rápido no pudo negarse a entrar cuando Miriam le ofreció agua.

No te veo tan bien. — Le dijo ella, tenía razón.

De repente la ropa que tenía puesta no se sentía suya, no era suya. Veía una imitación de Miriam, no es que se viera mal pero estaba siendo alguien muy diferente a quien era, la ropa de Miriam era para ella, no le incomodaba, ni le cansaba tener que usar tantas cosas, pero ella se sentía incómoda dentro de eso.

¿Qué pasa Mei? — Regreso Miriam dándole el vaso de agua en sus manos.

Solo creo que debo descansar un rato. — Tomó un sorbo. — Gracias pero me tengo que ir

No me refiero ahorita, ¿Qué está pasando Mei?

No se a que te refieres.

Me refiero a qué... ¿Por qué no quieres que te acompañe a casa? Siempre lo hago.

Es que no es necesario Mir.

Miriam suspiró algo frustrada, no quería estar de esa forma con Mei por siempre, incluso si no era correspondido, ella era su mejor amiga.

¿Podemos hablar?

Mei asintió dejando el vaso en la mesa del comedor de Miriam, intentando parecer lo mas tranquila posible aunque parecía una tarea muy difícil en ese momento.

¿Sabes que puedes confiar en mi verdad Mei? Soy tu mejor amiga.

Lo sé pero...

No me digas que no pasa nada porque sé que no es así. Te conozco Mei pero no puedo descifrar lo que sucede ahora y quiero ayudarte, sé que algo no está bien pero no tienes que estar sola en esto.

El hecho de que tuviera tanta razón molestó a Mei, era cierto, Miriam la conocía muchísimo y odiaba preocuparla pero ¿Cómo le explicaba todo lo que pasaba por su mente sin que todo se arruinara?

Siento que hacen una tormenta en un vaso de agua, yo solo quería cambiar un-

No es sobre como te ves Mei. — Interrumpió. — No me voy a cansar de decir que te ves linda con todo y yo soy la mas feliz de que quieras aprender a andar en skate pero sé que estás haciendo muchas cosas como si alguien te obligará a hacerlos y no entiendo ¿Hay alguien que te está molestando?

¡Eres tú! — Acusó exaltada Mei.

Miriam la miró frunciendo el ceño. — ¿Yo te molesto?

Mei agarró su cabeza frustrada. — Es qué... — Decidió tomar un respiro para calmarse y suspiró. — Soy yo, es solo que no lo entiendo Miriam, sé que es raro y todos ustedes tienen razón, no me siento bien pero no sé qué pasa, me siento tan extraña.

¿Qué sucede? Puedes decirme lo que sea.

¡Bien! Te lo diré entonces. — Mei sobo sus manos nerviosa y frustrada por ni siquiera saber las palabras que usar. — La razón por la que estoy haciendo todo esto eres tú, por eso me visto así y actuó así, como tú, todos tenían razón yo solo intente ser como tú porque ¡No lo sé! Cuando te miro yo... no puedo evitar que me guste todo de ti, como te vistes, como hablas, lo que dices, que haces, la forma en lo que haces, como eres tan libre y genial.

Es decir... siempre me has parecido genial pero últimamente es diferente y ¡No entiendo por qué! Quiero estar a tu lado siempre y pensé que si hacía todas esas cosas ya no me sentiría así y las cosas podrían volver a ser normal pero claro que no funcionó porque tú te sigues viendo ¡Así! Linda y haces que todo se mueva en mí y ¡No sé por qué! Y me siento tan tonta.

Después de decir todo eso Mei respiraba pesadamente y se sentó en el sillón cansada y relajándose de lo exaltada que se sentía, había dicho todo y no sabía que iba a pasar pero Miriam no pudo evitar soltar una pequeña sonrisa y sintió su corazón casi explotar ¿Qué había sido todo eso? ¿Realmente Mei se sentía así?

Mei yo... — Miriam trago pesadamente y respiró para darse valor. — ¿Yo... te gusto?

¿Eh? ¿Gu-gustarme? ¿Tú a mí? Claro que no, yo solo... — Mei intento decir algo pero ahora ya no había nada.

No había otra excusa, ya no podía ponerlas y ahora si se sentía la mas tonta del mundo, claro que Miriam le gustaba ¿Cómo podía darse cuenta recién ahora? Después de sentirse tan atraída, no era su ropa o lo que hacía, era ella, toda ella y solo había podido darse cuenta después de decir todo eso en voz alta y ella la miraba con ese brillo en sus ojos.

Oh dios, había dicho todo eso en voz alta...

Oh no... me tengo que ir. — Se levantó rápidamente dirigiéndose a la puerta, necesitando huir de ese lugar en ese instante.

Mei espera, no...

Gracias por escucharme, mañana nos vemos Miriam ¡Adiós!

Pero-

No pudo decir nada cuando escucho la puerta cerrarse bruscamente, suspiró, mañana hablaría con ella de todo ello, no quería hacerse ilusiones pero Mei había hablado tan lindo de ella y tantas cosas que ella también sentía y ¡No había dicho que no a la pregunta!

Si todo lo que había escuchado era cierto entonces... oh Dios, le gustaba a la chica que le gustaba.

 oh Dios, le gustaba a la chica que le gustaba

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YOU ≠ ME || MEIRIAMDonde viven las historias. Descúbrelo ahora