Priya, Abby, Tyler y Miriam se encargarían de descubrir porque Mei de repente había cambiado bruscamente de estilo y de actitud, pero no solo eso, ¿Por qué se parecía y actuaba como Miriam?
• Mei x Miriam.
• Shipp lésbico.
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¿Gustarle Miriam? ¿A ella? ¿Meilin Lee? Eso era tan ridículo, no era posible ¿Cómo podía ver a su mejor amiga de toda la vida como algo más? Jamás había pensado de ella de esa forma, es decir, quizá algo se me pasó por la cabeza pero Miriam es Miriam y no puede gustarme.
- Mei. - Llegó ella corriendo a su lado, como si hubiera sido llamada por sus pensamientos.
- M-Mir.
¿En serio estaba tartamudeando? Era demasiado.
- Pensé que podíamos ir a la pista juntas, esta vez ya no tengo nada que hacer.
- Claro, justo iba para haya. - Sonrió para comenzar a caminar nuevamente.
Se encontraban en medio de la calle, caminando en silencio. Miriam mantenía su skate en la mano mientras Mei solo veía al frente esperando llegar y acabar con ese silencio incómodo.
- Supe que Priya y tú hablaron ayer.
- ¿Qu-qué? - Pregunto inmediatamente, Priya no podía haberle dicho nada ¿Verdad? - ¿Qué te dijo?
Mei soltó la risa mas falsa que escuchó en su vida, si Priya había dicho algo sería su fin, Miriam pensaría que le gusta y se alejaría y su amistad se arruinará y...
- Solo dijo que no te sientes bien por completo, te traje un regalo entonces.
- ¿Un regalo? - Pregunto mas relajada, agradecía poder confiar en Priya, siempre la ayudaba y guardaba sus secretos.
Secretos que no podía contarle a Miriam.
- Sí, mira.
Miriam me extendió un gorro de lana, no era igual al que ella tenía, este era rojo, mas chiquito y de otra forma pero definitivamente era muy lindo, se notaba que estaba muy bien hecho.
- Está muy lindo Mir. - Sonrió sinceramente, de verdad era muy hermoso y no pudo evitar admirarlo cuando lo tomó.
- Como cambiaste tu estilo, pensé que quizá te gustaría... el rojo, no es mi color. - Río avergonzada por el acto, jamás se ponía así pero Mei, bueno, era otro caso.
- Sé que es igual al tuyo, me visto como tú y lo siento si te molesta ¿Sabes que puedes decírmelo? - Comenzó tímidamente, se sentía vulnerable de repente, siempre era así en su presencia.
Pero probablemente era por el regalo, vamos ¿Quién no se pone así por un regalo?
- Mei no, es decir, sé que es así pero no me molesta, incluso me parece lindo, amo que puedas verte bien con todo lo que te pones.
Mei se sonrojó y volvió a voltear su mirada al camino, sin decir nada y sin poder clamar sus nervios.
¿Por qué se ponía así? Miriam solo era una chica, varias chicas le habían dicho linda antes, Abby y Priya, no era nada importante.
- Bueno... - Continuó Miriam al saber que lo había dicho quizá había sido demasiado. - Yo sé que quizá todos hemos estado pesados estos días pero queremos hacerte saber que te queremos, yo te quiero mucho.
- Yo también los quiero. - Río nerviosa. - Todos ustedes son mis mejores amigos.
Termino de aclarar como si fuera completamente necesario, ¿Por qué si no había nada raro tenía que repetirlo?
- Exacto. - Concordó Miriam también nerviosa. - Mira amiga, llegamos.
Miriam se detuvo con una risa nerviosa, recalcando esa palabra nuevamente, ni siquiera se había dado de que habían llegado ya por estar sumida en sus nervios.
Odiaba estar extraña con Miriam, eso ni siquiera había pasado cuando tuvo a su panda ¿Por qué tenía que suceder ahora?
¿Y si Priya tenía razón?
Guardo el gorro negando para sí mismo, le echo una última mirada a Miriam, no era cierto, era la misma chica que había conocido hace años, linda, inteligente, genial pero también su mejor amiga y nada cambiaría eso.
- Comencemos. - Le sonrió.
Solo esperaba descubrir porque se sentía así pronto porque le ponía los pelos de punto.