4- Fingir ser alguien diferente

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Tenía que apresurarme y me puse las lencerías  para finalmente ponerme su buzo.

Definitivamente Jacob alias Darkness era grande, sus ropas me quedaban muy sueltas.

Y justo pensando en el demonio, él fue quien abrió la puerta.

— Ya conversé con tu novio — habló en un tono muy burlón, fijándose mucho en mis expresiones.

— ¡Que no es mi novio! — respondí molesta.

— Todavía, ambos babean por el otro que da vergüenza ajena. — se cubre el rostro con su mano.

— ¡No! Por mi parte ya no seguiré con esto ... Con que estuvo acosandome ...

— Si, ya escuchaste lo que dijo

— ¿Estás seguro que no duda de tus palabras?

— ¿Porqué crees que dudaría? — analizaba cómo siempre mis expresiones, se percató de que no me burlaba para nada.

— Te contradeciste una vez y sonabas algo nervioso en algunas oraciones, sé que Jake no es para nada bueno viendo sentimientos en chats, pero no es lo mismo que en persona, algo tuvo que percatarse... ¿Y que tal si revisa tus mensajes?

— No tenemos nada escrito que me delate, no seas paranoica — despeinó mi cabello que recién había salido de la toalla.

Me vió enojada, es así como dejó de hacerlo.

— Jacob... Es importante que consiga ropa ...

— Pensaba que eras diferente a las otras mujeres

— Espera, me estás diciendo que soy poco femenina... ¡No! Eso no, lo que sucede es que necesito, ay esto si que es vergonzoso

— Anda, ve directo al grano

— ¡Necesito ropa interior!

Fue gracioso que cuando solté "ropa interior" se puso muy nervioso, sus orejas se volvieron muy rojas, se alejaba lentamente de mí.

— Definitivamente no puedo usar los tuyos, ya sabes porque.

— Está b-bien, me convenciste — su respiración era un tanto agitada — voy a conseguir algo para que puedas salir.

Tecleó unas cosas en su móvil, de alguna forma en unos cortos minutos logró que viniera un vehículo motorizado. Desde la ventana pude verlo recibiendo un paquete.
Regresó con una caja mediana, la dejo en la mesa, fue a la cocina por una cuchilla.

— Ábrelo tu, las cosas son para tí

— Me pregunto que tienes planeado

Al abrir la caja encontré la peluca, su textura era suave y un color fucsia rojizo. Hice una cola en mi cabello y con las mayas que venían en la caja los puse en mi cuello para luego cubrir toda mi cabeza sin dejar ni un solo pelo.

Procedí a ponerme la peluca, ví maquillaje y lentes, ya sabía lo que tenía que hacer. Más al fondo estaba un conjunto compuesto por un polo mangas 3/4 gris largo y uno short jean.

Él estaba apunto de sacar dinero de su billetera, pero lo interrumpí.

— ¿No crees que sería un poco raro y llamativo salir sola a comprar? No conozco muy bien el lugar en el que estamos y siento que para ser mi primera vez, la voy a cagar ...

— Bien, te acompañaré, pero vete a cambiar rápido que no me gusta esperar

Salí apresurada hacía el baño, me quité sus ropas y me puse las que me compró, de alguna manera logro adivinar mi talla en cuanto al short, pero el polo si era un poco más grande.

No te quiero olvidarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora