Chapter 7

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Narra Allen:

Mis ojos no podías dejar de producir lágrimas, cinco había sido un completo tonto conmigo.

-Qué mierda haces aquí?.- dijo al verme en el piso.

Al notar su molestia, me levanté y corrí hacia a la puerta para salir pero antes de lo que me hubiese dado cuenta, el se había teletransportado frente a mi.

Tragando saliva miré sus ojos, parecían molestos, furiosos, es más... esas palabras eran pocas para describirlos.

-Ah... yo... solo... quería estar con alguien y vanya dijo que ustedes leerían aquí al terminar el entrenamiento así que vine por qué...- me interrumpió.

-Y por qué mierda vendrías si no te invitamos?...- preguntó molesto. Me quedé en silencio, esto... esto estaba siendo incomodo.

-No quería molestarlos, yo...- de nuevo me interrumpió.

-Por algo no te invitamos y ese algo es porqué no te queremos aquí, jamás hemos querido tenerte aquí.- soltó.

Esta vez si me había dejado callado además de con el corazón completamente herido, no había hecho nada malo o si?...

Volteé para ver a vanya sin embargo ella estaba mirando a cinco con sorpresa o quizá con decepción, no sabía, pero era obvio que ella igual se había quedado estática gracias a sus duras palabras dirigidas hacia a mi.

-Solo no quería estar solo... yo también quería escuchar las aventuras de tom sawyer con alguien y no solo como siempre estoy...- solté.

Solo así noté como la expresión de cinco se relajó pero sin pensármelo mucho, pasé de el con rapidez para salir de ahí al fin.

-Allen...- escuché la voz de vanya pero la ignoré.

-Solo deja que se vaya... solo estorba.- y ahí la voz de cinco.

Y si, ahora me encontraba en mi habitación o algo así, veía hacia afuera mientras estaba sentado en las escaleras para incendios afuera de casa.

Suspiré mientras mi mirada se dirigía a mis manos y por primera vez, odié haber nacido no solo con poderes sino la sola acción de haberlo hecho, en estos momento odiaba existir.

-Allen, podemos hablar?...- la voz de vanya me llamó la atención mientras aún seguía afuera, rápido me levanté y entrando fui hasta la puerta pero me detuve a medio caminar. -Allen... puedes abrir?.- preguntó.

Seguí en silencio y miré hacia a mis pies enfundados con calcetas azules.

-Bien yo... supongo que tienes derecho de estar molesto, solo... quería disculparme por lo que pasó hace unas horas... cinco no quería decir eso...- me senté en el suelo mientras recargaba mi espalda en la cama y abrazaba con fuerza mis piernas. -... allen...- de nuevo llamó pero seguí sin responder. -... lamento no haberte defendido, si quieres hablar con alguien cuando te sientas mejor, puedes ir a mi habitación, puedo.. tocar el violín para ti, si quieres.- soltó pero nada.

No pensaba responder ahora, tal vez nunca más tampoco.

Escuché sus pasos alejarse a lo que esta vez me levanté para recostarme en cama y mirar hacia a la ventana.

Mañana iba a ser un día mucho mejor a este...

O al menos eso pensaba.



































-Papá, cinco hizo trampa...- la voz de diego al día siguiente me hizo mirar aquel entrenamiento mientras aquellos 6 chicos corrían para llegar hacia al otro lado del patio.

-El se adaptó... no quiero quejas ni excusas del porqué pierden...- papá siguió evaluándolos mientras yo leía en una banca del patio aquel libro de ciencias cuánticas para distraerme un rato.

-Que estás leyendo?.- escuché a lado mío, al ver quien era cerré el libro y negué alejándome un poco. Vanya solo frunció el ceño. -Por qué no lees otra cosa más... interesante?.- dijo al ver que no le respondí.

-Que tu seas una tonta no quiere decir que yo también lo sea...- solté sin mirarla. La sentí tensarse pero justo cuando iba a responder me levanté para ir con papá.

-Que sucede número ocho?.- preguntó sin mirarme.

-No me siento bien del estómago, puedo ir con mamá para que me dé un té o algo así?.- pregunté.

-Ve pero no te distraigas mucho, tu entrenamiento empezará cuando termine con ellos...- avisó.

Sin más, caminé hacia adentro de casa, al caminar hacia a la cocina vi a mamá limpiando algún jarrón caro.

-Mamá...- llamé.

-Que sucede, cariño?.- dijo mirándome.

-Puedes darme una pastilla para el dolor de estómago, me duele...- ella asintió y se fue, yo solo me senté en el sillón que papá siempre usaba para leer y miré la portada del libro que anteriormente leía.

Sonreí al leer el libro, había cambiado la portada de un libro de ciencias para leer las aventuras de Tom Sawyer sin que papá me dijera algo.

-Así que te duele el estómago...- esa voz me hizo saltar de mi lugar, sin embargo no dije nada, volteé con lentitud para encontrarme a aquel chico de ojos verdes.

Me quedé en silencio... de todas maneras no tenía nada que decir a eso y devolví mi mirada hacia al libro.

-Sabías que vanya se peleó conmigo por tu culpa? cree que estás triste por lo que dije... puedes decirle que me disculpé y me ahorro mi intento de disculpa?.- mencionó, suspirando cerré el libro con lentitud y lo miré.

-Cuando acabe el entrenamiento le diré que viniste a eso pero... solo vuelve a irte y déjame solo.- solté.

El alzó su ceja, sin más sentí sus pasos alejarse.

Suspiré más tranquilo, al abrir de nuevo el libro para leer, sentí como alguien me lo arrebataba.

-Que te...?.- guardé silencio al ver a cinco.

Miré hacia atrás de mi pero recordé que podía teletransportarse.

-Sigues leyendo esto o es una burla hacia a nosotros por lo que pasó ayer?.- preguntó.

-Devuélvemelo!.- al ir hacia a el para arrebatárselo desapareció para reaparecer por el comedor.

-Es algo muy creativo y raro el haber costurado la tapa del libro de ciencias cuánticas al de Tom Sawyer, papá lo sabe?.- preguntó. De inmediato corrí hacia a el y al pensar que ya iba a tomarlo de nuevo se teletransportó.

-Cinco, ya basta!.- dije siguiéndolo de nuevo.

Escuché su risa al volver a hacer lo mismo pero pronto escuchamos algo que nos hizo quedar quietos a los dos.

-Que significa esto?!.- la voz de papá nos hizo mirar a su dirección. Apreté los dientes nervioso a ver como observaba el libro que llevaba cinco.

Arrebatándoselo lo abrió y al ver la portada de la primera hoja me miró con seriedad.

-Pasa a mi despacho, terminaré el entrenamiento de tus hermanos y luego de eso estarás castigado, me oiste?!.- dijo serio.

Yo suspiré al recordar aquello.

De nuevo iba a enviarme al sótano.

Cinco me miró pero no dijo nada..

Cosa que a mi, viviendo con ellos por estos últimos años, ya no me sorprendía...

Nada de el ya me sorprendía para ser sinceros...

Carajo...

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⏰ Última actualización: Jul 12, 2022 ⏰

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