Capítulo 2

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Atsushi se encontraba haciendo papeleo tranquilamente, hasta que Kunikida lo llamó.

- Mocoso, te buscan.

- ¿Quién es, Kunikida-san?.

- Una chica, no dijo como se llamaba, solo que quería hablar contigo, parecía urgente.

Nakajima se dirigió afuera de la Agencia para encontrarse con una chica de mediana estatura, cabello negro largo y ojos verdes, acompañada de un chico castaño de ojos rojizos, la chica am verlo de dirigió rápidamente hacia él.

- Atsushi-san, ohayō - dijo la chica con una pequeña reverencia mientras el chico repetía la acción detrás de ella.

- Oh! Hikaru-chan, ¡Que sorpresa! ¿Que te trae por acá?

- Am...es que quería que conociera a alguien - dijo tomando del brazo al chico y ponerlo de frente - él es Kairi, Nakamura Kairi, mi destinado.

- Oh! Un gusto Nakamura-kun.

- El gusto es mio Nakajima-san, Hikaru me contó lo que su sucedió la verdad se lo agradezco mucho, no se que hubiera pasado si usted no hubiera estado en ese momento.

- Solo hice lo correcto

Y si, todos los omegas que el albino salvaba, después de eso desarrollaban una especie de respeto hacia él, tanto hasta el punto de presentarle a su pareja, como si fuera de la familia.

- Eh! Atsushi-kun se convirtió en padre?

- No empiece Dazai-san, solo me vino a presentar a su pareja destinada.

- Eso solo se hace con la familia, significa que te considera de su familia.

- Me siento un poco incomodo cuando sucede algo así, no es necesario.

- Ellos solo te respetan, aparte de que los salvaste de una tragedia.

- Lo sé...

- Oye tengo una duda, ¿en serio nunca te sentiste atraído por el olor de un omega en celo?

- Dazai-san!!...b-bueno no es que no me sienta atraído, es solo que nunca le hago caso a mis instintos, siempre tengo en mente el bienestar de las personas y se me hace fácil reprimirlos.

- Me pregunto si será igual con tu pareja destinada.

- No se sabe, al fin y al cabo, no la he encontrado, ¿y usted?

- ¿Yo? Yo soy inmensamente feliz con él - dijo pensado en cierto pelirrojo que se sonrojo en algún lugar de Yokohama.

- ¿Cree que algún día encuentre a la mía? - preguntó sacando de sus pensamientos al mayor

- Claro que sí!

- ¿Y cree que lo ame? - preguntó dejando confundido al castaño.

- Eso depende de ustedes

Atsushi se quedó pensando como algunas veces lo hacía, siempre se preguntaba si sería capaz de amar a aquella persona que estaba destinada a él, se preguntaba si algún día lo o la encontraría, si era una persona que ya conocía o le faltaba por conocer, si estaba ahí o al otro lado del mundo, eran demasiadas interrogantes.

Mientras tanto en uno de los edificios más altos de Yokohama, un chico omega, de 1.70 m de altura, disfrutaba de la viste del hermoso atardecer, nada más y nada menos, que Akutagawa Ryuonosuke, el Perro de la Port Mafia, uno de los mafiosos más temidos, un chico que mataba no por gusto, sino, por las circunstancias de la vida, pero en el fondo, esa máscara de odio hacia todo el mundo, no era del todo cierta, de hecho el chico era amable, educado ordenado y ¿por qué no? Guapo, único defecto, el terrible humor de perro que se cargaba, un chico que desde un inicio quizo matar a Atsushi, bautizado por el mismo como Jinko, la razón era sencilla según él, simplemente pensaba que si lo vencía, obtendría el tan deseado reconocimiento de su ex mentor, Dazai Osamu.

¡𝐃𝐞𝐬𝐭𝐢𝐧𝐚𝐝𝐨𝐬! - 𝐒𝐡𝐢𝐧 𝐒𝐨𝐮𝐤𝐨𝐤𝐮 [𝐎𝐦𝐞𝐠𝐚𝐯𝐞𝐫𝐬𝐞]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora