El internado

190 3 0
                                    


Nací en el seno de una familia de clase media, perfecta, sin apenas problemas, mi relación con mis parientes más cercanos era buena, mi vida en si lo era, feliz y sin preocupaciones, pero por desgracia, el paraíso no fue eterno, cuando yo tenía 12 años mis padres murieron de manera trágica en un accidente de trafico cuando yo estaba en la escuela, ellos me dejaron cuando más los necesitaba en mi vida y la esperanza de poder tener una adolescencia digna, se desvaneció en un momento y el mundo no hizo nada.

 Como no tenía ningún familiar cercano que se pudiera o quisiera hacer cargo de mi el gobierno me coloco en un internado de Barcelona, pensé que allí tendría una oportunidad de volver a ser feliz, pero de nuevo, la esperanza murió, a los pocos días de estar en ese lugar me di cuenta de que el internado no era mi sitio y que no encajaba en él, intentaba escaparme pero nada resulto ser útil, no era el único que pensaba lo mismo, en mi grupo de clase varios compañeros y compañeras pensaban lo mismo, para refugiarse de la miseria unos bebían, otros fumaban y algunos pocos se pasaban el día leyendo, luego, luego estaba yo, mi distracción era el deporte, en concreto el parkour, es mi pasión y al que dedicó la mayor parte del día ¿Estudiar? ¿Para qué? En eso ya tire la toalla hace mucho tiempo, como he dicho antes, no encajo en este sistema y mucho menos en el de estudios.


Hoy como cada día de colegio, me he levantado temprano ¿Para llegar a tiempo a la escuela? No, ese no es el motivo, el verdadero motivo es que soy de dormir poco desde siempre. Me he vestido y lavado los dientes, todo seguido he ido a desayunar y después a la aula para "aprender", lo que he hecho sinceramente es mirar todo el rato por la ventana imaginando mi mundo perfecto, como hago siempre, después de las clases muchas veces recibo sermones de mi tutor sobre mi vida de estudiante y que a este paso no lograría ser nada en la vida, como siempre, me entra por un oído y me sale por otro, todo seguido toca la hora de "estudiar" me escapo por la ventana de mi habitación y salgo a la calle a practicar mi hobbit por toda Barcelona, pero, hoy no es un día cualquiera, es viernes y para mejorar la situación no sólo no ha sido necesario escaparse ya que nos dejan salir sino que además es el último día antes de empezar  semana santa, por lo que puedo tener una semana perfecta de relajación,  como siempre, a los que tenemos 16 años para arriba nos dejan salir por la noche con compañeros de clase siempre que se acercan unas fechas importantes y, para celebrarlo, iremos a una discoteca conocida de la zona que han abierto hace poco.


Volviendo al tema del internado, por suerte, no todo es oscuridad, hay unas cuantas personas que me hacen la vida más ligera y fácil de soportar, la primera y la que más cariño tengo es Becky, una amiga que para mí, es como una hermana, es morena, ojos marrones, mirada preciosa, ella por suerte no tiene el mismo triste destino que yo, tiene padres pero viajan tanto que apenas tienen tiempo para ella y la metieron en el internado para que alguien se ocupara de ella. Después esta Gabriel, un chico bromista y buena gente, bastante alto y de rasgos nórdicos que por desgracia, él, tiene el mismo destino que yo pero con la diferencia de que sus padres están en la cárcel y estarán mucho tiempo allí.


Llegada la noche, después de cenar y de arreglarnos, mis compañeros y yo junto a un grupo de 5 personas en el que se encontraban mis dos buenos amigos, nos dirigimos a salir a la calle para ir a la fiesta, está a pocas manzanas cosa que nos va fenomenal ya que podemos estar más rato en ella. Vamos andando a un paso moderado cuando nos damos cuenta de que estamos al un par de calles ya se puede oir perfectamente el jaleo del local y se puede ver la gente que va y viene cargada de botellas para tomar un pequeño aperitivo antes de entrar.


En la puerta cuatro armarios vigilan que todo estuviese en orden y que no entrara nada de alcohol al local o alguna sustancia ilegal, enseñamos las entradas  y los DNI tímidamente a los porteros y nos decidimos a adentrarnos en el local.


 Llegamos a la disco, un lugar sin estrés, donde solo reina la fiesta y la diversión, el lugar no es como otros, el ambiente es muy diferente, no hay gente drogada intentando aguantar de pie o gente peleándose, esto es algo que me llama mucho la atención. El local es enorme, con la cámara del DJ en el centro y en la parte superior al fondo un ventanal tintado de negro con unas escaleras que llevan al centro de la discoteca,  supongo que es la sala será para los VIP, en la zona, gracias a la iluminación abundan los colores azules cosa que produce la sensación de estar en otro mundo, en cuanto a música hay de todo tipo pero abunda más la de estilo máquina, sinceramente no es que me apasione pero para la situación y el lugar no estaba nada mal.


Pasado un rato, mientras mis amigos hablaban con otro grupo de chicos y chicas que acababan de conocer decido ir a por algo de beber en la barra, después de recoger lo que había pedido, alzo la mirada hacia la rampa que llevaba a la sala VIP y veo como se abre y  de ella sale gente de,rápidamente entre todo el gentío se hizo una especie de pasillo para que estos pasaran, entonces decido acercarme para ver que sucede, entre el grupo que salía había una chica preciosa,  mirada penetrante y muy bonita, con ojos marrones o verdes, no sabría decirlo bien ya que la iluminación me lo impedía, estatura normal y pelo rubio, de piel blanca pero no pálida, en cuanto a ropa iba totalmente de color oscuro al igual que sus compañeros. Como si supiera que la miraba, ella lo hizo también, me miro, su mirada me abrió la curiosidad, no me analizaba, me observaba como si ya me conociera y me dedico una bonita sonrisa, seguidamente, siguió su camino con el resto de compañeros.


 Una vez pasado el grupo, el pasillo desapareció y siguió la fiesta, bebimos y nos lo pasamos muy bien, unos cuantos se excedieron y tuvimos que sacarlos de ahí dentro para que no se marearan más, también nos dimos cuenta que ya era demasiado tarde y que ya era la hora de volver al centro e intentábamos que los que iban mal se mantuvieran bien para no levantar sospechas.

 Al llegar al lugar, los vigilantes por desgracia engancharon a los que no iban del todo bien y los llevaron aparte, a nosotros por suerte, nos dejaron subir a las habitaciones con sigilo.

Cuando por fin entre en la mía, me tumbe en la cama y ahí fue cuando empecé a pensar, personalmente soy mucho de analizar miradas y comportamientos por lo que el acto de la chica me hizo pensar durante mucho rato, su mirada fue como si me estuviera saludando puesto que me conocía de algo, no sé cuanto tiempo estuve pensando ya que me quede dormido.


CazadoresDonde viven las historias. Descúbrelo ahora