Varias semanas, varias semanas han pasado desde que Keisa perdió a su amigo, hasta entonces y en un progreso continuo, el chico cayó en una ligera depresión por la tristeza de la perdida y por el hecho de no haber logrado salvar su vida, todo este cumulo de cosas empezaron a causarle estragos en su habilidades y en su propia confianza consigo mismo hasta el nivel de ser destituido de su unidad pero eso si, sin perder el apoyo de todos sus amigos especialmente el de Ellie que siempre intentaba animarle pero, eso no era todo, fuera de los muros no solo Keisa pasaba por un mal momento los Seguidores, la hermandad rival, había sufrido una serie de ataques en los cuales todas sus bases, barracones y centros de operaciones habían sido destruidas y la mayor parte de sus miembros asesinados a sangre fría, los pocos que quedaban estaban condenados al exilio pero por suerte sus clásicos rivales, los Cazadores, les dieron refugio ya que ahora se enfrentaban a un enemigo común.
Antes de poder volver a incorporarse a su grupo de campo, primero había de pasar una serie de pruebas para comprobar que era apto de nuevo para poder combatir y que su mente no le jugaría una mala pasada durante algún conflicto, una vez superada las pruebas de salud mental establecidas por el comité sanitario de la hermandad, le fue asignada una misión de campo pacifica que consistía en hacerse pasar por un empresario y acudir a una reunión junto a miembros de su grupo y a otras personas del ámbito económico en algún lugar de la ciudad condal.
Por primera vez se despidió de manera cariñosa de Ellie ya que era la primera vez que no irían en una misión juntos y con unos buenos apretones de manos y abrazos, tambien lo hizo de sus compañeros más allegados mientras estos le deseaban suerte aunque el objetivo a cumplir no fuera de una gran complejidad, después de mucho tiempo, antes de partir, se volvió a reunir en la sala de actas presidida por Sam que se enorgulleció de ver al chico otra vez activo. La operación era sencilla y consistía en que la agrupación de empresas que tenía el grupo tuviera representación en un evento tan importante, una vez repasado el protocolo el grupo de cazadores compuesto por 15 miembros partió con sus vehículos al lugar de la reunión.
Una vez allí el gentío y la preocupación de no cumplir el protocolo como correspondía alteró un poco a Keisa pero pronto consiguió tranquilizarse, sinónimo de que ya volvía a tener el control total de sus emociones. El día era soleado y transmitía una alegría indiscutible, además, el hecho de que el verano estaba cerca y junto a él el buen tiempo, animaba aún más las cosas, después de atravesar las barreras de periodistas y curiosos empezó a subir las escaleras de piedra que tenían un estilo similar al de un templo de la época clásica que conducían al interior del recinto, en la entrada se podía leer con una letra grande y bonita "Benvinguts a la VII fira d'economia de Barcelona"
Desde fuera el edificio daba sensación de que tenia una gran magnitud pero superaba las expectativas, una sala enorme con decenas de mesas y sillas, al fondo del todo un escenario con una plataforma diseñada para dar discursos. A esa hora el recinto estaba parcialmente lleno y la actividad de camareros, personal e invitados era constante.
Al grupo de Keisa les hicieron separarse en grupos de 3 para ocupar mesas diferentes y hablar con empresas distintas, después de unos minutos de espera el chico junto a otros dos miembros de su grupo les tocó, por suerte, una mesa en la zona céntrica que ya estaba casi al completo solo quedaba sitio para tres miembros de otra empresa. Nada más llegar entablaron conversación con los que compartían mesa, todo iba bien y el ambiente era agradable pero todo dio un giro cuando llegaron los tres últimos en sentarse, Keisa hablaba con los demás pero cuando levanto la mirada para saludar se quedo sin palabras, el psicópata líder de los Elegidos estaba ante él, la profundidad de su mirada impactaba más que en las fotografías, el nerviosismo volvió a aparecer pero luchó para poder controlarlo y lo consiguió, más seguro de si mismo le tendió la mano para un saludo formal y fue respondido con la misma naturalidad. El único de los impresionados era él, nadie de su grupo ni del otro ni si quiera el cacique enemigo parecía saber quien era, entablaron conversación y hasta parecía que se llevaran bien cosa que le sorprendió bastante pero Keisa no estaba tranquilo, solo trataba de no dar un paso en falso.
Durante y después de comer comer varias personas subieron al escenario para hablar de la evolución de la economía y cosas por el estilo, Keisa decidió ir al lavabo para despejarse un poco y así lo hizo, una vez dentro hizo lo que tenia que hacer y se dirigió a lavarse las manos, dos personas salieron del lavabo pero él no escucho la puerta cerrarse, alguien había entrado.
-¿Qué sucede cazador?-pronunció una voz.
Keisa se limitó a secarse las manos y girarse sin decir nada.
-Eres muy estúpido si pensabas que no sabía quién eras.
-¿Qué quieres de mi?-preguntó Keisa mirandole fijamente.-Quiero que os rindáis pacíficamente y no atraséis lo que es inevitable.
-¿Hablas de paz cuando mandaste matar a los que habían sido de tu grupo? ¿crees que te voy a creer?- Contestó Keisa con un tono desafiante.
-Para empezar-hizo una pausa y prosiguió- hay varias cosas que se pagan con la muerte y una de ellas es la traición, sabemos todo lo que os contaron y eso no tiene perdón, tienes veinticuatro horas para responderme si decidís rendiros o no, después de ese plazo no habrá segunda oportunidad.
Sin darles tiempo a que pudieran seguir su conversación otras personas entraron y, disimuladamente, volvieron a las mesas como si nada hubiera pasado, Keisa contaba los segundos para poder irse de ahí e informar a sus compañeros, cuando el momento llego, sin que le temblara el pulso se despidió de todos con un estrecho de manos firme para mostrar a su rival que no se dejaba intimidar por nadie ni por nada aunque por dentro estaba bastante sorprendido por la situación.
Una vez llegó a la base, sin atender a nadie, se dirigió a toda prisa hacia el despacho de Samuel y sin picar a la puerta irrumpió en una reunión que él tenía con otras personas, abrió la puerta de par en par y se encontró con varios hombres y mujeres entre ellos Sam que observaban una especie de mapa que, tras la entrada de Keisa, se apresuraron en cerrar.
-¿Qué sucede Keisa?- preguntó el hombre sorprendido por la entrada repentina- Espero que sea importante estamos en una reunión.
-Necesito hablar contigo a solas- exigió Keisa.
-No hace falta, esta gente es de confianza, habla y cuenta que sucede.
-En la reunión de economía han venido el líder de los Elegidos y se ha sentado con nosotros, sabe muchas cosas de nosotros como quien fue el que delató y nos contó todos sus movimientos, infraestructuras etc... creo que alguien de nuestra organización les pasa información.
Se hizo un silencio sepulcral que fue interrumpido por el líder del grupo que comentó la necesidad de una reunión extraordinaria de los altos cargos de la organización a escala mundial además, agradeció la información que Keisa había proporcionado pero él no podría asistir a dicha reunión, un poco afectado pero comprendiendo la toma de esa decisión, dejó solos a los altos cargos para ir a reunirse con sus amigos pero, por desgracia para él, no podía contar nada de lo sucedido a su amigos ni si quiera la que era su novia, Ellie, por motivos de confidencialidad, solo podía limitarse a decir que todo había ido muy bien.
Esa noche, el grupo de amigos decidió dar una vuelta ya que tenían varios días libres y salieron a cenar por algún restaurante de Barcelona y después pasear por Montjuic, Keisa intentaba disimular que todo iba bien, lo conseguía casi a la perfección pero a Ellie no se le escapaba y cuando se quedaban solos iba preguntando "¿seguro que todo a ido bien?" pero el chico insistía en que sí hasta que ella desistió en su intento de sacarle información ya que él cuando quería era una autentica caja fuerte. A pesar de todo se lo pasaron bien y se llevaron un buen recuerdo de esa noche que marcaba el cierre de una etapa de su vida que nunca olvidarían.
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Cazadores
ActionRenegado, olvidado y abandonado, así me siento yo en esta sociedad que no comprendo a ella ni a sus estúpidas normas sin sentido, la sociedad de hoy en día, ha perdido los valores y solo se guían por la avaricia y la hipocresía, me llamo Keisa y est...