Comercio ilícito

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Esa misma noche a la hora de cenar, el grupo entero de Keisa estaba reunido en el comedor junto al resto de sus compañeros, la sala estaba repleta ya que en esa noche la mayoría estaban en el centro ya que apenas habían operaciones que realizar. La conversación principal de Keisa y sus amigos era decidir que hacer mañana ya que en un principio también disponían de tiempo libre, lo más seguro era que decidiesen dar una vuelta por Barcelona y comer por allí para pasar el día pero, como no todos tenemos los mismos gustos y aficiones, habían varias propuestas y algunas opuestas por lo tanto el debate seguía abierto.

Después de cenar, por una noche, decidieron quedarse dentro del recinto y cuando llego la hora, cada uno se fue a su habitación para descansar y esperar el amanecer de un nuevo día.

Por sorpresa para él, en ver de despertarse por si sólo, unos golpes secos retumbaron en su puerta y eso hizo que se levantara de un golpe de la cama y, poniéndose los pantalones como pudo, acudió a abrir la puerta. Al abrirla se encontraban Oscar y Pablo.

-Rápido Keisa, ven a desayunar nos han convocado- Explico Pablo a su amigo.

El pobre chico que acababa de despertarse no podía procesar tanta información de golpe.

-¿Convocar?-Pregunto- Pero si apenas son las 8 de la mañana.

-No lo sé, ahora nos lo explicaran, vamos.

El grupo de chicos fue a paso ligero al comedor donde se encontraban el resto de compañeros, Ellie y Sara estaban igual que él o peor y por eso tenían tazas de café bien cargadas para estar bien despiertas y, Keisa siguiendo su ejemplo, hizo lo mismo. La gente apenas hablaba y lo único que se escuchaba eran preguntas entre susurros, eso sucedía en el lado de los jóvenes, los que ya eran veteranos estaban más acostumbrados y conversaban por los codos.

Al devorar el desayuno, todo el mundo automáticamente abandonaron la sala y siguieron las instrucciones de los coordinadores y se dirigieron a una antesala para recibir nuevas ordenes.

-Atención- intervino un oficial- las unidades Escorpión y Falcon que acudan a la sala de actas B.

Unos 6 equipos se movieron a la vez para hacer caso a la orden, cuando entraron en la sala se encontraba un hombre sentado en una mesa, venia de otro campamento pues no lo habían visto nuca por esa zona.

-Damas y caballeros, mi nombre es Cristian y soy un coordinador nacional de la Hermandad de Castellón, y hoy estoy aquí para coordinar la erradicación de una mafia que se dedica al comercio de personas, en especial mujeres para luego obligarlas a ejercer la prostitución, los cazadores nacionales e internacionales atacaremos todas las bases que tienen en Europa para borrarlos del mapa, pero habréis de capturar a 2 jefes que son de vital importancia porque poseen mucha información, continuemos, la unidad Escorpión se desplegara en esta calle- Dijo el coordinador mientras señalaba un mapa de Barcelona-.

El oficial siguió dando instrucciones unos 15 minutos más para que la operación se realizas de la mejor manera posible, al acabar les deseo buena suerte y todos los equipos fueron a armarse con equipo de asalto, compuesto por 2 pistolas con silenciador, varios cuchillos, una mascara anti-gas etc...

Keisa y su grupo estaban un poco nerviosos ya que nuca habían hecho algo así pero, con la anterior misión de vigilancia, cogieron experiencia y estaban un poco más relajados, después de armarse bajaron al garaje para subirse a las grandes furgonetas que les llevarían hasta el lugar. Una vez allí el sitio estaba repleto de gente que iba a realizar otras operaciones, cuando un oficial les identifico su convoy los 6 equipos se subieron en 3 furgones camuflados como camiones de reparto pero, antes de hacer eso, Sam se acerco a ellos y les deseo buena suerte, acto que los chicos y chicas agradecieron. Una vez dentro se acomodaron y esperaron a que los furgones iniciaran el viaje junto a otros convoyes.

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