9. "Dejame limpiar tus lágrimas"

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Harry supuso que el dolor era una química extraña que tenían, el dolor y el tenían una relación romántica de años.

Antes de tropezar con una pared, Harry creyó que había perdido al grupo de Niall. Después de haberlo ignorado por un tiempo, Niall decidió ya no ser su amigo y también ponerse en su contra desde hoy. Para Harry no se le hacía raro, sabía que esto pasaría tarde o temprano, pero no creyó que tan temprano. Harry ignoro el dolor en la parte baja de su abdomen, decidió tomar su mochila y correr por los pasillos hasta la salida, Zayn lo estaba esperando impaciente en casa.

Después de salir de la escuela, gimió al sentir la sangre brotar de su nariz, un ola de dolor en la espalda, estaba tan jodido.

Al llegar a casa, no se sorprendió al ver a su padre dormido en el sillón con una botella a apuntó de resbalarse de su mano. Su madre estaba en la cocina haciendo quien sabe que, a Harry realmente no le importaba. Harry subió las escaleras, con cuidado, el dolor incesantemente inestable que estaba sintiendo su abdomen.

Al llegar a su habitación no se sorprendió igualmente al ver a Zayn recostado en su cama en posición de estrella, un par de playeras suyas ocultando su cara. Cerró la puerta con su pie y encendió la luz.

"Llegue", anunció, soltando su mochila y caminando perezosamente a la cama, cayendo encima de Zayn quien había gruñido por el nuevo impacto. Harry bostezo, amoldándose al cuerpo de el mayor como un pequeño pulpo caprichoso en busca de contacto.

"Siento tu cuerpo caliente".

"¿Qué?"

"Tú temperatura", Zayn se sentó, sentando forzosamente al rizado quien había gemido por el dolor. "¿Estás herido?"

"Un poco", murmuró, alzando su playera para que Zayn viera los hematomas de color morado, tornándose a verde. El alienígena inclinó su cabeza al ver aquellas manchas que había visto antes en el cuerpo pequeño del rizado. Sonrío un poco al imaginarse a esos animales con manchas llamadas vacas, solo que Harry no tenía manchas negras sino moradas. Pero no hacía un gran cambio, Harry era tierno como una pequeña vaca bebé.

Curioso puso su mano encima de los moretones, acariciando su vientre con ternura, Harry solo pudo cerrar los ojos disfrutando del tacto ajeno.

Sin darse cuenta cayó dormido unos minutos después, el cansancio derrumbándolo por completo, ignorando la mirada avellana de Zayn. Harry creyó que a Zayn le gustaba mirarlo, aún no sabía la razón pero creía tener una respuesta a eso, suponía que eran sus rizos un poco maltratados pues no le ponía el tiempo que debería en arreglarlos y cuidarlos como es debido.

— 👽 —

Cuando se levantó sintió el peso del cuerpo de Zayn en todo el, pensando en un pulpo o una estrella marina. Quiso sisear por tener el cabello de Zayn tapando su nariz, pero no pudo, el olor a lavanda empapaban sus fosas nasales, disfrutando del olor dejo que su nariz inhalara más de aquel olor, y quiera decir que no se asustó cuando Zayn ronroneó, pero lo hizo, moviéndose bruscamente y creyendo que dolería después de haberse movido demasiado.

Pero no había dolor.

Frunció el ceño confundido, ¿por qué no dolía? Se despegó del Zayn pegajoso y se levantó de la cama, caminando rápidamente al baño e ignorando la presencia de Zayn, quien al no sentir a Harry se levantó.

Alzó su playera asustado, teniendo la imagen de ver su cuerpo magullado, pero no, su vientre y pecho estaban demasiado limpios para ser verdad, un sollozo ahogado salió de su boca al tocar su cuerpo, ¿cuando había pasado esto?

𝐊𝐞𝐞𝐩 𝐦𝐞 𝐜𝐥𝐨𝐬𝐞 [✔︎]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora