𝟒. pregnant

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"And if you're ever tired of being knownFor who you knowYou know, you'll always know me

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"And if you're ever tired of being known
For who you know
You know, you'll always know me."

—Dorothea, Taylor Swift.



PRESENTE!

DESPIERTO CON LA CABEZA EN LA LUNA, con Tessa lamiendo mi cara y el otro lado de la cama completamente vacío. Tallo mis ojos para recobrar el sentido y cuando me levanto de la cama, inmediatamente se me revuelve el estómago.

Anoche, había tenido tanta ansia de helado que cuando Tom me vio en la cocina a las tres de la mañana comiendo azúcar me preguntó si me sentía bien. Tapo mi boca con las dos manos y me precipito al baño para dar paso a mis nauseas matutinas.

Me hago un ovillo en los azulejos del suelo y suspiro profundamente, esto de estar embarazada no se me da nada bien. Relamo mis labios sintiendo la garganta muy seca y el estómago pidiéndome a gritos que coma algo.

Luego de vestirme estoy parada frente a la cafetera haciéndome un café, me aseguro de que sea menos de media taza antes de tomármelo de un solo golpe. Debo darme media vuelta para impedir las arcadas y bufar, pensando que debía decirle adiós al café por un tiempo.

Horas después, estoy caminando de un lado a otro desesperada, Tessa sigue mis pasos y lo único que se escucha en casa es el ventilador automático a pesar de estar a veintiséis grados.

¡Está tardando demasiado!

Lo maldigo mil veces en mi mente, ya viene media hora tarde y todavía ni siquiera pensó en mandarme un mensaje para avisarme. Cuando voy a darme por vencida, escucho el silbido de Harry desde afuera y me apresuro a abrirle la puerta.

—¡Mads Mads! —exclama entusiasmado, como si no viera mi mala cara—. Espero no te moleste, pasé por sushi y traje un flotador para la piscina.

Entra en casa con un flotador de pato gigante en la cintura, una camiseta hawaiana y un bañador puestos. Sin contar la bolsa con miles de bebidas energéticas y un paquete para llevar de sushi.

¿Vino a Hawai o a enterarse de que será tío?

Bueno, eso el aún no lo sabe...

Puse los dedos en el puente de mi nariz—. ¡Deberías haberme dicho que vendrías más tarde! —le reproché.

Baja sus lentes de sol permitiéndome ver sus ojos—. ¿Qué? Pensé que sabías que siempre me tardo, además te traje bebidas con mucha cafeína y con mucho alcohol. —levanta la bolsa y la tambalea en el aire.

Siento como me dan arcadas, pero tapo mi boca y miro mi atuendo. No sabía que tendríamos un día de piscina, pero por lo visto así será.

—Bueno, debo decirte algo súper importante, así que iré a cambiarme. —me doy media vuelta y comienzo a subir las escaleras.

 𝐌𝐑𝐒. 𝐇𝐎𝐋𝐋𝐀𝐍𝐃; tom hollandDonde viven las historias. Descúbrelo ahora