Beautiful Melody +18 [Completada]

15

El Rey Jungkook y Suyin llegan corriendo a la sala real, allí estaban todos los ministros molestos, incluso estaba la Reina para echarle más leña al fuego.

—¿¡Qué está sucediendo!? —grita Jungkook al llegar.

—Mi señor, el pueblo cree que la sequía se debe a qué hay una maldición en el palacio y comenzó desde que llegó la concubina Real —dice uno de los ministros.

—Dicen que es debido a sus cicatrices en la cara, ellos creen que ella está maldita —Suyin mira al suelo.

Las personas en esa época solían ser muy supersticiosas así que es normal que crean que esas marcas se deben a qué ella está maldita y aparte con la sequía y su llegada al palacio hacía que las personas lo creyeran aún más.

—¡Eso es algo ridículo! La sequía ya estaba antes de que ella llegara.

—Pero no se había extendido tanto alteza —habla otro ministro.

—La única solución es ofrecerla en un ritual para el dios de la lluvia, tal vez los cielos se apiaden de nosotros y también traerá la calma al pueblo —habla el primer ministro, el padre de la Reina.

—¿¡Nadie tocará a mi concubina!? —Jungkook la coloca atrás de él.

—¡Pero alteza...! —grita otro.

En un momento de enojo, Jungkook toma la espada que tiene Taehyung, este estaba a su lado así que la tomó fácilmente, el Rey la apunta a todos en señal para que no se acerquen a Suyin.

—Jimin, llévala a su habitación y coloca guardias, no quiero a nadie de este salón acercándose a ella —Jimin asiente y toma a Suyin, ella mira a Jungkook una vez más y él solo le da una sonrisa, igual queda ella con un corazón preocupado.

Ya una vez que Jungkook se había asegurado que Suyin no estaba por ahí para escuchar, decide hablar.

—Esas marcas en su rostro no son de nacimiento, así que no son una maldición —todos comienzan a murmurar.

—¿Y cómo se las hizo, Alteza? —pregunta otro ministro.

—Se lo hizo el mismo hombre que mandó asesinar a mi madre —se escucha el alboroto y ya tengo las pruebas.

Jungkook mira a Tae y este asiente, él se acerca al guardia que tiene el rollo en la mano, este se lo entrega a Taehyung y ese a su vez, se lo entrega a Jungkook.

—Mi madre sabía que sería asesinada por esa persona, según lo que aún se puede leer, él como que la amenazó unas horas antes de matarla y ella mandó la carta con una de sus damas a una amiga de confianza, esa era la madre de Suyin —todos comienzan a murmurar sin poder creer lo que las pruebas están mostrando.

—Alteza, díganos el nombre —todos asienten y es cuando el primer ministro comienza a correr.

—¡Guardias! ¡Atrapenlo! —todos los guardias asienten y salen detrás del primer ministro.

—Tanto él como los familiares que fueron parte del plan serán decapitados públicamente —el mira a la Reina— Se que estás en este plan, querías que te diera un heredero y así él después poder destronarme.

—¡No, alteza, jamás lo haría! —ella cae de rodillas frente a él.

—¡Guardias!

—¡Nooo! ¡Alteza!

Jungkook no dice nada mientras sacan a Rose, luego vuelve a mirar a los demás ministros.

—Yo no perdono la traición, y más si eso fué lo que causó la muerte de mi madre —él se sienta en el trono y se puede ver la molestia en su rostro.

—Alteza —entra uno de los guardias— Ya tenemos al primer ministro.

—Bien llevenlo a prisión —ordena y rápidamente lo llevan a esta.

—Alteza... —llega Jimin después de haber llevado a Suyin a sus aposentos— Ya su alteza Suyin está en sus aposentos.

—Buen trabajo, Jimin.

—Alteza, pero... ¿Ahora que haremos con el pueblo? —pregunta Taehyung.

—Tendremos que hablar con el pueblo y calmarlo —todos asienten.

Jungkook decide salir con los ministros y los guardias a tratar de calmar al pueblo, pero apenas el pueblo ve al Rey comienzan los reclamos y las personas comienzan a gritar también.

—¡Mi pueblo, les aseguro que esas cosas que han escuchado de mi concubina, son mentiras! ¡Ella no está maldita! ¡Las marcas en su rostro no son hechas por los dioses sino por los hombres en un intento de asesinato! —él les devuelve una sonrisa pero el pueblo no escucha.

El pueblo se lanza contra ellos e intentan entrar al palacio, cada vez más personas hambrientas se acumulan, son tantas que los pocos guardias que están en la puertas no pueden detenerlos, varios de estos se llevan al Rey para protegerlo.

—¡Taehyung! ¡Protege a Suyin! —Tae asiente mientras se llevan a Jungkook a un lugar seguro.

Mientras Suyin está realmente asustada junto a Bomi y Saya.

—Tranquila, mi señora, ya verá que el Rey lo resolverá todo —dice Saya.

Los gritos del pueblo entrando en el palacio comenzó a hacerse cada vez más fuerte, las tres mujeres estaban asustadas en los aposentos, se podía escuchar a los guardias batir sus espadas en aquellos que pasaban un pie en los aposentos, ellas escuchan un ruido asustandose.

—Alteza, soy yo... Taehyung —Suyin suspira de alivio.

—Taehyung, que bueno que estás aquí, ¿Dónde está el Rey? —pregunta ella mientras las damas le ayudan a levantarse.

—El Rey está a salvó, la llevaré con él, por su protección cubrase —le colocan algo por encima para cubrirla y salir de allí por la parte de atrás.

Ellos corren por la parte de atrás pasando por un bosque pueden oír aún el ruido que hacen las personas en el palacio buscándola a ella para matarla.

¿Acaso ella tenía que morir para que todo esto se calmara?

¿Será que si ella muere vendrá la lluvia?

¿Tendría que sacrificarse ella para que el pueblo esté feliz?

Todas estas cosas le pasan por la cabeza a ella mientras corren por el bosque.