Beautiful Melody +18 [Completada]

04

Jungkook estaba muy emocionado, no podía esperar a ver a Suyin, la intriga de saber como luce lo comía por dentro.

Está reunión se estaba alargando y tanto Taehyung como Jimin notaron el desespero en la pierna de Jungkook, la cual no dejaba de moverse.

—Alteza, debe calmarse —le dice Jimin en el oído.

—No puedo, solo quiero irme de aquí, ya va a ser la hora estipulada y yo aún no estoy allá —Jimin suspira.

—Pero debe cumplir con su deber y escuchar las peticiones del pueblo, no irse por una mujer que puede que no aparezca —Jungkook hace un puchero y asiente para terminar de escuchar las peticiones.

Cuando termina la reunión, el ministro de educación se detiene frente a Jimin.

—¿Puedo hablar con usted, joven Park? —Jimin le sonríe y asiste, lo guía hasta un lugar separado, lo que ellos no saben es que el curioso de Jungkook seguido por Taehyung, están escuchando.

—Quiero pedirles disculpas, a usted y su familia, por mi hija —el ministro se inclina.

—Mi hermano menor llegó molesto a casa, ministro, debió haber dicho que su hija no era una belleza digna de ser una Park. Pero ya hablé con mi hermano y no haremos nada, solamente no la permita salir, ella solo será el hazme reír del pueblo, yo había escuchado rumores pero soy un hombre que no se guía por eso, al final mandé a mi hermano a perder su tiempo —el ministro asiente.

—Ya le dije a mi Suyin que no la pondré a citas más nunca, vivirá en la casa sin esposo, así evito la vergüenza a la familia —Jimin asiente.

Jungkook solo mira a Tae.

—¿Acaso dijo Suyin?

*

—¿Irás? —le pregunta Bomi a Suyin.

—No sé porque quiero hacerlo, solo para que al final se termine yendo como todos los otros y me deje con el corazón herido.

—Entonces no debería ir, señorita —Suyin sonríe.

—Ese es el único lugar que amo ir, sino pasaría mi vida aquí encerrada y prefiero la muerte antes que eso —Bomi asiente entendiendo.

En ese momento el ministro Kang entra y le hace una señal con la cabeza a Bomi para que salga, ella asiente y sale inclinandose.

—Te irás a la casa que tenemos en el bosque, ya mandé a un grupo de sirvientes que limpiará la casa antes de que tú llegues, allí vivirás solo con Bomi, así que no habrá necesidad de cubrir tu rostro, no puedo seguir teniendo una vergüenza en esta casa, empaca, te irás en la tarde —ella sabe que pelear con su padre es inútil pero al menos de esta manera ella podrá vivir en paz.

Su padre se retira y Bomi entra, ya ella había oído todo desde fuera de la habitación, así que sabía que lo tenían que hacer.

—Yo voy a empacar —comenzó a decir Bomi— Usted vaya a ver al señor y dígale que se irá, de esa manera ya no la buscará más.

Suyin asiente y procede a salir de la casa, pasa por la parte trasera saliendo por el escondite, ella corre por el bosque con una sonrisa en su rostro, pero al recordar que no verá más a este apuesto noble hace que su corazón se encoja. Sus pasos se vuelven un poco lentos, hasta que de manera lenta llega al lugar acordado, el hermoso noble está allí admirando las flores y tarareando la canción que la misma Suyin escribió y que le dió ritmo con los pocos instrumentos musicales que ella sabe tocar.

Al pasar tanto tiempo dentro de la casa, ella comenzó a hacer cosas y a aprender a hacer otras, incluso cosas que supuestamente solo hombres deberían hacer, pero lo que a ella más le sorprende no es lo rápido con que el noble aprendió su canción sino lo hermosa que era su voz.

—Tienes una voz hermosa, mi señor —dice ella haciendo que Jungkook se sorprendiera un poco al ver que había sido atrapado.

—¿Tienes mucho tiempo escuchándome? —ella asiente.

—¿Le gusta mi canción? —ella pregunta de manera tímida.

—Si, me encanta, ¿La escribiste tú?  —ella asiente— ¿Acaso te da pena hablar conmigo?

—No eres tú, son todos los hombres —ella dice mientras comienza a caminar— Todos me miran como si fuera algo raro.

—¿Por eso te cubres? —ella lo mira para luego asentir.

—Los hombres solo buscan rostros sin imperfecciones, que sean mujeres hermosas, pues yo no tengo lo que ellas sí, por eso venía a decirte que mi padre me mandará a una casa que tenemos en el bosque por eso no podré venir tan seguido, me tomará más tiempo llegar aquí —Jungkook levanta su mano en dirección a su rostro, pero ella se echa hacia atrás de manera rápida.

—¿Pensaste qué iba a quitarte el pañuelo, cierto?

—Si, lo pensé —ella lo mira avergonzada.

—No voy a negar que quiero verte y saber si es verdad lo que tú dices, porque yo no lo creo en lo absoluto, me pareces una mujer muy hermosa y algún día vendré por tí —ella no puede evitar sonrojarse ante sus palabras.

—No pienso creerle, ya he caído varias veces en la misma trampa, por eso tengo cuidado, los hombres son expertos para mentir —él niega.

—Yo no soy como otros hombres, a diferencia de ellos mis palabras tienen peso —él le sonríe.

—¿Acaso eres alguien importante? —él asiente.

—Pero no te diré hasta que tú te quites el pañuelo.

—Mi señor debemos irnos —llega Taehyung.

—Dime en dónde vivirás, así yo llegaré hasta allá —ella asiente y después de señalar dónde vivirá, él se retira junto a Taehyung.

En su corazón no puede dejar de pensar que seguramente ese jóven noble no vendrá a verla.

*

Cuando Jungkook llega ve a este hablando con un jóven que parecía estar molesto por algo, Jungkook mira a Taehyung y este niega dando a entender qué él tampoco sabe, por eso ambos deciden acercarse.

—¡Pero Hyungnim! —dice Jihyun.

—Ya te dije que el ministro se disculpó, déjalo ir, ya la pobre chica tiene suficiente, la mandaron al bosque como castigo, allí vivirá solo con su dama y el ministro dijo que las va a encerrar allí, así ellas no saldrán y no tendrás que ver ese rostro que tú dices que es horrible —Jimin comienza a perder la paciencia con su hermano, él siempre ha sido un hombre de apariencias.

—¿Acaso esa mujer lleva por nombre Suyin? —Jimin y Jihyun se asustan cuando ven al Rey aparecer de la nada— Oí que su padre es un ministro, Jimin quiero que lo mandes a llamar, dile que lo veré en mis aposentos.

Jimin asiente y Jungkook comienza a caminar en dirección a su habitación, durante el trayecto no puede dejar de pensar en Suyin y en qué no puede dejar que ella termine encerrada.