Capítulo 5

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Yoo Geon se tambaleó como un borracho y se le puso la piel de gallina al pensar que aquel extranjero, podría haberlo tocado. Su cuerpo, que aún no volvía a su estado original, se arrastró, pero la voluntad que tenía de alejarse de ese hombre les otorgó la suficiente fuerza a sus piernas.

Yoo Geon estuvo dando vueltas durante toda la noche, hasta que el sol estuvo a punto de salir. Entró en un estrecho callejón en medio del boulevard lleno de carteles de neón. Era un callejón laberíntico, pero Yoo Geon no dudó en moverse.

«Lavandería de Aspirinas»

Yoo Geon observó el viejo cartel. Inclinó la cabeza ligeramente hacia un lado y las comisuras de sus labios se levantaron mientras pensaba.

Lavandería y aspirina realmente no encajan.

Metió sus manos blancas en una maceta llena de tierra que estaba junto a la puerta. "Tras, tras", sacó una llave de plata y la puso en la ranura frente a su cabeza.

No había rastro de haber alguien en el oscuro espacio que abría la puerta. Yoo Geon tanteó la pared y apretó el interruptor de la luz. En el interior iluminado, la ropa, apilada como una lavandería normal, ocupaba un lado de la pared y cuatro grandes lavadoras estaban colocadas junto al mostrador de enfrente.

"Hola".

Yoo Geon llamó al dueño de la lavandería y levantó una cortina de cuadros rojos ante una respuesta inaudible. La pequeña habitación lateral, que sólo tenía una mini nevera, un televisor, una caja fuerte y una manta, tenía una energía fría como para anunciar que hace mucho tiempo que su dueño se había ido.

"¿Adónde ha ido?"

Dijo Yoo Geon entre dientes, se acercó a la nevera, sacó agua y la bebió. El agua fría viajó desde el esófago hasta el estómago, despejando su mente confusa.

Tumbado en el suelo, con el estómago vacío, puso el brazo sobre sus ojos.

El rostro del hombre de piel blanca llenó su visión negra y cerrada. No podía olvidar su rostro desde que lo vio. A pesar de su apariencia sobria, la atmósfera decadente se sentía extraña. La apariencia del extranjero, que había estado rondando en su cabeza, desapareció al oír los cascabeles.

"¿Por qué estás aquí?"

Yoo Geon levantó los brazos y abrió los ojos ante la voz que había estado esperando.

"¿Te teñiste el cabello?"

En lugar de responder a la pregunta, A tocó su pelo azul. Al parecer, después de separarse en el aeropuerto, su cabello que originalmente era rubio, se volvió azul brillante.

"¿Por qué estás aquí? ¿Cómo has abierto la puerta?"

Es un ladrón. A se apoyó en la pared y lo regañó, viéndolo con desaprobación, Yoo Geon no respondía. Y cuando estaba por decir algo, A sintió que alguien se acercaba a la tienda y le cubrió la boca.

Con una advertencia, A retiró su mano, se puso de pie y salió de la habitación. Sonrió como si conociera al hombre de traje que se le acercaba.

"Últimamente lo veo a menudo".

"..."

"Hoy vuelve a estar callado. La recomendación de hoy es una cuenta suiza y una obra de arte, ¿le interesa?"

"... ¿Algo más?"

En contraste con A, quien ya estaba familiarizado con la conversación, el hombre puso la bolsa en el mostrador con movimientos torpes. El sujeto miró hacia la puerta y golpeó el mostrador con sus gruesos dedos. Se produjo un sonido rápido y constante. A puso una voz agradable.

HMG? BL (hiatus)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora