En la cafetería, sentados en su mesa habitual se encontraban el azabache y la de coletas tratando de manejar la risa incontrolable de la canija risueña. Había llegado al punto de expulsar su batido de mango por sus orificios nasales, lo cual en vez de provocar le incomodidad le causo un bombardeo de lagrimas derramadas después de estallar a carcajadas inexplicables para el resto presente de la mesa.
–Ya está bien, Moon! Nos van a echar!!
Mientras el masculino del trío se tapaba la cara enrojecida de la vergüenza, la todavía cuerda pero impacientada toma servilletas y se las tira a la ruidosa molesta para que se limpie los rastros de batido. Al atreverse a echar una ojeada al escenario, separando sus dedos índices del resto junto, se alarmó con un profesor aproximándose cada vez más a su campo de visión. Como era de esperar, no sirvió de nada avisar del adulto en camino ya que, por más que se dejara de reír Moon y entre los tres arreglaran en un instante en caos en las bandejas, se llevaron igualmente el discurso moral por parte del indignado profesor. Para ser exactos, el de historia.
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–Este centro es demasiado estricto– se quejó la culpable mientras corrían al rededor de las canchas.
–Tuviste que ser tan descarada? Sabes que ese profesor es un ceñido a la antigua!
–Es cierto que Moon se pasó de la raya, pero yo también me estaba riendo internamente. Seguro que se lo merecía por castigar así a los alumnos, estoy convencido de que no es la primera vez que le hace esto a alguien.
–Como se nota que eres nuevo, ese viejo es un cascarrabias y la paga con todos sus alumnos!! Qué de malo hay en reírse de su torpeza?!– dijo disminuyendo el ritmo de sus zancadas.
–Nada, pero al menos que no te vea– concluyó la de coletas apoyando sus palmas en sus rodillas en intento de recuperar su aliento.
–Me alivia no tener que soportarlo en clase– observó resentido al de historia acercarse a ellos aplaudiendo, se limpió su sudor con el dorso de su mano aún respirando agitado por la boca.
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Estaban limpiando las aulas de estudio, hoy le tocaba a su clase encargarse de la mitad de instalaciones del piso donde se encuentran con la ayuda de otros alumnos de salones vecinos, se dividieron por grupos y asignaron a cada uno su tarea. T/N se apuraba por terminar lo antes posible, debía comprar unos recados que le encargó su madre antes de las 7 esa misma tarde. Eran las 5:22 y era momento de fregar y trapear el pasillo que le asignaron después de terminar cierta cantidad de ventanas. Después de encharcar por accidente casi todo el pasillo intentó recoger el agua y aprovecharla lo máximo que le permitieran sus artilugios de limpieza.
–Necesitas ayuda por lo que veo– afirmó el novato del grupo.
–Puedo arreglar esto sola, pero te lo agradezco– se forzó a esconder su estrés en un intento de cordial sonrisa.
Jeon insistió en vano, ya que la chica no se dejaba ayudar. Se retiró del pasillo mojado, pero el silencio pronto lo rompería una compañera de la clase de al lado.
–Quieres que te ayude? Yo ya he terminado lo mío y no tengo prisa.
Quiso negarse pero antes de que esto sucediera, la chica ya tomó un trapo de tela para extender el agua restante. Agobiada suspiró y le dijo que esperara mientras iba a por más trapos para poder terminar la tarea juntas. Caminó hacia el final del pasillo mirando sus pies dejando rastros de agua en sus pasos y cuando levantó la mirada tenía el torso de alguien a unos cinco centímetros de su rostros, subió un poco más la mirada y ahí estaba él, mirándole a los ojos y cruzado de brazos, se veía molesto.
–Porqué no dejas a un amigo ayudarte y a una desconocida sí?
–Tengo que ir a por unos trapos, Jeon, luego te lo cuento.
Cuatro pasos fueron suficientes para que Jungkook le siguiera como patito mientras intentaba darle explicaciones de porqué lo que hizo hace unos momentos estuvo mal y debía ser más considerada con él y sus buenos actos para nada sencillos desde su punto de vista.
–Solo te has ofrecido a recoger un poco de agua, estás dándole demasiada importancia. Además te dije que luego te contaría lo que ha pasado.
Ese comentario desinteresado hizo que el muchacho se sintiera muy infravalorado, "¿Te crees que yo voy ofreciendo ayuda por ahí con esas estupideces? ¡Debes ser más agradecida!" ese tipo de pensamientos le abrumaban la consciencia y la garganta, pues había comenzado a pensar en voz alta sin darse cuenta.
–No sé ni para qué sigo intentando caerte bien– refunfuñó.
–Deja de seguirme, no quiero discutir! Estás siendo muy exagerado, sabes?
Por un segundo se quedó perplejo, esta chica es valiente, tenía que admitirlo. Antes de poder dar explicaciones de sus impulsos y pensamientos la chica echó a correr, estaba claro que no le apetecía perder su tiempo en esa absurda discusión, estaba siendo infantil de nuevo.
–Perdona!!
Corría detrás de ella, no quería quedar como un cretino, vino a esa escuela para huir precisamente de esa imagen de tarado y caradura. Dejó de perseguirle, no porqué no le alcanzaría, de hecho lo haría con mucha facilidad debido a su espíritu deportista, sino al entender que eso solo empeoraría y acabaría con sus oportunidades de hacer bien el plan que le explicó su madre con mucho detalle. La chica no se dio cuenta de que este paró y siguió con su carrera en busca de algún salón donde esconderse. Abrió una puerta y la cerró de inmediato, jadeó un par de veces. '¿Porqué siempre acabo huyendo?' pensó.
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En esta cocina hay un ambiente tan frío como si estuviera la temperatura a bajo cero, que raro estando en verano. Era una metáfora, todo lo que salía de su boca solía serlo, pero se rodea de gente estúpida, ¿quién iba a saberlo? Su madre, cómo siempre con esa mirada contradictoria. Hay rabia pero se pelea con tristeza, hay empate. No sabía que hacerle a estas alturas.
–De qué te ha servido todo lo que he hecho por ti?
Silencio. Rencor. Mirada pegada a la alfombra.
–Dime solo una cosa que me convenza para no dejar de intentarlo, solo una.
Silencio. Decepción. Mirada en sus manos heridas.
–Por favor, hijo.
–Quiero que estés orgullosa de mi, mamá.
Silencio. Vergüenza. Mirada de vuelta al suelo.
–No quiero que termines como tu padre.
Silencio. Arrepentimiento. Mirada aterrada clavada en otra inerte.
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The Strawberry Boy~ (Rowoon.)
Fiksi PenggemarUna estudiante torpe que aprueba con notas muy justas, inocente pero muy correcta a pesar de ser tan desordenada. Tiene a su amiga Moon pero a veces le gustaría conocer a más gente, y lo haría, pero no suelen tomarla en serio por su apariencia de ni...