Odio la noche.
Odio la noche porque me recuerda todo lo que me hace sentir miserable.
Odio la noche porque me recuerda que aquello que me hace sentir como si tuviese un agujero en el pecho, que a su misma vez me deja sin aire.
Odio la noche, porque pienso.
Y odio pensar.
Porque me odio a mí. Y odio toda esta situación.
Y me encantaría salir de aquí.
Salir de estas cuatro paredes que me mantienen encerrado.
Porque soy un esclavo de mi mente, porque por mucho que lo intente no dejaré de odiarme.
Y a veces, todo se siente tan vacío. Tan lejos de lo que quiero cumplir. Parece que pasan años, cuando han pasado meses. Parece que pasan semanas, horas, cuando han pasado días, minutos.
Minutos llorando, avergonzandome de lo que soy. Odiando cada parte de mi cuerpo y cada parte de mí. Odiando no poder avanzar, odiando sentirme estancado en un no sé qué.
Odiando no poder respirar con normalidad.
Odiando tener que preocuparme por todo, y a la vez por nada.
Odiando la noche,
odiandome a mí.
Blue
