1. Mi rara primera vez

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OffGun

Con dieciocho años, recién cumplidos, tuve que dejar mi pueblo natal para poder continuar estudios en la universidad. Vivir solo, sin familiares cerca, iba a ser una gran experiencia para mí. Iba a disfrutarlo mucho.

Mi familia, era del tipo conservador, debido a lo cual durante toda mi vida había tenido que limitarme a ser y actuar de una manera libre, así que estaba ansiando que llegara el momento de poder tener y disfrutar mi propio espacio e intimidad.

A muy temprana edad yo supe que era distinto a mis hermanos y amigos, específicamente por mi orientación sexual. A mí me gustaban los hombres.

Nunca había intentado nada con nadie, primero, porque "Pueblo chico infierno grande" y mi familia tarde o temprano lo sabría y, segundo, porque me sentía temeroso de acercarme a cualquiera. En el fondo yo deseaba a alguien especial en mi vida, alguien a quien poder entregarle mi primera vez y no arrepentirme.

Llevaba algunos meses viviendo en un agradable vecindario, en el cual había muchas casas de familia, edificios de alquiler, solo para estudiantes, y departamentos unipersonales, en uno de los cuales vivía yo

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Llevaba algunos meses viviendo en un agradable vecindario, en el cual había muchas casas de familia, edificios de alquiler, solo para estudiantes, y departamentos unipersonales, en uno de los cuales vivía yo. Había mucha vegetación rodeando la zona. Tanto en las mañanas como en las noches, se podía ver a los residentes del lugar montando bicicleta, corriendo y/o haciendo ejercicio. Así como a los niños jugar divertidos los fines de semana, acompañados por sus familias.

El Sr. Jumpol era uno de mis vecinos contiguos, fue una de las primeras amistades que hice. Era maestro de secundaria, robusto, fornido, muy alto y aparentaba menos edad de la que tenía. Lo consideraba un buen vecino y amigo. Además de que cada vez que lo veía sonreír, suspiraba como un tonto.

Yo era bajo, delgado y sin chiste, pero por recomendación del sr. Jumpol, empecé a ejercitarme, salía a correr cada día por la mañana —Amaba correr, incluso, en la escuela secundaria fui parte del equipo de atletismo— y además iba al gimnasio tres veces por semana después de las clases. Así que, unos cuantos meses de eso habían transformado mi cuerpo. Estaba en muy buena forma.

El Sr. Jumpol me apoyó mucho durante mis primeros días en mi nuevo hogar, me ayudó a adaptarme y a conocer a las personas. Como yo provenía de un pequeño pueblo, había mucho que desconocía y él me asesoraba como si fuera un padre. Yo no dudaba en recurrir a él cuando se me presentaba algún inconveniente.

Con el paso del tiempo la amistad que nos unía se fue haciendo más fuerte, la confianza entre nosotros aumentaba y como no tenía más familia en la ciudad, un día me atreví a pedirle que me acompañará a una competencia de atletismo que se realizaba en la universidad —me había unido al equipo, para acumular créditos y la verdad es que era muy bueno—. El Sr. Jumpol aceptó la invitación y asistió al evento, siendo de mucho apoyo emocional para mí, no me sentí tan solo, gracias a él.

Ese día, al parecer, la forma de mirarme del hombre de 35 años, cambió. Yo era consciente de que las mallas súper ajustadas que utilizaba, dibujaban a la perfección cada detalle de mi tonificado cuerpo, especialmente el bulto que decoraba mi parte delantera y hacia lucir extremadamente bien, mi firme culo, que enloquecía a más de uno. Estaba seguro de que solo eso generó en el Sr. Jumpol un morbo y una atracción sexual descomunal.

Sweet Pleasure - Multiship 🔥(+18) - HP7Donde viven las historias. Descúbrelo ahora