Classroom Of The Prodigies

Vol.2 Capítulo 3: Furia

Furia

Corrí y corrí pero la escuela era gigantesca... no había tiempo para buscar en cada rincón, tenía que localizarla inmediatamente.

Me paré a pensar en cómo hacerlo, y recordé lo que hizo Ayanokouji.

— Komaeda o Hajime, ¿saben cómo rastrear a una persona con su número de teléfono?

— Eh, la verdad es que no, pero ¿Qué te pasa? ¿Por qué has huido así?—dijo Hajime agitado.

— Mi compañera está en problemas, así que, por favor, Komaeda, dime que sabes cómo localizarla .—dije agarrándolo por la camisa.

— No, sólo sé enviar tu propia ubicación, pero de localizarla así no tengo ni idea—dijo incomodo.

Lo solté desesperadamente para encontrar una solución.

 — MIERDA, pues está en el centro, en uno de los callejones, separémonos y busquémosla. Tiene el pelo rosa y gafas.

Los dos asintieron y corrimos por todo el lugar tratando de encontrarla.

Corriendo por todos lados y sin rastro de ella, sentí como cada vez me costaba más respirar, inhalando y exhalando con dificultad mientras mis pensamientos eran un desastre. mi estado físico aún no era bueno.

Mi inteligencia a pesar de estar al máximo parecía ser ineficaz como si estuviera obstruida por mis fuertes emociones.

Pregunté a la gente de alrededor pero... nada. No había nada relevante en lo que me contaban, llegó un punto en el que se preocupaban más por mi bienestar, porque estaba muy agitado, que por lo que realmente me interesaba.

Sudaba mucho... mi visión era borrosa... era como si mi corazón, mi cerebro y otras partes de mi cuerpo no recibieran suficiente sangre. 

Caí de rodillas al suelo para tomar aire, estaba realmente destrozado y eso que no habían pasado ni 30 minutos, eso si, corrí mucho pero no lo suficiente como para estar así. Sin duda las estadísticas que tengo que subir a partir de ahora son las físicas.

Sentado en un rincón con la mente en blanco, como para calmarme, finalmente recibí una llamada.

 — Nagito, ¿la has encontrado?  — dije exaltado

 — Sí, pero... Lo siento. Te envío mi ubicación. — dijo en tono deprimido.

En cuanto pasó la dirección con la poca energía que me quedaba me dirigí allí, sentí como si hubiera tardado una eternidad en llegar.

Por fin había llegado, Nagito me esperaba allí sin mirarme a los ojos.

Sin decir una palabra me llevó a una parte oscura del callejón, pero cuando me acerqué pude verle claramente.

Por un momento me olvidé de respirar. En ese momento supe que nunca podría borrar esa imagen de mi cabeza.

El cuerpo de la estudiante Airi Sakura yacía en el suelo junto a un montón de bolsas de basura y desperdicios dispersos.

Como si el autor tratara de ocultar las pruebas de un asesinato de forma estúpida.

El cuerpo de la chica estaba lleno de heridas, magulladuras y completamente cubierto por el espeso líquido blanco.