III. Sorpresas

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Era hora de buscar pruebas, la prueba que nos daría la oportunidad de meter al alcalde a la cárcel.

—¿Cómo vamos a poder conseguir esas pruebas? —decía Carlos como preguntándose a sí mismo.

—Tengo un amigo que trabaja en la alcaldía, él puede ayudarnos, lo que lo hace más especial de esta persona es que es parte del cuerpo de guardaespaldas del alcalde. —Miré a Carlos a los ojos.

—Espera, no me digas que es Vladimir, el que siempre habla disparates.

—Creo que es divertido —refuté.

—Bueno Cody, siempre y cuando nos ayude, no hay problema.

—¡Vamos al ayuntamiento! —dije mientras me paraba de la silla.

Llegamos a la alcaldía, presentamos nuestras identificaciones para así dirigirnos hacia el departamento de seguridad.

—Este sitio es más grande de lo que recordaba —expresó Carlos admirando la majestuosidad del lugar.

«El alcalde ha estado ocupado construyendo un palacio aquí y la ciudad yéndose al traste.»

—Si, muy bonito...

Saludo a todas las personas del departamento, pero no había rastros de Vladimir.

—Hey chicos, ¿Saben dónde está Vladimir? —pregunté

Todos movieron negativamente sus cabezas, al parecer no sabía dónde estaba mi amigo.

«No lo quiero creer, no aquí»

Le hice señas a Carlos de que me esperada en el departamento mientras salía a buscar a Vladimir.

Fui al baño de chicas.

«Qué vergüenza, odio hacer esto»

Escuché gemidos, gritos, entre otras cosas al fondo del baño.

—¡¡Vladimir!!

—Venga más tarde, estoy ocupado

—dijo a la vez que gemía

—Soy yo, ¡¡¡Cody!!!

Una chica salió de las bañeras semidesnuda, solo una toalla cubría su cuerpo. Está salió del baño y luego ví a Vladimir ajustándose sus pantalones.

—Emmm, no debiste ver eso Cody

—dijo arreglándose su camisa.

—Deseo no haber visto muchas cosas, debes de respetar tu trabajo amigo.

—Aquí viene el señor moral, ¿Por qué no me la chupas? —preguntó Vladimir entre risas.

«Este tipo nunca cambia. Vladímir es una buena persona, solo que a su manera, a su extravagante manera de ser»

—Tengo que hablar contigo amigo pero tiene que ser lejos de aquí —dije ignorando sus locuras.

—Te ves un poco serio Cody, ¿Terminaste con Rubí?, conozco muchas chicas bonitas sin novio.

—Tomó mi hombro. —Te las puedo presentar.

«Cuando se lo propone, es súper irritante»

—No es eso, solo es que la ciudad corr..

Vladimir tapó mi boca con su mano rápidamente.

—Sabes que no puedes hablar aquí amigo, hay oídos por todas partes. Nos vemos en la tarde en el lugar de siempre —susurró para después salir del baño.

«Así de mal están las cosas por acá»

Me arreglé mi uniforme para salir a buscar a Carlos. Le conté todo lo que pasó. Decidimos irnos.

Aún hay esperanza™Donde viven las historias. Descúbrelo ahora