IV. Asuntos del pasado

274 252 42
                                    

—¿Por qué no me dijiste que venías con Anastasia a la casa? —pregunté muy avergonzado.

—Waoo, que sexy —vociferó Anastasia.

Ella cerró la puerta de la habitación y volvió a bajar.

«Oh Dios, me vió en pelotas.»

Rubí se notaba un poco molesta por la situación, ella suele ser muy celosa conmigo con esto de las chicas.

—Vístete, por favor —susurró.

—Mi amor, no lo sabía —dije mientras me acercaba a ella.

—¡QUE TE VISTAS CODY! —gritó enojada.

No me quedó más que obedecer sus órdenes y ponerme una ropa casual para ver a nuestra invitada.

—Ven, vamos a saludar —sugerí pero ella seguía un poco molesta.

—Baja tú, déjame calmarme un poco. Bajo en unos minutos —expresó con respiraciones profundas.

Hice como me dijo, baje para abrazar a mi compañera.

—Perdona por la mala impresión Ana
—dije un poco apenado.

—Tranquilo, solo fue un accidente. Además es bueno saber que Rubí está comiendo muy bien —mencionó golpeándome el hombro entre risas.

«Anastasia ha sido una de las mejores amigas que he tenido. Fue la primera compañera que tuve en el patrullaje mixto. Solo nos distanciamos un poco debido a que se había mudado a otra ciudad , por ende había cambiado de estación.»

—Gracias por comprender, me alegra mucho verte en realidad —expresé.

Rubí bajo ya un poco más calmada, con su sonrisita de que no mata ni a una mosca. Excepto a mi cuando Ana se vaya.

—¿Y tú cómo has estado Anastasia?, Mi amor trae un poco de agua para nosotras —dijo Rubí.

En lo que buscaba el agua para ellas, Ana comenzó a contar cómo le estaba yendo.

—Me va muy bien, las cosas en mi ciudad van de maravilla. Pero, al parecer aquí no, porque imagino que por algo me enviaron como refuerzo
—mencionó Ana dando sorbos.

—Espera, ¿Te mandaron aquí?, ¿O sea que te quedarás? —preguntó Rubí.

—Si, así es. Me asignaron un apartamento cerca de la estación, pero pensé que me podría quedar con ustedes que sería más cómodo.
—respondió Anastasia.

—Claro que te puedes quedar con nosotros, en la habitación de invitados está vacía casi todo el tiempo.
—mencione.

Mi pareja solo asintió con la cabeza, creo que no tan conforme con la situación.

«Por la cercanía que tenemos Ana y yo. Rubí pensaba que me gustaba o algo así pero nada más alejado de la realidad. Sin embargo, eso nos llevó a tener muchas discusiones acerca de eso.»

—Pues me iré a acomodar, quiero descansar para mañana estar en mis cabales. El viaje ha sido bien largo
—mencionó Ana.

Rubí fue a llevarla a su habitación y nosotros nos fuimos a la nuestra para poder descansar.

Cuando estábamos en la cama, la note un poco pensativa como distante.

«¿Será que su celos por ella volvieron?.»

—Cariño, ¿Qué piensas?, te noto un poco en el aire —pregunté dándole un besito en la frente.

—No me consultaste para dejarla en nuestra casa —mencionó secamente.

Aún hay esperanza™Donde viven las historias. Descúbrelo ahora